calle
La sorpresa que cumpleaños que poché organizó en casa de mis padres estuvo genial me la pasé bien, pero ella dijo que tenía otra sorpresa para mí, eso me emociona para que negarlo, me gustan las sorpresas.
Cuando llegamos a la casa poché se puso rara y me dijo que subiera a la habitación, que haga lo que dice una nota, subí con cuidado ya que no podía encender las luces y eso hace mi curiosidad más grande.
Al llegar al cuarto había una silla en medio y efectivamente ahí estaba la nota, la tomé y abrí para leer lo que decía.
*pon play al reproductor de música sin cambiar nada y siéntate en la silla, por ningún motivo puedes ponerte de pie <<disfruta del espectáculo>>*
Puse la música tal como me dijo y me senté en la silla, estaba ahí por unos segundos cuando escuché que la puerta se abría de a poco, pero no distinguía nada ya que el cuarto estaba a oscuras, sabía que se trataba de poché, pero no podía verla.
_ feliz cumpleaños mi amor – dijo con una voz realmente sensual, prendiendo el interruptor y el cuarto se tornó de color azul, ahí estaba ella parada con unas botas de cuero, una falda diminuta y solo un brasier de encaje del mismo material, todo de color negro, dios se la veía tan jodidamente sexi con eso puesto y cuando creí que eso era todo camino unos pasos hacia mí y comenzó a bailar, mi respiración se tornó pesada y no podía despegar mis ojos de ella, cada movimiento, el vaivén de sus caderas me estaba enloqueciendo, quise pararme pero ella hizo un gesto con el dedo de forma negativa y me ordenó sentarme inmediatamente obedecí, verla en esa faceta me calienta y mucho, se acercó bailando y se detuvo a menos de 10 centímetros de mí, me removí en la silla y tuve que poner mis manos en mi entrepierna porque estaba ya muy dura y ella seguí meneándose frente a mí, se inclinó un poco para poner su rostro cerca al mío sin dejar de moverse, mis ojos viajaron a sus labios y ese escote que no está ayudando para nada a que callecito esté quieto, me mordí el labio al sentir su aliento en mi rostro.
_ ¿quieres tocar? – dijo con esa sensual voz muy cerca de mi oído erizándome la piel, no pude formular ni una sola vocal y solo pude mover la cabeza afirmando.
Ella comenzó a acariciar mis piernas muy lentamente, me estaba torturando y yo lo estaba disfrutando, aunque no creo poder aguantar mucho, poche está terminando con la poca cordura que me queda.
En un ágil movimiento se subió sobre mí y comenzó a mover sus caderas rozando mi miembro, un gemido salió de mí y vi cuando ella sonrió por lo que acababa de causar.
_ poché quiero hacerte mía – le dije tratando de controlarme, aunque eso ya no estaba funcionando.
_ con una condición – dijo con la voz ronca, sé que ella también está muy caliente y tiene la necesidad de unir nuestros cuerpos.
_ lo que me pidas mi amor
_ quiero que me hagas el amor toda la noche y no solo en este cuarto – dijo con los ojos llenos de lujuria.
_ no pensaba dormir esta noche – dije cargándola, ella envolvió sus piernas a mi cintura y comenzamos un beso lleno de pasión, choqué mi erección en su centro y un gemido escapó de su garganta, la llevé hasta un mueble y la senté sobre él, pegué mi cuerpo al de ella y específicamente en su centro, la alcé un poco y subí la diminuta falda dejándola solo en esa tanga roja que está usando, ella abrió mi camisa de un tirón destruyendo los botones, eso me enloqueció más, la dejé desnuda de la cintura para arriba, me quedé viendo su hermoso cuerpo por unos segundos, deleitándome con la vista que me brindaba, pasé mi lengua por sus pezones erectos y ella arqueo la espalda, besé sus pechos y subí por su cuello, la tomé de la nuca con una mano y con la otra comencé a recorrer su cuerpo, acaricie cada milímetro hasta que llegué donde más me necesitaba, aventure mi mano a su centro comencé a darle placer, ella ahogaba sus gemidos en mi boca y eso me encantaba, saber que soy yo la única que puede hacerle el amor de todas las formas posibles.