apuesta | p.jm

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Llego la última clase, donde JiMin al fin podría sentarse conmigo. Estoy molesta, lo estoy y estoy en mi derecho de enojarme. Si, no tenemos ni siquiera veinticuatro horas siendo novios y ya estamos peleando, pero es que no me pareció para nada lo que hizo hace un momento, aparte de que me dejo sola en el aula.

- Hola linda. -llegó a mi lado dándome un beso en la mejilla- Por fin una clase juntos.

- Si, que emoción. -gire mi rostro a un lado-

- Oye ¿ahora qué?

- Hye Sun te llaman en la sala de representantes. -habló una de mis compañeras-

- Gracias. -me puse de pie ignorando a JiMin-

Fui solo a que me dijeran que la maestra no había asistido a clases, solo fui y vine rápido, al entrar al salón todos me miraron y tomaron sus respectivos lugares.

- Escuchen, la maestra no pudo asistir hoy, por lo que ya podemos irnos.

Algunos si no es que todos, gritaron emocionados.

- Hey JiMin, vamos a la casa a pasar el rato.

-me dio una rápida mirada dudoso- No importa, ve con tus amigos. Adiós. -tomé mi mochila y salí del aula-

No quería verlo ahora, ni discutir, ni que me lleve a mi casa. No necesito a JiMin.

Extraño a Yeirin.. Extraño las cosas como estaban antes, las extraño tanto que ahora mismo estoy llorando por eso.

Yeirin esta en otro grupo donde conoció a Marian, yo tengo a JungKook, pero las cosas con el son incomodas por culpa de JiMin, no se llevan nada bien y si estoy con JiMin, JungKook mantiene su distancia.

Antes solo iba a la escuela, volvía a mi casa y me la pasaba con Yeirin. Ahora me siento de una manera sola y odio que sea así.

Llegue a mi casa, mi madre trabaja veinticuatro siete para mi universidad y para que yo tenga una buena vida. Pero en momentos así la necesito mucho. Llego a casa y de nuevo estoy sola. No quiero molestar ahora a Yeirin pidiéndole que venga.

Me tiro en mi cama con la cabeza entre las almohadas y no puedo evitar llorar. Estoy confundida, no se que quiero con JiMin o si va a funcionar lo nuestro. Extraño a mi mejor amiga. Y como mencione antes me siento sola.

Nunca lloro por cosas así, pero no se porque hoy estoy tan sensible.

Después de desahogarme un rato, hice mi tarea y dormí un rato. El sonido de que tocaron la puerta me despierta de golpe.

- Mamá ¿olvidaste las llaves de nuevo? -me levante y fui abrir- ¿Tu?

- Si, yo. -entró a mi casa como si nada- Necesito hablar contigo y como eres la chica más terca y enojona que conozco vine a verte.

- No te quiero ver. Vete. -señale la salida- Estoy y muy molesta contigo. Aparte no quiero verte.

- Hye Sun-ah, ¿podemos estar una hora sin pelear por algo tan tonto?

- ¿Algo tonto? -reí sin gracia- Si, siempre peleamos pero me hiciste sentir mal y lo estas llamando tonto. No te puedes tomar nada con madurez.

- ¿Qué hice? -se cruzó de brazos-

De nuevo, el y su actitud chico malo, odio cuando se pone así. Este es el JiMin que me cae de la patada.

- Vete de mi casa. -dije realmente molesta-