Amigos [YoonMin]

Capítulo 35

[Jimin Pov]

En el momento en el que Taehyung abrió la puerta, sus apagados ojos se llenaron de nerviosismo. Estaba pálido y seguramente tenía resaca, lo supe por el sutil olor a vodka que tenía impregnado en la piel.

Teniéndolo frente a mí, tuve la urgente necesidad de acariciarle el rostro, de consolarlo y llenar de besos sus labios fruncidos. Las heridas de su pelea con Yoongi ya no estaban hinchadas, ahora sólo les rodeaba un tenue color violeta y una capa de piel endurecida en las partes más afectadas.

Ambos nos miramos, no pudimos hablar o movernos por lo que pareció una eternidad angustiosa. Cuando sus ojos miel se posaron en el golpe que me propinó, pude ver un atisbo de vergüenza asomarse entre sus enormes pupilas negras.

—Hola, Taehyung... —musité.

—¿Qué haces aquí, Jimin?

Su voz tenía impregnado el rencor y despecho que le causó mi engaño. Lleno de culpa, bajé la mirada y luché con todo mi valor por no huir despavorido. El Taehyung alegre y amoroso que tanto quería no estaba más, al menos no para mí.

La traición es el peor de los venenos. Perder la fe en alguien que seguiste con los ojos cerrados, es sin duda un suplicio que se carga eternamente, que te hace no sólo perder la seguridad en ti, sino en todos.

Lo sabía muy bien, aquel gesto en el rostro de Taehyung era el mismo que yo tuve cuando Lee Taemin me confesó que se había acostado con un chico que conoció en una noche de copas.

La misma flecha que un día atravesó mi corazón, la utilicé para atravesar el corazón de un ser tan puro y alegre como Taehyung.

—Vine a pedir perdón —respondí con los ojos clavados en el suelo.

—Eres muy considerado, Park Jimin, qué amable...

Señor Park, Jiminie, aquellos apodos jamás volvería a escucharlos. Un sentimiento triste inundó mi pecho. Descubrí en ese instante lo feliz que me hacía el amor de Tae, lo mucho que llenó mi vida su cariño y el vació que dejaría su ausencia.

—Tae, yo...

—No somos novios y jamás volveremos a serlo —interrumpió con el rostro ensombrecido por la molestia—. Se terminó para nosotros, yo no soy segundo plato de nadie.

Levanté la mirada, sus ojos entornados me hicieron respingar.

Alguna vez, escuché en BitHit Constructions que Kim Taehyung era una persona dividida en dos partes para el mundo. La primera parte y la más conocida, era aquella que mostraba a un chico jovial, amistoso y encantador; un chico capaz de endulzar el más amargo de los ambientes.

Y la segunda parte, era aquella donde habitaban las personas que no lograban atravesar su filtro de aceptación. Esta parte no recibiría nada más que una sonrisa sardónica y gestos forzados que en vez de incomodar, intimidaban; sumergiéndote así en un ciclo sin fin por buscar su aceptación, logrando en la lucha, alejarlo de ti para siempre.

Jamás creí que fuera cierto, me resultó difícil creer que en el Kim Taehyung que conocía existiera una parte tan apática. Pero podía constatarlo ahora, aquella parte oscura que tanto temían los admiradores de mi ex novio, era cierta.

—Taehyung —hablé en voz baja—, de verdad lo siento, jamás fue mi intención herirte.

—¿Y qué pensabas que iba a pasar? —sonrió mordaz— ¿Supusiste que tendría un poliamor contigo y Yoongi? No digas tonterías, Jimin.