Te esperaba

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En la base no tan secreta de la resistencia las cosas seguían igual, todos estaban ocupados en sus cosas, pero alertas, y listos para una posible evacuación, Sin saber lo que estaba pasando con Rey, Finn, que ya estaba recuperado, en complicidad con Rose, Kaydel y Poe, iban en busca de alguien que los ayudaría a infiltrarse en la primera orden y así desactivar el rastreador de la nave insignia, Supremacía, para que las naves de la resistencia pudieran huir, pero todo salió terriblemente mal al ser traicionados y entregados al general Hux.


El Halcón milenario estaba cada vez más cerca de su objetivo, Rey, sin saber que sus amigos estaban en peligro en el mismo lugar a donde ella se dirigía, planeaba su llegada a la nave insignia de la primera orden, sentía un poco de miedo y también expectación, no sabía lo que se iba a encontrar al llagar ahí, pero ya había tomado la decisión y el momento de arrepentirse había quedado atrás hacía mucho.

—Prepárate, Chewie —le dijo al Wookiee que no estaba de acuerdo con su plan y se lo hacía saber con la mirada de reproche que le daba—. Cuando lleguemos, sueltas la cápsula y te vas, si ves a Finn, le dices que... —se quedó pensando sin saber que decir.

El enorme Wookiee le respondió con un par de rugidos mientras le ayudaba a entrar en la cápsula.

—Sí, eso.

El Wookiee rugió un par de veces más en señal de desacuerdo y de reproche.

—Yo voy a estar bien, eso espero —respondió Rey mientras se introducía en la pequeña cápsula que la llevaría hasta Ben Solo.

Sentía un nudo en el estómago, solo de pensar que lo vería otra vez, cerró los ojos y pidió a la fuerza que todo saliera bien. En el momento que Chewie dejó caer la cápsula, dos Cazas TIE la interceptaron y la escoltaron hasta el Supremacía.


Ben observaba la actividad desde un punto especifico cuando sintió la presencia de Rey muy cerca y casi le da algo, se dirigió al hangar con rapidez antes de que Hux interfiriera y las cosas se complicaran más. Llegó justo cuando la cápsula se abría, junto con el sentimiento de alegría y las ganas de abrazarla que sintió al verla, también quería apretarle el cuello. ¿Cómo se atrevía a ir hasta ahí sabiendo el peligro que eso suponía?

Por fortuna, tantos años de entrenamiento y de esconder sus emociones le sirvieron para disimular lo que sentía, la miró un momento y le dio la espalda dejando que los stormtroopers la escoltaran, estuvo a nada de volver por ella al sentir la tristeza que la embargó por el frío recibimiento, pero debía ser fuerte hasta que estuvieran a solas.

—Llévenla a la sala de interrogación —le ordenó al stormtooper sin voltear a verla, porque estaba seguro de que si lo hacía, perdería el control.

—Sí, señor.

—¡No la toquen! —ordenó cuando vio que la tomaban con fuerza de los brazos.

Se fue rápidamente de ahí, tenía que calmarse antes de verla, debía pensar fríamente lo que tenía que hacer, no quería exponerla ante Snoke, pero tenía que hacerlo si no quería que este sospechara, la luz lo reclamaba con más fuerza que antes y más estando ella tan cerca, la decisión estaba tomada, solo esperaba que ella cooperara, pero conociéndola cómo estaba empezando a hacerlo, sabía que sería difícil convencerla.

Varios minutos después, fue a donde ella esperaba, podía sentirla, sentía sus emociones, incertidumbre era la que percibía con más fuerza. Al llegar despidió a los dos guardias que custodiaban la puerta antes de entrar.

—Pueden retirarse.

—Sí, señor.

Los soldados literalmente huyeron del lugar, no les dio importancia y entró, ella lo miró expectante, pero él esperó a que la puerta se cerrara para explotar.

—¿Me puedes decir en que rayos estabas pensando? —se acercó, la tomó de los hombros y le gritó perdiendo el control de sus emociones.

—Yo...solo quería llegar contigo, Ben —respondió Rey en voz baja—, no pensé en otra cosa.

Él no se resistió más y la abrazó, ella, al sentirlo tan cerca, se aferró a él también, estar en sus brazos calmaba sus miedos, se sujetó fuerte a su cintura mientras él le tomaba la cara con las manos y le acariciaba las mejillas con los pulgares.

—¡Ya no puedo más, Rey! —exclamó desesperado—. Snoke ya debe saber que estás aquí, si es así, tengo que llevarte con él y es peligroso, me aterra lo que pueda pasarte, no quiero perderte —juntó sus frentes mientras ella subía sus manos por su pecho, hacía el cuello.

—No me vas a perder —susurró ella antes de ceder a la tentación de juntar sus labios con los de él en un tímido beso que los tomó por sorpresa.

Se separaron lentamente solo para volver a besarse, esta vez con más ansias, con más pasión, dejándose llevar por el instinto, Ben mordió con suavidad el labio inferior de Rey haciéndola gemir, eso lo animó a seguir haciéndolo, hasta que ella separó los labios, momento que él aprovechó para introducir la lengua y probar la dulzura de su boca.

Rey sentía que las piernas no la sostenían y se sujetó con más fuerza al cuello de Ben, sin dejar de besarla, él la abrazó de la cintura y la levantó dejando sus pies en el aire mientras la besaba con más ímpetu, gimió por las sensaciones que estaban registrando ciertas partes de su cuerpo, partes de las que solo había sido consiente en contadas ocasiones, el sabor y la suavidad de ella estaban haciendo que todo su autocontrol se fuera de paseo.

Ben sentía su sangre arder y deseó hacer más que solo besarla, pero en medio de toda esa pasión desbordada, sabía que debía parar, le costó mucho esfuerzo separarse de ella y volver a dejarla de pie ante él, aunque sin soltarla del todo, volvió a besarla suavemente para después susurrarle al oído.

—Te amo, Rey.

—Y yo a ti —le respondió ella, jadeando y algo avergonzada por haberse dejado llevar—, no pensé que...los besos fueran así.

—¿Así cómo? —preguntó él con los ojos fijos en sus labios húmedos.

—Es... es cómo si dejara de ser yo, para convertirme en otra mujer. No...no había hecho esto nunca.

—¿Fue tu primer beso? —preguntó sorprendido.

—Sí —respondió Rey con las mejillas encendidas.

—También el mío —Ben levantó los hombros como si no le importara—, nunca sentí el deseo, hasta que te conocí, creo qué sin saberlo, te esperaba a ti, solo a ti.

La Jedi que yo amoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora