Te necesito

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Advertencia ⚠️ sexo explícito +🔞

Ben y Rey llegaron al Fulminatrix, y fueron a la sala de mandos, dónde los esperaba Cardo con noticias.

—¿Ya volvieron? —preguntó Ben nada más llegaron.

—No, maestro, pero Vicrul hizo contacto y lo que me dijo no es muy agradable.

—¿Sucedió algo?

—Descubrieron un laboratorio debajo del castillo

—¿Cómo dices? 

—Ya deben estar por llegar, ellos te explicarán mejor.

—¡Demonios! —Ben tenía deseos de destrozar algo, solo la presencia silenciosa de Rey a su lado lo frenó.

—Ben, estamos contigo hasta el final, ¿lo sabes verdad?

Ninguno de sus hombres, ni siquiera Trudy que solía ser tan deslenguada lo habían llamado nunca por su nombre y que lo hiciera Cardo en un momento así le confirmaba la lealtad que le tenían.

—Gracias, Cardo.

—Otra cosa, tuvimos que sedar a Pryde, ya me tenía mareado con sus gritos.

—Está bien, yo habría hecho lo mismo, pero no bajes la guardia.

—Tienes razón, ¿Dónde están Hux y Trudy?

—Se quedaron con mi madre —respondió Ben y se apoyó en un panel.

—¿Dejaste a Trudy cerca del piloto?

—Sí, esperemos que no lo torture mucho.

—¿Qué vamos a hacer, maestro?

—No lo sé, Cardo, no lo sé, pero no podemos rendirnos ahora —suspiró y se pasó las manos por el cuello, en su rostro se notaba el cansancio.

—Deberías descansar —le dijo Cardo—, tienes muchas horas sin dormir, nosotros nos haremos cargo, Ushar y Ap'lek también fueron a descansar un poco para relevarme más tarde.

—Tiene razón, Ben —Rey secundó al caballero—, debes dormir un poco, todos nosotros te necesitamos descansado y alerta.

—No me van a dejar en paz, ¿verdad?

Cardo y Rey negaron con la cabeza.

—Está bien, pero sólo un par de horas, cualquier cosa...

—Cualquier cosa que suceda yo te aviso, maestro —Cardo le hizo una señal a Rey y esta asintió.

—Vamos, Ben, tú me hiciste descansar, ahora te toca a ti —Rey lo tomó de la mano y lo llevó con ella rumbo a sus aposentos.

—Está bien, pero con una condición.

—¿Cuál?

—Que te quedes conmigo.

—Es no tienes que pedirlo, Ben.

Cuando llegaron a la habitación, Ben se aseguró de cerrar bien la puerta y se quitó la pesada capa y el cinto con el sable láser, el cual dejó en el mueble junto a la cama, también se quitó la chaqueta y se sentó para quitarse las botas.

—Me voy a dar un baño antes de acostarme, ¿vienes conmigo?

—Ben, yo...

—Solo nos bañaremos, nada más.

—Pero no me puedo mojar la herida.

—Yo te ayudo.

—¿Estás seguro de que solo nos vamos a bañar? —preguntó ella sin creerle del todo

La Jedi que yo amoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora