apuesta | p.jm

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Mira a Hye Sun, esta sentada en su cama, tomando el café que preparo para ella, el de él reposa aun en la mesa de noche, recuerda que ahí habitaba un retrato de ambos, habitaba, tiempo pasado. 

Sonrió con tristeza, quizá por esa razón remodelo todo su cuarto, le recordaba a el. 

- Gracias. -toma la taza en manos, sin dejar de mirarla la ve distraerse respondiendo un mensaje, sonrió sin poder evitarlo, el café sabe tal y como le gusta, ella solo lo sabe- 

Ya es tarde, el reloj marca más de las once de la noche. La madre de Hye Sun esta en tiempo extra de nuevo en el hospital. No es una preocupación que vuelva, aunque no se molestara si ve a JiMin, entenderá cuando Hye le explique que fue una emergencia. 

- Bueno... -lo encuentra mirándola fijamente, solo que rápido el baja la mirada- ¿Seguro que no quieres comer algo? Es noche, pero los chicos me dijeron que no has comido bien últimamente. 

-se sentó en la cama- No, gracias. 

No ha dicho mucho desde que llego, es incomodo para el también. Pensó Hye Sun. 

Ahora ella se sentó en la cama, pero con su espalda contra la pared, terminando su café en silencio, JiMin también termina su café callado. Nunca había sido tan incomodo el ambiente entre ambos, no saben que decir o como comenzar la charla de disculpas. 

- Si no hablamos ahora... Creo que seda difícil hacerlo después. -mira fijamente su taza casi vacía- ¿Porqué lo haces? 

- ¿Hacer qué? -ella lo miró por un segundo- 

- ¿Quieres que lo diga? 

Así fue como supo de que hablaba. Solo hizo una mueca de desagrado.

- No debiste ver eso. 

- Pues lo vi, JiMin, te vi hacerlo... Y parecía que gustaba. 

- No. -dijo de inmediato- No me gusta, pero lo hice porque necesitaba... Olvidarme de todo. 

- Ya no eres un adolescente JiMin. -ahora lo miró fijamente- No tienes que drogarte, fumar, tomar, para olvidarte de todos tus problemas. Hacer eso es algo inmaduro, no es la manera. 

- Lo se. Estoy muy consciente de eso, Hye Sun. Pero no pude evitarlo.

- JiMin. -hizo que la mirara- Espero no te moleste lo que diré... Pero necesitas ayuda. -el negó-  Por Dios, mírate. No es normal JiMin. 

- Lo hacía antes, desde que comenzamos a salir deje de hacerlo. -suspiró- Solo fue una vez... No lo hare más. 

- Si tu lo dices. -claro que no le cree, JiMin no es un adicto al cien por cien, pero si que necesita ayuda, porque no puede sentirse mal y correr a drogarse- 

Se quedo callado unos segundos, sabe muy en el fondo que tiene razón. 

- Es complicado. -bebió de su café- Así como lo nuestro. 

- No creo que tenga la culpa de eso. -de vuelta dejo de mirarlo, esta centrada en su taza-

-negó- No tienes la culpa de nada, aquí quien mando todo a la mierda fui yo. 

- Si, lo fue, pero no tenías que hacer todo lo que hiciste, pusiste tu vida en riesgo JiMin, y me haces sentir mal... 

- Lo siento. -se limitó a decir- No sabía lo que hacía, tienes razón, soy un inmaduro, no puedo enfrentar mis problemas solo.