apuesta | p.jm

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Ayer me quedé hasta tarde con JiMin. Me llevó a la casa donde se reúne con los chicos, estuvimos en la habitación mientras charlábamos. Fue así hasta que decidí contestar las llamadas de mi madre e ir a casa.

Al llegar ignoré que ambos estuvieran en la sala, solo subí a mi habitación y me encerré.

JiMin me fue de gran ayuda, quizá no es la mejor persona para darme consejos de mi padre, pero me hizo sentir mejor. Tiene razón después de todo, me hizo sentir bien haberle dicho todo lo que guarde por años.

La semana transcurrió rápido, se hizo rutina ignorarlos durante toda la semana, mi mamá no se lo merecía. Pero mientras mi padre este en mi casa, yo no pienso hablarle.

JiMin me recoge para ir al colegio y me trae. Últimamente hablamos más, nos llamamos siempre y bromeamos más uno con el otro, hay muchísima confianza. Siento que es el, que el JiMin malote que usaba para tapar quien realmente es, esta desapareciendo.

- ¡No! Mira mi falda, ahora esta sucia. -me queje entre risas-

- Quítatela, la lavare por ti. -susurró en mi oído-

- Oye. -golpeé su hombro- ¿Quieres acaso que me la quite aquí en medio del parque?

- Tienes razón, mejor esperemos hasta estar solos. -me guiñó el ojo-

- Mmmm, ya veremos.

- Por cierto, ¿no has hablado con el?

- ¿El desconocido qué vive en mi casa? No, ni hablaré con el. -seguí comiendo de mis frituras-

- Bueno, te diría que hables con el, pero sinceramente yo no haría eso tampoco. -recargó su cabeza sobre su mano mirándome fijamente-

- Solo estoy pensando en como hacer que se vaya, ya va una semana. Agh, no lo soporto.

- Tranquila amor. -sonreí al escucharlo decirme así- Yo tampoco soporto a mi padre, pero no puedo hacer algo.

- Pero tu caso es diferente. Creo que iré a hablar con el, bueno, no hablar, lo correré de la casa.

-rio al escucharme- Si es lo que quieres. -tomó su chaqueta y me dio la mano- Ya es algo tarde.. Y es viernes. -me miró- ¿No quieres hacer algo?

Nos pusimos de pie, caminamos a su auto y me abrió la puerta.

¿Qué tramas Park JiMin? Te conozco. Pensó. 

- No lo se, siempre solemos ver películas, me aburrí de eso. -sonrió  al ya estar dentro del auto- Vayamos con tus amigos. -su sonrisa se borró-

Aguanté mi risa, me hice la que no entendió aquella tentadora propuesta disfrazada.

- Si... Con mis amigos. -forzó una sonrisa- 

- Oye. -me carcajee- Es broma.

- ¿Qué? -me miró desconcertado- Ósea que...

-me acerqué a el para hablar en su oído- Me parece bien tu primera opción. 

- Lo sabía. -me sonrió coqueto- Vamos a la parte trasera.