•Amor en crisis•(#17 del futuro y tu)

.-Capítulo 43

•[Discusión]•

«¿Cambiar o mejorar?»

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—¡Tranquilízate Gina!— dijo el hombre con cicatriz en el rostro llamado Abdiel, quien era la pareja de Gina.

—Si no dejas de moverte seguirás sangrando— completó la frase el otro hombre de cabello gris llamado Abdul, quien era hermano mayor de Abdiel.

Ambos hombres trataban de parar el sangrado con pañuelos húmedos, Abdiel limpiaba el rostro de su mujer con cuidado y Abdul sujetaba las manos de Gina para impedir que se mueva, si seguía así no podrá curarse nunca.

—¡AH!— gritó de dolor ella al sentir el alcohol contra su rostro, esto era tan horrible y humillante.

Después de un buen rato, Abdiel pudo detener el sangrando con una sola solución, coser la mejilla derecha de Gina ya que la herida había sido de profundidad.

La casa se llenó de gritos de desesperación, dolor y agonía, los dos hombres trataban de hacer oídos sordos a los llantos de la mujer, pero era inevitable, desearían tener siquiera un poco de anestesia.

Finalmente, por el anochecer, Gina dormía en la habitación de (Tn), después de padecer una de las peores torturas de su vida. Los dos hombres se quedaron en la sala de estar, pensando y lamentándose de la situación. Gina no solo tenía una gran cicatriz en su rostro, si no que también había perdido su ojo derecho.

Aquel horrible animal...

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(Tn) se sentó agotada en el suelo, una vez que había corrido lo más lejos posible de su hogar. No había sentido el cansancio debido al miedo, sentía que ellos la estaban siguiendo, que la encontrarían, que la torturarían y la matarían.

Ahora estaba refugiada al lado de un gran árbol, con una pequeña manta que la cubría para poder evitar el frío. Sus piernas no eran un problema, Lupy estaba sobre ellas y les brindaba calor.

Observó el vacío, era de noche y el bosque se veía muy oscuro, casi tenebroso, como una película de terror, el viento parecía hablar y los sonidos desprovistos provocaban pequeños saltos en ella.

Apoyó su cabeza en el árbol y trató de consolidar sueño, un profundo sueño.

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(Tn) ordenaba la ropa de sus cajones con una expresión no muy tranquila y feliz.

El androide y ella habían tenido una pequeña discusión en la mañana, (Tn) escuchó algo muy desagradable en la radio sobre el ataque de los androides: habían acabado con los refugiados del este.

Y cuando 17 llegó con ella, como todas las mañanas, notó el cambio de humor en ella, no le hablaba mucho y no había recibido su acostumbrado beso.

En vista a eso, 17 le preguntó a qué se debe su actitud y ella optó por responderle: volviste a destruir, ¿por qué sigues haciendo esto?, esas personas no merecían eso, ¿que ganas matando y destruyendo 17?

El azabache crujió los dientes, ella lo había escuchando todo por esos malditos noticieros. Así que no pregunto más y decidió irse de la casa, sin disculparse y sin dar explicaciones, simplemente se fue y no volvió en todo el día.