Feriae

556 24 10
                                    

Desde temprano comenzó el ajetreo en la mansión Vongola, para todos los empleados era normal que las cosas se agitaran cuando la Décima generación llegaba de visita, sin embargo, para ninguno era un problema, adoraban tener el pequeño Décimo de visita y lo consentían a más no poder el castaño era un amor de persona y se había ganado el corazón de todos. Lo primero que escucharon los empleados y que levanto a muchos fue el "Extremo" grito del guardián del Sol ni siquiera había amanecido y ya se encontraba entrenando con todo, un poco más tarde ya teniendo al astro rey apareciendo en el cielo, se pudo escuchar el choque de una pelota contra un bate, la Lluvia había comenzado su entrenamiento; en la mansión todos admiraban a los guardianes del Décimo, el Sol y la Lluvia eran muy dedicados en sus entrenamientos, la Tormenta a pesar de ser volátil y causar varios estragos en sus arrebatos era muy estudioso y constantemente se le veía en la biblioteca leyendo una y otra vez libros que ya había leído en múltiples ocasiones, las Nieblas ocupaban uno de los cuartos de entrenamiento y practicaban sus ilusiones, la pequeña vaquita se la pasaba haciendo escandalo pero a pesar de querer pasar por un despreocupado cuando creía que no lo veían era muy aplicado y estudiaba con mucho entusiasmo, además en esta ocasión no tenían a la pequeña vaquita sino a un joven de 17 años de apariencia cool pero estudiando en una parte de la biblioteca alejado de la tormenta, pero algo que toda la servidumbre se preguntaba eran donde estaban su próximo Jefe y la Nube, por lo regular eran vistos entrenando temprano en la mañana, pero no habían visto ni un solo pelo de los nombrados, Daniela simplemente sonrió, tenía una idea de donde podrían estar por lo que simplemente siguió con sus tareas y le indico a los demás que continuaran para servir el Desayuno.

Siendo las 8 de la mañana vemos reunida a las Novena generación con casi toda la Décima generación y compañía en el comedor, Hayato se comienza a desesperar cuando ve que comienzan a servir el desayuno sin estar su querido Décimo en la mesa.

Hayato: esperen un momento - expreso enojado - el Décimo aún no ha llegado, no pueden servir sin que él llegue - afirmó con molestia.

Daniela: Haya-chan no seas dramático - dijo divertida la Pelirroja (le tenía demasiada confianza a todos) - Tsuna-chan convenció a Kyoya de dormir hasta tarde - comento divertida, cuando los fue a despertar, pudo ver como el castaño refunfuñaba y se abrazaba al Pelinegro pidiendo dormir más, y el Pelinegro sin poder resistirse lo abrazo y se acomodó para dormir más - más te vale no molestarlos, además no es como si pudieras llegar a ellos - advirtió divertida, solo ella tenía acceso a la habitación que compartían el Cielo y la Nube.

Hayato: Tsk, si el Décimo así lo decidió no hay problema - chisto la lengua, para luego sentarse a comer con los demás, aguantando las ganas de matar a la Vaca y al cabeza de césped que se reían de él.

Timoteo veía la escena con diversión al igual que Daniela, sabia lo agotado que estaba su nieto por las tretas de Reborn y no solo eso, mantener su fachada de Dame le estaba pasando factura al pequeño castaño y él lo sabía muy bien; cuando hablo con Hayato luego de que Tsuna le reclamara su decisión de traer a la mansión a sus compañero supo que algo estaba mal y que el arcobaleno había omitido cierta información para su beneficio, enterarse de lo mal que había y continuaba siendo tratado su nieto le cayó como un balde de agua fría, y se molestó más al saber que no solo eran los estudiantes sino también algunos de los profesores en especial el titular de clase de Tsuna, por eso le pidió a Reborn que también los incluyera, el mismo se haría cargo de darles una lección a quienes se supone deberían velar porque sus estudiantes crecieran en el mejor ambiente. Sonrió inconscientemente cuando recordó la cara de Coyote al recibir el plan de su sucesor, su mano derecha no podía creer que el tierno castaño planeara algo como eso y cuando le advirtió que el castaño quería que los daños que se hicieran en los próximos meses recayera en el ex-arcobaleno, no pudo más que carcajearse y decirle que se lo había ganado por molestar a su nieto y ocultarle información, cuando menciono lo último Coyote se puso serio y llamo a los demás guardianes para la luego exigirle que contara todo; las expresiones de sus guardianes al contarles lo que hablo con Hayato sobre Tsuna eran de molestia y luego de que todos leyeran el plan sonrieron con sadismo, para luego decir que apoyarían al castaño en todo lo que quisiera hacer, que sentían pena porque era seguro que algunas áreas de la mansión se dañaran, pero que ellos mismo le iban ayudar a darle un la lección a los "profesores" y así pusieron en marcha la planeación para hacerlos sufrir.

Viaje a ItaliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora