Viaje a Italia

Segreto

La Pelirrosa seguía el apresurado paso del Peliblanco, mientras su cabeza era un lio. Las palabras de Kyoya la habían lastimado, en la respetaba por su fuerza y la aceptaba tal y como era; por eso mismo se sintió herida al haberlo decepcionado, pero se sintió peor al entender como la Pelirroja a la que quería pero le temía se sentía al no tener la confianza de nadie en la mansión Volkov desde que su abuelo murió, recordó cómo se había sentido el ser más inútil del planeta cuando iniciaron las pesadillas y destruyo parte de la mansión durante una de las fiestas de su abuelo. Ya era suficiente con sentirse completamente asustada de su poder, para que tuviera que añadirle el desprecio y miedo de los que estaban a su alrededor, ver como se echaban para atrás como si fueras la peste, hundirte en la soledad y el temor de no ser aceptado; si no fuera por su abuelo, su padre y su hermano Luka se hubiera hundido en la desesperación, desesperación en la que la Pelirroja se hundió el día que su abuelo murió y nadie más le tendió una mano por temor. Kyoya tenía razón eran unos idiotas, le hizo a la Pelirroja lo que ella temía que le hicieran, y sin embargo la Pelirroja siempre le regalaba una sonrisa.

Sarka: ettooo!!!, Toru-san - llamo con duda al Peliblanco - al terminar puede llevarme con Daniela, por favor - pidió con miedo a un rechazo.

Toru: por supuesto - contesto con seriedad - aunque, nos tomara tiempo encontrarla - menciono con vergüenza - tiene por costumbre andar de aquí para allá, por lo que es muy difícil de ubicarla - explico con ligera diversión, la Pelirroja era un caso, gustaba de molestar y divertirse a costa de todos en la mansión - solo Kyo-san y Tsuna-san pueden saber dónde está o llamarla - aseguro con calma.

Sarka: sigue siendo la misma - aseguro con una sonrisa - me alegro de que haya encontrado un lugar al que llamar hogar - dijo con nostalgia - el lugar que no le pude dar - comento con ligera tristeza.

Toru: ella también te considera su familia - menciono con una sonrisa calmada - recién llego a la mansión te mencionaba con frecuencia, cuando le regalaban algo o cuando veía los desastres de la Décima generación siempre hablaba de ustedes como su familia - aseguro con una sonrisa.

Sarka: una familia que no le brindo lo que realmente necesitaba - comento con tristeza.

Toru: lo desconocido causa temor - afirmó con calma - tengo entendido que por esa época sus pesadillas recién habían comenzado, así que tenían las manos llenas para tratar con algo más - comento con serenidad, era de conocimiento público en la sede de la Nube la situación y parte de la historia de los Volkov (Kyoya había ordena una investigación profunda cuando hicieron contacto con ellos) - no se lo tome a mal pero, a mi parecer el destino de Daniela era estar en Vongola - aseguro con una sonrisa, ya que para él fue lo mismo, siempre sintió que no encajaba hasta que Tsuna lo encontró herido luego de una batalla y junto a Kyoya le dieron un hogar en la sede de la Nube - Shoichi - llamo ingresando al laboratorio, pero siendo obligado a retroceder con la Pelirrosa en brazos y lanzado un escudo, ya que una explosión los recibió.

?????: cofcofcof, están bien? - pregunto un voz ligeramente aguda - Toru-san? - llamo al Peliblanco que había identificado por su voz.

Toru: cuando será el día que pueda entrar, sin que mi vida Peligre - se quejó el Peliblanco mientras se acercaba al Pelirrojizo y lo ayudaba a levantarse - ni se te ocurra decirme con que andan jugando, no quiero ser parte de esto cuando es más que obvio que va a salir mal - riño con ligera diversión - y los otros dos locos, Shoichi? - comento preocupado, si algo pasaba y se dañaban los planes de Tsuna iban a ser paletas heladas.

Shoichi: Spanner, esta allá - señalo con tranquilidad al Rubio que estaba inconsciente al otro lado de la habitación - y Giannini está en Cedef a petición de Orégano - explico con calma - y a que debo tu visita? - pregunto intrigado, eran muy pocas la veces que el Peliblanco iba al laboratorio, siempre que podía los evitaba, y con razón era muy inteligentes, pero les falta sentido común por lo que muchas veces terminaban heridos.