apuesta | p.jm

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Sus nervios se acumularon cuando lo vio salir del consultorio, pero sintió que el alma le regreso al cuerpo cuando él le sonrió levemente. Fue hacia el, lo abrazo sin dudarlo, está orgullosa de él. 

- ¿Lo ves? Pudiste hacerlo. ¿Cómo te fue? -se alejó- 

- Fue... Raro, contarle de mis problemas a una desconocida. -dijo mientras salían del lugar- 

- ¿Era una mujer? -lo miro- 

-sonrió y asintió- Si. -Hye Sun alzó sus cejas- Una linda y agradable mujer... -ella frunció el ceño- De cincuenta años.

- Oh. -soltó una risa- No me lo esperaba. 

-pasó su brazo por sus hombros, atrayéndola a el- No te pongas celosa, esta casada y tiene nietos, incluso le recuerdo a uno de ellos. 

- ¡Pff! No lo estaba. -ahora él rió- Pero cuéntame más. -llegaron al auto- 

- Pues... -cerraron las puertas después de entrar- Creí que, sería difícil, a lo que me refiero es que, siempre mi familia rechazó la ayuda psicológica o profesional, decían que eso era para la gente que estaba mal de la cabeza o que ellos siempre te echaban en cara todo. Me deje influenciar por esa creencia, pensaba que me recriminaba todo. 

- ¿No fue así verdad? -él negó- Todos somos diferentes, hay psicologos buenos y algunos no tanto, pero tener esa creencia es tonta. Me alegro que no hayas tenido una mala impresión.

- También yo, al principio me preguntó acerca de mi... 

hace una hora atrás. 

- Me alegra que hayas venido, muchos solo piden la cita y nunca vuelven, o después de la primera sesión. -miró su cuadernillo- No te preocupes, relajate, puedes recostarte en el sofá si quieres, no hoy a juzgarte, estás aquí y yo lo estoy para ayudarte.

Asintió nervioso. 

- Bien, ahora cuéntame un poco sobre tu vida. -acomoda sus anteojos- Si ves que tomo anotaciones es para tener un registro, no es para otra cosa.

- Entiendo. -suena tímido- Bueno, tengo actualmente dieciocho años, vivía con mi padre antes, ahora vivo con mis amigos en una casa que compartimos. -la señora asiente- Recien termine la preparatoria, no tengo trabajo o alguna fascinación. Tengo una novia. -sonríe inconsciente al decirlo- Ella es hermosa. 

- Te creo, por la sonrisa que tienes en los labios creo enserio que lo es. -se contagia de su sonrisa- ¿Puedo preguntarte de algunas cosas? 

JiMin asiente no muy cómodo. 

- ¿Porqué no vives ya con tu padre? ¿Y tu madre? 

-bajó la mirada- Hace unos días atrás, el me corrió de casa, gracias a mi comportamiento y porque no apoyó su compromiso de matrimonio. Y mi madre, ella murió hace ya más de diez años. 

- Ya veo. No creo que haga falta que pregunte si eso te daño emocionalmente. ¿Por ello estás aquí? 

Se queda unos segundos callado. Le está costando hablar.

- El... Es el mayor culpable de todos mis problemas, sé que es mi culpa también, pero si el... Si él no me hubiera abandonado de niño, cuando perdí a mi madre, creo que muchas cosas no hubieran pasado, de niño nunca fuí problemático, no desde que me faltó atención.