Amigos [YoonMin]

Capítulo 11

[Yoongi Pov]

"¡Ay!" el grito de Jimin me hizo levantar de golpe la cabeza.

"¡¿Qué, qué pasa?!" me puse de pie aturdido.

Jimin estaba sosteniendo un trapeador, acorralando torpemente a una araña en la pared. Su cuerpo pequeño y regordete se estremecía cada que las patitas del insecto se doblaban.

"¡Mátala, Yoongi!" me pidió desesperado "¡Por favor!"

Me pasé la mano por la cara para espabilar, me había quedado dormido mientras hacíamos los deberes. Con pasos torpes me encaminé hacia la araña, muy tarde me di cuenta de que Jimin había traído también una cubeta como arma.

Pisé el balde y me fui dando trompicones hasta empujar a Jimin conmigo, el trapeador y a la araña.

Mi quejido, el grito aterrado de Jimin, la cubeta de plástico rebotando en el suelo y el trapeador golpeando el piso ya había sido demasiado dramático, y aún así, la vida nos preparó más tragedias.

"¡¿Estás bien?!" lo sostuve del brazo.

"¡¿D-Dónde está?!" preguntó Jimin mirando por todas partes.

"¿Qué cosa?"

"¡La araña, la araña, Yoongi!"

Buscamos en el suelo y la pared, recorrimos nuestros uniformes con la mirada sin encontrar bicho alguno. Supuse que había escapado y me alegré. Las arañas eran bichos geniales, se comen a los mosquitos en el verano y también a las moscas en la primavera.

Jamás me atemorizaron los insectos, de hecho, algunos me gustaban muchísimo. Las arañas estaban entre mis bichitos predilectos y nunca creí que aquel día me provocarían tanto horror.

Antes de ponernos de pie, nuestros ojos viajaron al trapeador sobre nuestras piernas. Entre las tiras de microfibra anudadas en la base, la araña salió lentamente, bailoteando con las patas delanteras hacia arriba.

De cerca era más grande, pude ver sus ojos y colmillos. Jimin y yo estábamos paralizados observando al insecto amenazarnos desde el trapeador. Me armé de valentía, levanté la mano para golpearla y sin más, saltó hacia nosotros.

"¡AHHHH!" gritamos al unísono, empujándonos para poder huir de su ataque.

El insecto aterrizó en alguna parte entre nosotros, Jimin agitaba los brazos frenéticamente para quitarlo de su ropa y yo me sacudí el cabello temeroso de tenerlo encima.

"¡QUÍTAMELA, QUÍTAMELA!" chilló.

"¡SIENTO SUS PATAS, PÉGAME, MATALA, JIMIN!"

"¡TÚ BRAZO, YOONGI!"

De pronto nuestra amistad ya no fue tan hermosa e inquebrantable, Jimin se levantó de un brinco y no le importó pisarme el estómago para escapar. Yo me revolqué en el suelo cuando mis pulmones dejaron de abastecer oxígeno, y al caer de espaldas, la arañita murió aplastada por mi cabeza.

"¡Qué asco, se batió en tu cabello!" Jimin se arrojó a mi cama y me miró aún asustado.

"¡Me pisaste!"

"S-Sí..."

Le fulminé con la mirada, pronto nos echamos a reír cuando caímos en cuenta de todo lo que una araña había provocado entre dos adolescentes. A carcajadas, Jimin me pasó el trapeador por el cabello.