-EXTRA-

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Cabe aclarar todo esto es ficción, okay. En este capítulo hay Gore, y tortura y sangre, mucha, mucha sangre así que si eres sensible no te recomiendo leer todo el extra. 


El miedo de herir, de dañar y lastimar a la persona que más amas, nunca quieres que sienta culpa por haber hecho algo de lo que ni siquiera es culpable. El ver a las personas sufrir por sus propias manos no les provocaba ningún conflicto y mucho menos culpa, pero el que alguien a quien amas con todo tu corazón y por quien estas dispuesto a hacer lo que fuera sufre por algo que sucedió, buscaba remediarlo a toda costa. 

Aquel erróneo diagnostico los hizo dudar, separarse aunque fuese lo que menos quisieran hacer. Slade había creído que me había dañado y se sintió un monstruo al creerlo, y yo me deje influenciar por tontas palabras que fueron dichas cuando mis defensas estaban caídas, cuando me encontraba más vulnerable y se metían a mi cabeza para intentar cambiar mi vista y mi elección. Por que yo siempre lo elegiría a él, no existía nadie más aparte de él. 

Continuo trabajando bajo el nombre de Renegade, pero ahora al lado de Slade, siempre a su lado, siempre lo estaría, cubriría su espalada y él haría lo mismo. Sus agendas se mantenías ocupadas, pero eso no significaba que no encontraran el momento para poder entregarse el uno al otro, no cuando se amaban demasiado, continuaban siendo igual de celosos y posesivos entre sí, así eran ellos y siempre lo serían, nadie más podía involucrarse o hacer el vano intento de conseguir algo, solo eran ellos dos. Pero aun quedaban dos cabos sueltos, dos que el solo pensarlos le hacía hervir la sangre a Slade, el pensar y el intento de imaginar lo que le había hecho a su pequeño pajarito cuando no estuvieron juntos le enfurecía de sobre manera. 

Quería asesinar y torturar a aquel psiquiatra que jugo con la mente de Richard, que se atrevió a hacer que dudara de su amor y que le causo tanto dolor al tener que creer que todo entre ellos era mentira; Wally no estaba en lo absoluto exento, era con quien más deseaba divertirse, quería hacerlo sufrir eternamente y no darle una muerte rápida, sino una extremadamente lenta y dolorosa, él se había atrevido a probar los dulces labios de Richard, toco su suave piel y lo hirió y daño de innumerables formas. 

En ese momento podía sentir la tranquila y pacifica respiración del menor contra su pecho, una de sus manos postrándose con delicadeza en este mismo y la otra se mantenía pegada a su delgado y poco musculoso cuerpo. Una de sus esbeltas piernas se enrollaba con una de las suyas, una delgada sabana negra cubría ligeramente ambos cuerpos, acariciaba su cabeza y acomodaba un poco su mediana cabellera que hacían un bello contraste con las oscuras sabanas y su pálida piel que era decorada con varias marcas rojizas dispersas en su piel con alguna que otra mordida en sus muslos y en su cuello. Bese su cabeza cuando vi que comenzaba a despertar, se removió un poco para después levantar su vista hacia mi y sonreír, le había recuperado hace un año, se podría decir que es poco, pero para mi no es suficiente y nunca lo sería, no nos habíamos separado ni alejado, y cuando lo hacíamos en alguna misión siempre nos reencontrábamos y sentíamos como si hubiese pasado una eternidad. 

— Debo deshacerme de los cabos sueltos — con delicadeza gire para dejarle debajo de mi para poder besar su mejilla, su cuello, bajar a su clavícula mientras besaba su piel y sentía sus manos tomar mi cabeza y enredar sus dedos en mi cabello — quiero darte lo que deseas, lo que necesitas y lo que te satisfaga — le daría el mundo y solo él necesitaba pedirlo para que yo se lo entregara en bandeja de plata —tengo un plan que prometo no fallara, me asegurare de ello, te daré lo que mereces — bese su pecho — te cumpliré tu mayor deseo — pase mi lengua por uno de sus pezones que estaban sensibles haciendo que soltara un bajo gemido — te daré lo que por derecho te mereces — descendí hasta su estomago — te daré tu anhelada y esperada venganza — su mirada sorprendida se situó con la mía — ¿Me darías el honor de estar a mi lado y desfrutar de lo que hare?

Síndrome de Estocolmo o amor?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora