•Amor en crisis•(#17 del futuro y tu)

.-Capítulo 50

•[La verdad]•

«¿Cambiar o mejorar?»

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—Duérmete pedazo de mi corazón....— cantaba (Tn) a Lupy, quien estaba acostado a su lado.

El animal había despertado en la madrugada, asustado, buscando por todas partes a la joven, temiendo que algo malo le haya pasado.

La muchacha se acercó a él y los lloriqueos de Lupy eran unos de felicidad, cual perrito ve a su dueño después de mucho tiempo.

Ella había cargado al animal con cuidado y lo había acostado en la cama a su lado. Lupy no quería estar solo.

Aún conservaba esa costumbre de acurrucarse como un cachorro a su lado, que recuerdos...

Cuando (Tn) comenzaba sus estudios a los 17 años, en una isla no muy lejana, en compañía de Patrick, fueron a realizar algunos exámenes de zoología. Recibiendo órdenes de los mayores y observando con exactitud el trabajo de cada zoólogo en esa reserva.

Fue en la segunda semana, cuando estaba analizando a un alce asesinado por cazadores furtivos, que encontró dentro de un arbusto a un pequeño serval, muy pequeño y que apenas podía ver.

Desde ese día, la vida de (Tn) se iluminó aún más de lo que estaba.

Su pequeño Lupy la ha acompañado ya 9 años con ella, desde los 17 hasta los 26, ya no era tan joven, sin embargo, ella siempre lo verá como su pequeño Lupy.

Estos animales suelen vivir 10 años en la naturaleza, sin embargo, pueden alcanzar casi los 20 años en cautiverio, y ella había cuidado muy bien de él, ama demasiado a Lupy.

Y estaba completamente agradecida de que él pueda haberse salvado, la pesadilla ya había acabado.

Ambos estaban a salvo.

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La inseguridad lo había azotado por tercera vez en el día, bueno, ahora era de madrugada.

No había regresado a "casa", no se sentía bien, y no precisamente se refería al daño físico. Su mente y corazón estaba asustados.

Si, asustados, el androide número 17 sentía un temor irreconocible, sus manos no paraban de temblar y sus cejas fruncidas no lo habían abandonado, sentía que estaba viviendo una pesadilla en la realidad.

Las palabras de esa despreciable mujer había ocasionado por primera vez, miedo en él. ¿Podría ser cierto lo que dijo esa maldita desquiciada?

Quería ir a casa y pedir explicaciones, preguntar y aclarar dudas, pero se sentía atemorizado de escuchar una respuesta decepcionante, algo...que no estaba dispuesto a soportar.

Él quería comenzar de nuevo, y tenía la gran esperanza de que (Tn) se quede con él para siempre, proponerle ser su pareja, vivir juntos tal y como ella alguna vez le había dicho, quería hacer una vida con (Tn).

Pero, otra vez, lo azotaba las voz de Gina en su cabeza, la tormentosa idea de algo para nada agradable. De algo que ni siquiera había pensando o imaginado.