apuesta | p.jm

65

capitulo final

capitulo demasiado largo

meses después

Asomo mi cabeza por el árbol, asegurándome de que nadie me vea, en especial él. Lo veo salir por la gran puerta de metal color gris. Lleva una gorra la cual lo cubre del sol, una camiseta oscura con una imagen en el pecho, unos pantalones de mezclilla color azul cielo y unas botas negras no tan altas. Sonreí al verlo.

Lo he extrañado tanto. 

Tomo mi teléfono en manos y mando un mensaje. 

"Linda gorra" 

En cuanto lo envió saca su teléfono del bolsillo y frunce el ceño. Su mirada se levanta y mira a todos lados pero aun así no logra verme, suelto una risita baja escondiéndome tras el árbol. 

Espero el momento perfecto para salir, mis manos están detrás de mi espalda con una sonrisa. Parece darse cuenta de mi movimiento a pesar de que estoy algo lejos. 

— Estoy buscando a Park JiMin. -alzo la voz pero no tanto- 

Sus ojos se abren demasiado así como su boca, no espera ni un segundo más y corre a mi, llegando más pronto de lo que esperaba a mis brazos, me ha tomado por sorpresa su reacción. Incluso por la fuerza con la que llego y me abrazo casi pierdo el equilibrio. 

Sonreí más y correspondí el abrazo, rodeando su cuerpo. 

— Estas aquí... -sigue sin soltarme- ¿Porqué no me dijiste que vendrías?

— Sorpresa. -reí- Las sorpresas no se dicen JiMin. 

— Si pero... -su voz se rompe, me doy cuenta de que esta llorando y mi corazón se estruja dentro de mi pecho, todo me esta tomando por sorpresa- 

— Lo siento. Quería que fuera una sorpresa... ¿Qué pasa? ¿Porqué lloras? 

— Te extrañe tonta. -solloza- 

—reí pero con ternura- Yo también te extrañe. -mis ojos se llenan de lagrimas por lo que los cierro, disfrutando del agradable abrazo- 

— ¿Cómo te ha ido? -se separa de mi después de poco, limpiando sus lagrimas- Quiero que me cuentes como te va en Seúl. Todo. 

—sonreí algo triste- Bien, pero no estas tú, así que es aburrido. 

Sonríe triste igual que yo tomándome de las manos. 

Han pasado seis meses. El padre de JiMin entro a la cárcel, le han dado quince años de prisión, aunque podrá tener derecho a libertad condicional cuando cumpla los diez, si es que se porta bien dentro de la cárcel. 

Me entere a las semanas que si entre a la Universidad de Seúl, noticia por la que llore de felicidad y tristeza, porque me tendría que alejar de todo. Mi madre aprendería a vivir sola, todo cambiaria no solo para mi. JiMin no me detuvo, en cambio estuvo ahí cuando tuve que mudar mis cosas a una habitación de la universidad. Estuvo muy atento y protector conmigo, como siempre. 

Hubieron muchas lagrimas el día que tuve que marcharme. Aunque no iba sola, JungKook también fue aceptado, pero estaba dejando a mi novio, mi madre y mis amigas. Todos nos despidieron con una agradable fiesta de despedida. Aquel día note a JiMin muy raro, sentía que quería decirme algo pero no dijo nada que no esperaba.