Poché
Los próximos días estaba muy nerviosa, no quería volver a ver a Mario, pero quería que se pudra en la cárcel por todo el daño que le hizo a mi familia. Pero también estaba feliz porque hoy después de casi una semana desde el incidente del supuesto engaño Dani saldrá del hospital y eso es maravilloso, por fin estará en casa con su familia.
_ ¿estás lista?
_ si lau ya vámonos que quiero ver a Dani – dije tomando mis cosas y saliendo de la casa, Laura se ofreció llevarme a recoger a Daniela.
El recorrido al hospital fue muy rápido, no pasaron ni 15 minutos y ya estábamos estacionándonos en las afueras de ese hospital, bajamos del auto y nos dirigimos a la habitación de calle, donde encontramos al doctor revisándola.
_ todo está muy bien, ya puede ir a casa – dijo firmando el alta
_ gracias doc – dijo Daniela estrechando su mano
_ espero no verte por aquí de nuevo y menos por otra herida de bala – dijo el médico dirigiéndose a la puerta.
_ me verá por aquí pero cuando nazca mi bebé – dijo acariciando mi vientre
_ pues felicidades – dijo saliendo del cuarto
_ ¿ya podemos irnos? O ¿lo harán nuevamente en el baño? Porque si es así puedo salir y por favor esta vez no olviden nada
_ deja de decir estupideces Laura y mejor dame la ropa para que calle se vista – le dije extendiendo la mano, ella me dio la maleta y se dirigió a la puerta
_ las espero afuera, no quiero ver a callecito nuevamente – dijo cerrando la puerta.
_ no cambiará nunca – dijo Dani sonriendo, saqué toda la ropa poniéndola en la cama y ayudando a quitarse la bata, wow quedó completamente desnuda al frente mío, ella se acercó peligrosamente hacia mí.
_ ahora no suena nada mal la idea de Laura – dijo susurrando en mi oído
_ ¿idea? – fue la único que dije porque ella empezó a besar mi cuello.
_ las dejo solas un minuto y ya están cogiendo – dijo Laura con los ojos cerrados, Dani y yo comenzamos a reír por sus ocurrencias
_ no abras los ojos y vete que aún no termina de cambiarse – dije sacando a Laura de la habitación
_ está bien, pero pueden dejar sus cochinadas para después que tenemos que ir a la comisaria para que testifiquen – dijo y cerré la puerta detrás suyo
_ mejor termina de vestirte porque tu amiga entrará nuevamente en un minuto – dije riendo y calle se contagió.
_ ¿me pasas mi ropa interior porfa?
_ si, aquí tienes – dije extendiéndoselo, ella lo tomó y me sonrió
_ son mis favoritos – dijo dándome un beso
_ lo sé por eso los traje y ahora póntelo que eso despertará – dije viendo su entrepierna
_ demasiado tarde, pero igual me lo pondré – dijo acomodando a su amigo de un modo que no duela porque ya estaba despertando.
Y tal como lo dije Laura volvió a entrar cuando le ayudaba a ponerse las zapatillas mientras ella se colocaba la camiseta.
_ ¿listas? Porque me acaba de llamar German, nos está esperando – dijo tomando las cosas y nosotras la seguimos, nos subimos al auto y Laura condujo hasta la comisaria. Al llegar tal como lo dijo Laura ahí estaba German.