[Yoongi Pov]
La cafetería a un lado del edificio donde me hospedaba era cálido y muy agradable. Después de muchos días pasando frente a sus ventanales amplios y anuncios adornados con luces led, al fin decidí entrar para matar el tiempo.
Era sábado, el tercero que pasaba en Seúl. Pensé en invitar a Joy o Taehyung pero no me atreví a llamarles, seguramente ellos ya tendrían algo más entretenido que hacer el fin de semana.
Al final, terminé yendo alrededor de las siete y me senté en una mesa frente al amplio y lustrado ventanal. Pedí un iced coffee y me dispuse a leer el libro que llevaba debajo del brazo. Después de cinco minutos releyendo el mismo párrafo una y otra vez para entender lo que leía, cerré el libro y suspiré en señal de derrota.
No podía concentrarme, a mi mente no viajaba ningún pensamiento, no me movía a ningún lado, simplemente me mantenía ahí en Seúl, atrapado en una ciudad que me parecía vacía a pesar del ruido y sus enormes construcciones.
Permanecía en un estado de anestesia. Despertaba, tomaba el desayuno, me daba un baño, iba a trabajar, caminaba por los pasillos para despejarme, tomaba café, saludaba a Joy o Taehyung si los encontraba merodeando por ahí, volvía a mis planos, comía, regresaba a casa, me daba otra ducha y perdía el tiempo hablando con Yoyo y Jin hasta quedarme dormido.
Nada de esto me habría molestado de no ser por una persona: Park Jimin.
Lo rutinario no me molestaba, de hecho, estaba habituado a esa forma de vida desde que tengo memoria. Ningún aspecto de lo que rodeaba mi existencia en Seúl hubiera sido tan desequilibrada si no hubiera vuelto a encontrarme con mi mejor amigo de la adolescencia.
Desde el primer momento en que le vi dentro de la sala de BitHit Constructions, mi vida no volvió a ser la misma. Ahí de pie, con sus enormes ojos y manos regordetas, puso de cabeza la estabilidad que encontré desde su partida.
Ahora, no podía dejar de pensar en lo mucho que crecimos estando separados, de lo mucho que cambió y de lo bien que estuvo sin mí. Y sí, por supuesto que entendía lo patético de mi postura, pero simplemente no podía evitar sentir aquellas cosas.
Park Jimin fue alguien importante, alguien a quien quise con todo mi corazón inocente y joven. Fue mi amigo, mi compañero, mi cómplice y confidente. Con él conocí la empatía, la felicidad, el amor, la mágica sensación de tener un verdadero amigo, el miedo, la tristeza y la soledad.
Y a pesar de todo, nunca me sentí tan rencoroso contra él como lo hacía ahora. Jimin no sólo había olvidado nuestro lazo, nuestro pacto de ser amigos hasta el último día de nuestras vidas; sino que había jugado también con mis sentimientos.
Al reencontrarnos, corrió hacia mí como solía hacerlo en el pasado y me abrazó con una fuerza que desarmó la fortaleza que construí alrededor de sus memorias. Creí que al fin había recuperado a Jimin, a mi mejor amigo. No obstante, todo fue una mentira.
Horas más tarde, cuando me dispuse a buscarle para volver juntos a casa, Park Jimin me sonrió incómodo y prometió invitarme la próxima vez a tomar un trago. Sentí su rechazo y desacomodo mientras Kim Namjoon lo esperaba en la recepción con mirada curiosa.
Sus ojos me miraron expectantes, llenos de un brillo que bien conocía, pero su cuerpo y voz me repelieron como si yo fuera una amenaza. Ni siquiera me miró a los ojos cuando dijo que le daba gusto verme de nuevo y me quedé ahí con un mal sabor, inquieto y sintiéndome un completo idiota.
A la mañana siguiente, en la presentación del proyecto, apenas me sostuvo la mirada cuando entró. Entendí lo que ocurría y decidí alejarme de él por mi bien y el suyo. Estaba claro que lo incomodaba, que yo ya no era su amigo, que era un extraño que no tenía posibilidades de entrar de nuevo a su vida.
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Amigos [YoonMin]
FanfictionJimin y Yoongi fueron mejores amigos hasta que su familia se muda a otra ciudad debido al nuevo empleo del señor Park. Ambos prometen jamás perderse de vista, pero, ¿Qué pueden hacer dos simples adolescentes contra la distancia? Con el pasar de lo...