Capítulo 39

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Me dirigía hacia Las Vegas luego de haber terminado con una misión en Luxemburgo, debía transportar algunas armas hacia la ciudad para realizar su venta en el mercado negro, el trabajo se realizo sin inconvenientes y recibí la transferencia de pago tan pronto como había entregado las armas. Piloteaba el jet sintiendo aquel pesar en mi pecho que se situó desde hace tres años, no deseaba ir a la "reunión" que se llevaría a cabo solo me traía malos recuerdos y el más doloroso de todos ellos, pero necesitaba mantener mi cabeza y mente ocupados para así evitar pensar en él.

Durante estos tres años es lo que había hecho, me saturaba de trabajo y misiones aceptado cualquiera por más peligroso que fuera sin importarme si muriera en una de ellas, aunque sabía que la muerte no se atrevería a aparecer frente a mi, no lo haría tal vez nunca, pero pensar que podría hacerlo era un consuelo. Cambie a piloto automático para soltar el volante y pasar mis manos a mi rostro, las pesadillas habían vuelto y era poco el tiempo que podía dormir inclusive intentado con somníferos o sedantes no lograba dormir demasiado, mi cuerpo y metabolismo los procesaba demasiado rápido o mis pesadillas eran tan fuertes que lograban despertarme. 

Volteé a ver hacia el asiento del copiloto recordando como antes él estaba ahí o al menos las primeras horas de los viajes pues después lo enviaba a que durmiera un poco a la parte trasera. 

La única razón por la cual iría a la "reunión" era para realizar el mayor número de tratos, contratos y alianzas posibles, necesitaba sumergir y ocupar mi cabeza en ellos. Debajo de mi ya se encontraba la ciudad con sus radiantes luces, pase de automático a manual y comencé con la secuencia de aterrizaje y abrir las compuertas de la bahía de carga de mi escondite en la ciudad. Aterricé el jet y me dispuse a bajar de este, al igual que todas mis bases a las cuales había visitado esos años estaba llena de polvo, me dirigí hacia la computadora central de la base para poder comenzar a cerciorarme de la seguridad de esta "reunión" no quería que sucediera lo mismo que hace unos años, después de un tiempo vi que todo estaba correcto en esta ocasiona la seguridad y vigilancia era mayor. 

Había llegado solo un par de horas antes de que la "reunión" diera comienzo. Me dirigí a una de las habitaciones de la base para por si quiera dormir un par de horas antes de que mis pesadillas me despertaran. Dentro de la pesadilla todo estaba en completa oscuridad y sentí como mi pecho dolía y como mis oídos parecían querer estallar al escuchar sus gritos. 

¡NO! ¡SLADE! ¡SLADE! — lo escuchaba llamarme con desesperación, podía escucharlo llorar y sentir su dolor. Solo escuchaba sus gritos llenar el oscuro lugar. 

Desperté sentándome instintivamente en la cama para después voltear hacia todas direcciones, jadeaba y sentía como mi corazón latía con fuerza y velocidad, mi cuerpo temblaba ligeramente y sentía como mi cuerpo estaba bañado por sudor, pase una de mis manos por mi rostro, tallando mi ojos un poco. Las pesadillas que una vez había tratado de la muerte de Richard ahora representaban dolor; las pesadillas que se habían esfumado cuando dormía con él habían vuelto y ahora no había nada que pudiera detenerlas. Gire un poco mi cuerpo para bajar mis pies de la cama y hacerlos sostenerme en el frío suelo de la base, mire el reloj frente mío la reunión había comenzado hace ya una hora, me puse de pie y me prepare para ir hacia el casino, subí al jet para baja una motocicleta que transportaba en su interior, subí a ella y abrí una pequeña escotilla para salir por ella a gran velocidad comenzaba a pasar por las calles de la ciudad sin detenerme en las luces rojas y me dirigí hacía donde estaba el hotel y el casino, cerca de ahí me escondí en un callejón, en toda esa zona era un punto ciego, ninguna cámara ni sistema de seguridad apuntaban en esa dirección, escondí la motocicleta en el lugar para después acercarme a la donde era la entrada, mostré mi invitación y el guardia tardo un par de segundos en permitirme entrar. 

Síndrome de Estocolmo o amor?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora