Nito Diem

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El sábado llego, y con ello el tan esperado examen. La Nube desde la noche se había encargado de organizar y ordenar todo para que todo saliera perfecto, no podía haber espacio para el error, si algo salía mal los planes del Cielo tendrían que cambiar y eso no sería bueno para ellos. Daniela se encargó de los espacios que se utilizarían, cada examinado estaría en un lugar diferente con dos Tutores, uno enviado por el ministerio de educación de japón y el otro un designado de la rama de la Nube seleccionado por el Azabache.

El primero en levantarse fue el Azabache, contemplo un rato el rostro dormido de su Conejo y luego dejo un beso en su frente, se ducho rápidamente y una vez cambiado se reunió con Daniela en el recibidor, ordeno a todos que vigilaran hasta el último detalle y le recordo que nada podía salir mal; el examen iba a constar de dos partes por lo que se tendría un break al mediodia para el almuerzo. Luego de algunas horas en las que el Azabache vigilaba todo lo que se estaba haciendo, el Castaño despertó a falta del calor al que se había acostumbrado; con calma se alisto para salir e ir directo a la cocina por su anhelado café y desayuno, en su camino se encontró con el Azabache pero lo observo a la distancia con una sonrisa, su huraño novio estaba dando todo para que el día saliera perfecto. Luego de contemplar al Azabache por unos minutos entro a comedor donde la Pelirroja lo recibió con una sonrisa, le sirvió un café y unas tostadas con mermelada mientras terminaban el desayuno.

Takeshi: yo, Tsuna buenos días - saludo el animado Pelinegro con rastros de agua en su cabello lo que daba a entender que recién había terminado su entrenamiento.

Tsuna: Takeshi, buenos días -respondió con una sonrisa calma - y Hayato? - pregunto por el Peliplata, se le hizo raro no verlo era el que lo saluda primero entre todos sus guardianes cuando no se le daba por hacer pereza en su habitación.

Takeshi: fue con Ken - respondió con una sonrisa - quiere ver que Mukuro no lo despierte de forma traumática y olvide todo lo que ha estudiado - explico con diversión, aunque con ligera preocupación ya que era algo que podría suceder, pues la personalidad del Peli-índigo era sádica por naturaleza.

Chrome: Nii-san no va a hacer algo como eso - dijo la Peli-índigo, entrando en la cocina agarrando de la oreja al Peli-índigo - buenos días, Boss, Takeshi - saludo a los dos jóvenes, que la veían con una gran gota al ver como llevaba a la Niebla, solo ella se salvaba de cualquier venganza que se le ocurriera al Peli-Indigo.

Mukuro: Kufufufufufufu, Nagi no tires tan fuerte - rio como de costumbre tanto de ocultar el dolor y evitar mostrar su herido orgullo - mi pequeño petirrojo que tenemos de desayunar? - pregunto para dejar de ser el centro de atención, más no funciono ya que la Pelirroja se hecho a reír - Nagi, prometo quedarme quieto, podrías soltarme? - rogo apenado el Peli-índigo.

Chrome: Tsk!!!, si se te ocurre alguna de tus jugarretas o hablo con Elena-nee - chasqueo la lengua, para amenazarlo y soltarlo bruscamente dejándolo en el suelo - entendido Nii-san? - se aseguró recibiendo un asentimiento del Peli-índigo.

Daniela: Chro-chan no tienes que ser tan cruel - comento con sorna - Piña-san esta aterrado -se burló del Peli-índigo que seguía en el suelo indignado ante el trato que le dio su pequeña hermana - aquí tienen su desayuno - dijo mientras le servía un desayuno al estilo japones con pescado asado, una porción de arroz, sopa de miso y jugo de naranja.

La Pelirroja se rio a costa del Peli-índigo durante un rato más en el que llegaron los guardianes de faltantes de Castaño junto con las Chicas y los subordinados del Peli-índigo que era una nube depresiva a en una esquina de la cocina llamando la atención de los recién llegados. Ken y Chikusa querían ir con el que era su jefe, pero una mirada de la Peli-índigo menor fue suficiente para que mermaran sus intenciones y comenzaran a desayunar; mientras la Niebla menor aterraba a los que consideraba sus hermanos, la Pelirroja sintiendo lastima por el Peli-índigo se acercó con disimulo y le entrego una bolsa con barfis recién hechos y con una sonrisa acompañada de una seña de silencio desapareció de la cocina como era su costumbre. El Peli-índigo sonrió de forma imperceptible, el pequeño Petirrojo le acaba de regalar una bolsa con su dulce favorito, en silencio abrió la bolsa y comenzó a deleitarse con una pequeña barra de leche; sonrió para sus adentros sin pena, la Pelirroja era tan similar a él, les encantaba molestar a todos y sacarlos de sus casillas, sin embargo consideraban a todos los que los rodeaban su familia, aunque él no lo demostraba la Pelirroja si, lo único en lo que diferían era que la Pelirroja era verdaderamente sincera con ella misma y con los que la acompañaba, mientras a él le costaba sincerarse consigo mismo, ni que decir de a quienes consideraba sus hermanos, o su familia o su salvador, el Castaño realmente lo había salvado sin pedirle nada a cambio, incluso luego de que gracias a el Vindice lo liberara él lo dejo ser libre y nunca lo ato.

Viaje a ItaliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora