•Amor en crisis•(#17 del futuro y tu)

.-Capítulo 42

•[Fiel amigo]•

«¿Cambiar o mejorar?»

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El sonido de la lluvia golpeando la madera fueron más incesantes mientras (Tn) despertaba poco a poco. Se sentó y tocó su frente, había un poco de sangre, probablemente se golpeó a la hora de caer.

¿A la hora de caer?, ¡claro!, ahora recordaba que hubo un hombre caminado de manera amenazadora hasta ella y que luego no pudo ver nada más ya que recibió un fuerte golpe en su nuca.

Se puso de pie lo más rápido que pudo e inspeccionó el lugar en el que estaba, era su cobertizo.

Abrió unos cajones, buscando vendas y alcohol de cual estaba segura que tenía. Busco en el siguiente cajón y los encontró. Con algo de cuidado tomó un poco de algodón y lo puso en su herida, era un alivio que la herida se escondía en su cabello, no era tan visible a la vista.

Después de colocar una pequeña venda ahí, fue hasta la puerta de su cobertizo e intentó abrirla. ¡Maldita sea!, estaba cerrada por fuera.

Tomó una vieja escalera que tenía en ese lugar y trepó hasta una pequeña ventana que se encontraba en la parte de arriba, la abrió y miró por todos lados para ver si seguían por ahí, no por nada la habían encerrado en su cobertizo.

—¡Aquí hay mucha comida!— escucho la voz de uno de esos hombres dentro de su vivienda, esos desgraciados se habían apropiado de su casa.

Mordió su labio inferior y regresó al cobertizo, ¿que podía hacer ella contra dos hombres?, aunque quisiera no podía sacarlos de su casa, eran altos y fuertes, y ella solo era una chica indefensa y enferma, ni siquiera se veía en la posibilidad de acertar un solo golpe contra ellos, jamás había peleado en su vida.

Sintió algo en el techo de su vivienda, giró a ver y era Lupy quien ingresaba por la ventana del cobertizo y quien de manera desesperada se abalanzó contra ella, pareciera que la había estado buscando un buen rato.

—Oh mi amor, estás empapado y...hueles a café...— (Tn) crujió los dientes, había una parte del pelaje de Lupy que parecía maltratada, esos desgraciados le habían tirado café caliente a su pobre animal.

Abrazó a Lupy con todas sus fuerzas, tratando de pensar en una posible solución. Su corazón comenzó a acelerarse por el miedo y el nerviosismo, si que no podía pensar en nada...

Alguna vez sintió esta sensación, fue cuando 17 se la llevó por primera vez y tan solo pensar que no podía escapar y solo le quedaba esperar a lo que podía pasar, era un sentimiento horrible.

Su labio comenzó a temblar y tragó fuerte para evitar llorar, ¡tenía que hacer algo!, ya no debe quedarse de brazos cruzados y con lágrimas en los ojos, ¡Por favor!, ¡tenía que haber una solución!

Y entonces, la puerta del cobertizo se abrió con brusquedad, ella se levantó de su lugar lo más rápido que pudo y se puso delante de Lupy.

—Valla, ya despertaste— masculló la mujer con un color de cabello similar al de (Tn), solo que el suyo era ondulado y corto.

Entró completamente al cobertizo con una sonrisa torcida, cerró la puerta de una patada y aseguró esta con una llave que guardó en su bolsillo de su chaqueta. Levantó el rostro y se quitó la bufanda para dar por completo la cara.