Capítulo 16

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Las armas que habíamos tomado de los cuerpos de los guardias sus municiones se habían acabado comenzábamos a usar las nuestras pero a este paso se agotarían, los hombres no paraban de disparar en nuestra contra. 

Ambos estábamos furiosos pues a pesar de ser algunos signos no prestamos atención: eran pocos hombre los que resguardaban la entrada su resistencia fue baja y deficiente por no decir que mediocre pero así era, los hombres en pasillos y áreas eran grupos pequeños y presentaron poca resistencia y fuerza de combate, los hombres en la entrada aunque estuviesen armados no llevaban ni un solo cartucho de repuesto para el arma, fuimos ciegos y confiados en la misión que no nos dimos cuenta de lo que ocurría frente a nosotros y como si fuéramos unos principiantes en esto caímos. 

Nos centrábamos en acabar con ellos pero salían más, y poco a poco entraban a la habitación, nuestra contención por que no entraran se iba debilitando y fue entonces que algo exploto llenando de polvo él lugar, Slade permaneció en posición continuando disparando a donde se encontraban los hombres yo avance hasta la pared de enfrente y derribe el gran armario que había ahí para cubrirnos, comencé a disparar en dirección, estábamos más que rodeados no encontrábamos escape. Mientras cubría aquel hueco que crearon estaba un poco descubierto pues solo me cubría de el frente no a los lados, el humo que había en la habitación cegaba a los hombres, pero un par de balar impactaron en mi y no me hubiera preocupado pues la armadura es a prueba de balas además de la mascara que traía, Slade y yo decidimos cambiar el antifaz por una mascara igual que la suya solo que la mía traería ambos orificios para mi vista, el antifaz continuaría usándolo pero para misiones sencillas como un robo o algo parecido.

A pesar de que la armadura que traía mi traje era a prueba de balas sentí como estas lo atravesaban impactando en mi piel, choque mi cuerpo con la pared sacando un quejido que llamo la atención de Slade, por el orificio de su mascara que me permitía ver su único ojo este se abrió como si fuese a salirse de sus cuencas oculares al ver como sostenía con fuerza mi hombro, por mis dedos no paso casi nada de tiempo para que la sangre se filtrara entre estos cayendo y manchando mi mano.

-ROBIN!!- lo escuche gritar iba a acercarse a mí, pero negué levemente como pude con mi brazo que no se encontraba herido tome una de mis armas cortas y comencé a disparar a los que habían entrado y los que intentaban hasta que los disparos cesaron y escuchamos como alguien hablaba 

-RINDANSE, POR ESE GRITO PUEDO DEDUCIR QUE UNO DE USTEDES SE ENCUENTRA HERIDO TENEMOS BALABAS CON PUNTA DE DIAMANTE CAPACES DE ATRAVEZAR TODO TIPO DE BLINDAJE. ¡¡RINDANSE O MUERTAN COMO ANIMALES ATRAPADOS!!- me queje un poco y volví a hacer presión en mi brazo, él asintió y dejo su arma a un lado con algo de resignación hice lo mismo, los hombres entraron tomaron a Slade y a mi, llevaron mi brazo herido hacia atrás haciéndome gritar de dolor Slade al escucharme y al ver como ponían sus manos sobre mi intento liberarse y los habría atacado de no ser porque le negué hacer algo con mi cabeza los hombres le apuntaban y no dudarían en abrir fuego contra él, en esos segundos en que intentaba zafarse nuestras miradas se mantuvieron conectadas notaba su desesperación, enfado, ida, preocupación e impotencia. 


Estábamos de rodillas con nuestros brazos amordazados nuestras armas aun no se nos eran arrebatadas, pero no podíamos tomarlas de ser así nos dispararían sin vacile alguno. Resonaban un par de pisadas en nuestra dirección y una puerta se abrió dejándonos ver al maldito de Sajin y un hombre que venia detrás suyo con una pantalla en mano mostrándonos la imagen de Camai, ambos nos removimos un poco ambos deseábamos matarlos. Ambos portaban una sonrisa triunfante y socarrona y eso nos enfurecía más.

-Te lo dije no es así hermano, tendríamos a los responsables de la muerte de nuestra dulce Kamil de rodillas- dijo por la pantalla Camai, quien rio un poco y amplio más su sonrisa

-Así es hermano, ustedes nos arrebataron a nuestra pequeña hermana ahora pagaran las consecuencias- ambos sonreían, Sajin volteo a ver a uno de sus hombres quien le extendió un arma- ¡QUITENLES LAS MASCARAS!- demando y así lo hicieron ambos abrieron grandes los ojos como si hubieran visto al mismísimo fantasma de Canterville o al demonio en persona- é-él es...

-E-es... Richard Wayne- Robin frunció un poco más su expresión, ya estaba harto de escuchar ese nombre, Richard, pues las pesadillas en ningún momento se detuvieron simplemente las ignoro al igual que esas dichosas voces que escuchaba, pero era la primera vez que lo escuchaba siendo acompañado por un apellido, Richard Wayne sintió como algo en su interior se estrujaba como si se sintiera desesperado pero a la vez exhibido, Sajin hizo una seña con el arma ordenando a sus hombres a ponerme de pie, me queje un poco de dolor Slade se removió un poco pero no podía hacer nada.

Posiciono el arma debajo de mi barbilla haciéndome elevar mi rostro para verlo fijamente, él era más alto que yo y aunque fuese por poco era irritante, mi mirada era desafiante, con notable e ira y sed de sangre sin signo de miedo o desesperación

-El que seas hijo de Bruce Wayne no expía tus pecados y errores, no importa que suma de dinero hay sobre ti nos arrebataste a la persona que más amábamos y que nos importaba en el mundo entero, podemos inventar una excusa y decir que encontramos tu cuerpo en una fosa- mi mirada continuaba sin cambiar no mostraría cobardía ante ellos, quito el arma de cuello, volvieron a ponerme de rodillas y miro ahora a Slade apuntando el arma en medio de sus ojos- por otro lado tú, sufrirás por todo lo que nos has causado por tu expresión puedo ver que te preocupa él chico, a pesar de ser un reconocido mercenario y asesino olvidaste una regla: uno no debe encariñarse con las personas- volvió a ver me removía un poco no quería que le disparara, hizo que me acercaran un poco a ellos y pegaron mi rostro al suelo- dime chico, que es para ti este hombre?- no iba a responder de no ser por que un hombre pego más su arma a su cabeza y dijo que contestara si no quería que lo mataran 

-Él es mi maestro- dije aunque esas palabras hicieran romperme un poco, eso no era para mi pero no podía decirlo, dudo de mi respuesta, Sajin levanto su arma y la apunto y disparo- NO!!

-No intentes mentirme chico, tus acciones y tus palabras se contra dicen, miente otra vez y la próxima bala será en su cabeza- el tiro había sido rozado su rostro abriendo un poco su mejilla, cerré con fuerza mis ojos unas lagrimas querían salir pero no podía permitirme hace eso

-É-él me gusta... e-estoy enamorado de él- dijo y unas lagrimas salieron de mis ojos él rio levemente y me pareció escuchar como susurraba inaudiblemente mi nombre, Sajin se puso de pie y el hombre detrás de mi tomo mi cabello con fuerza jalándolo hacia atrás haciéndome abrir los ojos conectándose con los de él reflejaban sorpresa

-Grave error chico- sin más apunto su arma hacia mi y disparo repetidamente hacia mi abdomen, escuche el desgarrador grito de Slade intentaba soltarse pero unos hombres lo sostenían, me encontraba tirado en el piso y con mis ojos veía a Slade intentado soltarse mis ojos se sentían húmedos y liberaban una lagrimas, y no se si era mi imaginación o un delirio mío pero acaso él estaba llorando gritaba mi nombre de alguna forma era música para mis oídos escuchar su voz.

Él había dicho que cometí un grave error, pero yo no lo veo así no sentía el más mínimo arrepentimiento de haberme enamorado de él, de Slade sería de lo ultimo que podría arrepentirme en la vida, de lo que si me arrepentía era no habérselo dicho antes de haber tenido que confesar en esta situación. Mis ojos lo miraban mientras perdía visibilidad y con las pocas fuerzas que me quedaban hable y no se si mi voz salió

-Te amo, Slade




FIN



















Nah un falta 

Síndrome de Estocolmo o amor?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora