Regalo

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Advertencia ⚠️ sexo explícito +🔞

Jakku, tres meses antes.

Una nave del antiguo imperio descendió sobre el desierto de Jakku y sus dos ocupantes se sorprendieron al ver el lugar.

—Llegamos —murmuró el piloto.

—¿Aquí es? —preguntó su acompañante.

—Según las coordenadas que me dio el caballero Jedi, este es el lugar —Anakin se hizo presente y señaló un viejo AT-AT en medio del desierto.

—Es justo ahí.

Ambos, el hombre y la mujer que iban en la nave, estaban acostumbrados a verlo aparecer así, de repente y ya no se sorprendían.

—¿Aquí vivió? —preguntó la joven mujer, con un nudo en la garganta.

—Sí, Lana, eso la hizo ser la mujer que es ahora.

—Debió sufrir mucho, aquí, sola.

Anakin observó al rededor y solo vio arena y más arena

—¿Están seguros de que quieren quedarse?

—Lo estamos —respondió el hombre viendo a su compañera que asintió.

—El único trabajo que van a encontrar es de recolectores de chatarra.

—Si ella pudo, nosotros también lo haremos, señor —respondió el hombre, Anakin vio la decisión en los ojos de ambos y asintió.

—Está bien, estaré pendiente de ustedes.

—¿Cuándo podremos verla? —la ilusión se podía ver en los ojos de la mujer.

—Pronto, tengan paciencia, ella sabrá de ustedes.

—Está bien, esperaremos —el hombre le tomó la mano a su compañera al escuchar la tristeza en su voz.

—Sí, disculpe mi impaciencia, es solo que pensé que ella iría a Mustafar.

—Lo había pensado —respondió Anakin—, pero después lo consideré mejor, debido a su embarazo.

—Un bebé.

—Una nueva vida, un nuevo comienzo para todos, cuídense, vendré pronto.

—Gracias.

Cuando Anakin se fue, ambos entraron al AT-AT y se quedaron un momento observando, las pocas cosas que había ahí, estaban llenas de polvo, un camastro, una pequeña estufa y una rústica muñeca, pero lo que les llamó la atención fue la enorme pared de metal tapizada de marcas, muchas marcas.

—Ella...siempre esperó.

—A pesar de que pasaron tantos años.

—Da...Danien, ¿tú crees que él...?

—El caballero Jedi nos dijo que ya no está.

—Hizo mucho daño.

—Ya quedó en el pasado, no pensemos más en eso, Lana.

Era raro para ellos volver a empezar, pero cómo había dicho Anakin Skywalker, era un nuevo inicio para todos.

—Está bien —ella miró el lugar y arrugó la nariz—. ¿Sabes qué? Voy a la nave por algunas cosas, hay que limpiar todo este polvo.

Al final fueron los dos a la nave, que estaba solo a unos metros, y en el transcurso del día se dedicaron a limpiar y a hacer varios viajes para llevar algunas cosas que necesitarían durante el tiempo que estuvieran ahí.

La Jedi que yo amoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora