Capítulo 24

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El pequeño hogar que tenían en Rusia en el cual habían vivido por casi dos años era más que acogedor era pequeño pero espacioso, discreto y no llamaba la atención de las personas ni levantaba sospechas, todos les veían como un pareja de que provenían del extranjero les gustaba mucho el país y se sentían en felices el único que había en su contra era la vista ante las parejas de ese tipo como ellos le decían, una pareja entre hombres era no tan bien vista.

Fuera de las malas miradas por el hecho de estar juntos se les veía normal muchos pensaban que se dedicaban al comercio internacional pues como viajaban bastante por su "trabajo" lo suponían. 



Su pecho subía y bajaba en busca de aire y su cuerpo se estremecía ante el más mínimo roce que el mayor hacia en su piel.

- Ah... e-es muy p-profundo...- gemía y se mantenía estático sobre el cuerpo del mayor acostumbrándose a sentir la intromisión en su interior.

- Necesitas que te ayude Richard- mantenía una sonrisa en su rostro, el menor estaba sobre el con sus piernas a su extremos pasaba sus manos sobre ellas llevándolas a su trasero para masajearlo un poco -vamos Richard muévete. 

El menor soltó un pequeño quejido y comenzó a mover de forma lenta sus caderas subiéndolas y bajándolas, mantenía sus manos apoyadas en el pecho del mayor su espalda extendía y su cabeza se mantenía hacia atrás, Slade dejaba salir alguno que otro gruñido y ronco gemido al sentir como su interior le envolvía, sus movimientos eran lentos y tortuosos sus manos subieron a sus caderas haciéndolas bajar mientras él elevaba las suyas, comenzaba un vaivén profundo y rápido entre ellos.

Le giro dejándolo debajo suyo uno de los brazos de Richard se envolvió en su cuello y con el otro tomaba con fuerza las sabanas debajo apretándolas sus piernas se estiraban y se contraía un poco al sentir como su próstata era maltratada con las embestidas precisas en su interior. 

-¡Ah!... ahh... S-slade... a-ahí...- palabras inconclusas salían de su boca perdiéndose en las sensaciones que le brindaba en ese momento -m-más... ¡Ah!... S-slade...

Ya no le avergonzaba el dejar salir su voz cuando lo hacían, lo disfrutaba demasiado.

Su interior le envolvía con fuerza y sentía como sus paredes se envolvían a su alrededor sacaba algunos gemidos roncos acompañados por el nombre del menor.

-Ah... Richard...- el cuerpo del menor estaba sumamente sensibles su cuello estaba lleno de marcas al igual que su torso, pecho, espalda y algunas en sus piernas estaba cubierto de ellas y no le molestaba en lo absoluto le gustaba demasiado el ver esas marcas pues eran hechas por la persona que amaba. 

Sentían un cosquilleo en sus vientres sabiendo que el clímax estaba cercano a llegar aumentaron el ritmó haciéndolo más profundo, el menor macho su abdomen y el contrario dejo salir su semilla en el interior del menor sintiendo como sus paredes se contraían a su alrededor tomando hasta la ultima gota.

Slade besaba los labios hinchados de Richard tras cuatro rondas de sexo rudo el menor estaba un poco agotado, dando un ultimo beso se acostó a un lado de él y el contrario no dudo en acercarse y acurrucarse en su pecho, poco a poco sus ojos se cerraban y ambos quedaban profundamente dormidos.




A pesar de solo dormir tres horas y sentir el dolor en sus caderas debía despertar al igual que el mayor, por más que quisieran quedarse en la cama tenían un pequeño trabajo que hacer nada tan complicado solo debían terminar de juntar la información que habían recabado a cerca de un sujeto que vigilaron. Descubrieron que robaba un 4% de las ganancias de unos comercializaste de armas y drogas. 

Con el dolor punzante en sus caderas se puso de pie subiéndose únicamente con las sabanas camino hasta el baño de la habitación siendo seguido por el mayor, había pensado en tomar una tranquila ducha, pero eso quedo en segundo plano cuando el mayor le ayudo a limpiar su interior una cosa llevo a la otra y el mayor volvió a tomar el cuerpo del menor.

Richard amaba el como Slade se comportaba a su al redor aunque fuese difícil de creer para quienes lo veían como mercenario y asesino él era sumamente cariños con él, le protegía y cuidaba y ambos no perdían la oportunidad de demostrarse cuanto se querían dándose mimos o complaciéndose entre si. Eran como una pareja normal. 

Terminaba de colocarse una chaqueta sobre su ropa y se acercaba a donde estaba el mayor revisando un par de cosas acerca del que podría ser su siguiente trabajo, camino hasta donde estaba abrazándole por detrás y dejando un beso en su mejilla.

-¿Qué es eso?-no reconocía lo que mostraba la pantalla solo mostraba un recuerdo diciendo una fecha, hora y lugar, uno que conocía de memoria: Gotham.

-Es una especie de reunión entre villanos que se lleva a cabo cada 5 y 3 años. Hace cinco años se llevo a cabo de Ciudad Central y fue ahí donde hice un pequeño trato y alianza con el payazo y acertijo.

-En otras palabras fue cuando planeaste secuestrarme- dijo fingiendo un poco de dolor y enojo, no lo estaba para nada podría decirse que fue lo mejor que le había podido suceder.

-La idea del fármaco no me perteneció y debo admitir fue ingeniosa por parte de acertijo -ya me había contado del trato que hizo con ellos.

- Ya han pasado cinco años desde que estoy junto a ti, el tiempo ha pasado muy rápido- se había acostumbrado tanto que la noción de años que había estado con él la había olvido - ¿entonces iremos?

- No estoy muy seguro de ello- no lo mostraría ni diría pero tenia miedo de que si regresaban a ese lugar Richard podría decidir quedarse o bien el murciélago o el velocista se lo quitarían de sus manos.

- Tenemos que ir y hacer un trato con Frío, necesitamos uno de sus reactores- estaban trabajando en una nueva maquina que les ayudaría a producir mayor cantidad de robot y municiones necesitaban un buen sistema de enfriamiento pues se sobrecalentaba demasiado y Frío tenía el dispositivo perfecto.

- Así es -apretó con fuerza uno de sus puños le molestaba la idea de ir a ese lugar, el menor se percato de ello y giro la silla en la que estaba para sentarse en sus piernas quedando a centímetros de él.

- Se que te molesta la idea de ir - pasaba sus manos por el pecho bien trabajado del contrario - pero tenemos que hacerlo necesitamos aumentar la producción de munición, iremos a la "reunión" haremos un trato con él y después nos iremos -se acerco un poco más a su rostro casi hasta rosar sus labios moviendo inocentemente sus caderas- y tal vez, solo tal vez podemos hacer algo divertido.

- Suena bien - atrapo sus labios en un beso apegando más su cuerpo, pero el menor se alejo y quito de encima suyo.

-Voy a comprar un café ¿quieres uno?- pregunto, habían encontrado una pequeña cafetería y probaron las delicias que hacían en el lugar les gustaba el café que preparaban y a Richard le encantaban las galletas que hacían y que a veces Slade le robaba.

- Solo un café 

- Bien, pero no puedes comerte lo que traiga -salió del lugar dejando al mayor viendo fijamente la invitación de la "reunión" soltó un profundo y pesado suspiro antes de dar aceptar, tenía un mal presentimiento.

Síndrome de Estocolmo o amor?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora