Capítulo 27

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[Jimin Pov]


El fin de semana fue lento, demasiado triste como para fingir que estaba bien. A Taehyung no le quedó de otra más que aceptar mis excusas cuando al llegar a mi departamento, me encontró hecho un mar de lágrimas.

"Estoy cansado, el museo me tiene bastante nervioso"

No creyó ni una sola palabra, aún así, me consoló y dejó que llorara en su regazo sin hacer más preguntas. Tal vez fue mi idea, el pesimismo que de pronto me rodeaba, pero Taehyung también se veía triste, abatido por algo que no concernía a mí o a nuestra relación.

Quise preguntarle qué ocurría, pero en mi mente sólo estaba el rostro vacío de Yoongi cuando me despidió en la puerta horas después de que Geumjae nos dejara solos. 

"Me voy a casa" suspiré, observando cómo asentía con la mirada en el suelo.

Levanté su mentón para que me viera a los ojos, Yoongi me miró decepcionado, bastante dolido.

"Te amo, Yoongi"

"No lo suficiente" musitó "No como para dejarlo todo por mí"

Su voz desolada retumbó nuevamente en mis oídos, lanzando ráfagas de tristeza a mi corazón.

¿Acaso no lo veía? ¿No se daba cuenta de que todo esto era por él? ¿Se atrevía a pensar que no lo amaba lo suficiente como para dejarlo todo? Claro que podía, estaba dispuesto a abandonar Corea y vivir bajo un puente en China si era con Yoongi. Pero yo no podía pedirle lo mismo a él.

No me atreví a arrebatarle a su familia, a sus amigos. En Jeju le vi interactuar con Seokjin como si fuera su hermano, ambos se reían de las mismas cosas, se sentían cómodos y hablaban añorando su tiempo juntos en Daegu.

También vi el amor que siente por su prometida, la forma en la que tiene cuidado de no herir sus sentimientos por mucho que eso le lastime a él. Vi el amor desmedido que Jo Yiseo siente por Yoongi, la forma en la que lo mira como si fuera lo único que existe en el planeta.

Recordé a su hermano, a sus padres, a su abuela; me fue imposible no rememorar el amor con el que trataban al menor de los Min. Y por las palabras de Geumjae, era obvio que la familia de Jo Yiseo también le amaba.

Yo no podía quitarle eso, no podía arrebatarle a Yoongi su vida entera sólo para que pudiéramos estar juntos. Min Geumjae tenía la razón, yo de verdad le amaba, y por eso, tenía que ver por Yoongi y su bienestar, incluso si eso me dejaba a mí a un lado.

Así pasaron tres días más en los que Yoongi y yo apenas hablamos en la empresa o el parque Namsan. La tarde del segundo día, entró a mi oficina sin precio aviso, me besó en los labios y se fue en silencio.

El tercer día, tuvimos una junta con los accionistas de Serendipity. Pidieron que tanto Yoongi como yo estuviéramos presentes, pues los cimientos y estructura del museo estaban listos.

Yoongi les mostró los planos aprobados por la junta, les detalló todo cuanto preguntaran mientras yo le miraba en silencio, deseando arrojarme sobre la mesa para poder tocar sus manos, sus brazos blancos y su rostro.

Cuando fue mi turno de hablar, Yoongi apenas se atrevió a verme. Mostré el diseño final de las salas, los colores y texturas que deseaba plasmar en cada centímetro y escalón del museo. Los accionistas estuvieron encantados, sus ideas habían sido perfectamente plasmadas en mis diseños finales.

Namjoon me miró orgulloso, incluso Yoongi sonrió ligeramente cuando me felicitaron. Pero en mi corazón, algo se había contraído como un resorte, un resorte que no puede regresar a su estado normal.

Amigos [YoonMin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora