•Amor en crisis•(#17 del futuro y tu)

.-Capítulo 18

•[Complemento]•

«¿Cambiar o mejorar?»

••••••••

—Oh Lupy, si supieras cuanto lo extraño— dijo ella, dando un gran suspiro de lamentación.

Ambos volvieron a la mesa en la que estaba su desayuno, (Tn) limpió sus lágrimas y se sentó en la silla con Lupy sentado cerca de ella, tomó sus cubiertos y comenzó a devorar su desayuno.

—Hola— saludó el androide que había decidido salir de su escondite. (Tn) volteó la mirada am escuchar su voz, su semblante cambió y regresó su vista a su plato. El ambiente se tornó incómodo con su sola presencia.

—Hola— respondió entre dientes, el día había iniciado bien y se malogró en un instante, suspiró para relajarse y tomó un sorbo de té.

—No sabía que te gustaba cantar— comentó 17, tratando de buscar tema de conversación o siquiera aliviar la tensión.

—¿Me escuchó?, no sabía que andaba por ahí— pensó ella, mientras masticaba.

(Tn) no respondió y siguió dando bocados a su comida, no lo miraba, ¡si que lo detestaba!

Diecisiete frunció más el ceño, no le gustaba que lo ignoren, fue hasta la mesa y colocó ambos brazos apoyándose en ella para mirarla de más cerca.

—Te estoy hablando— recriminó 17, alzó una mano para coger su mentón y levantarlo, obligándola a mirarlo, estaban tan cerca.

Ella soltó los cubiertos y trató de controlarse, la repentina acción del androide la había tomado por sorpresa. Prefirió no decir nada.

Diecisiete veía cada una de sus facciones, su tez blanca, casi pálida, sus labios mojados y sus ojos marrones, no podía describir lo que veía en ellos, pero no era agrado.

Chasqueó la lengua y se acercó más a ella, el estar tan cerca de ella le hacía recordar aquella noche, donde recibió su primer beso, ahora que lo piensa no se lo había comentado, ninguno de los dos habían hablado de eso.

—¿Que quieres?— reclamó la chica.

—Cállate— contestó.

No parecía incómoda, él había querido borrar ese recuerdo de su mente, ese día él permaneció temblando un buen tiempo después del beso, que sensación para más extraña. Le agradó y a la vez no.

Él estaba acercándose más y más, (Tn) alzó la cejas al ver su comportamiento extraño, sus narices ya rozaban y cuando estaba por colocar sus labios sobre los suyos (Tn) reaccionó, de un empujón se alejó unos centímetros y tomó la taza de té para lanzarla sobre 17, dejándolo paralizado.

—¡¿Qué te pasa?!— gritó 17 limpiando su cara y cuello, estaba empapado de té. Dio justo en el blanco, sus ojos.

—No me toques— se levantó de la mesa y sin perder la compostura, se dirigió a la cocina con el plato ya vacío.

—Idiota— susurró 17, sacudió su cabeza y limpió su rostro con su pañoleta, ¡genial, tendrá que usar un nuevo atuendo!