apuesta | p.jm

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No sabe como es que están a cuadras del hogar de la familia de Suhee. Los chicos ayudaron a su amigo a poder encontrar la dirección, quizá debió llamar y no llegar de nada, pero siente que esta es una mejor idea. Claramente Hye Sun no acepto dejarlo ir solo, incluso sus amigos se ofrecieron a asistir, pero JiMin les dijo que no. 

Con Hye Sun le es suficiente, se siente demasiado seguro con ella. 

Esta nervioso, claro que lo esta, es más, nervioso le queda corto en este momento. Tiene que aceptar que en este momento muchas cosas vienen a su cabeza, no quiere arrepentirse pero todo se le acumula en este momento.

- Mi amor. -Hye Sun toma su mano- ¿Estas bien?

JiMin niega y su respiración se dispara, comienza a ser descontrolada lo que le preocupa de inmediato. 

- Escúchame, no tienes que hacer esto, JiMin no estas obligado, te arrepentiste, estas arrepentido y eso es suficiente. Podemos venir después, no quiero verte mal. -acaricia su mejilla- Vamos a casa. 

- Creí que podía hacerlo. -sus ojos se llenaron de lagrimas, de inmediato se deslizaron por sus mejillas- No se que me sucede.

- No debes presionarte, esta bien, esta bien, iras poco a poco. -intenta acercarse a el, pero el pequeño espacio dentro del auto no se lo permite mucho- Mírame y respira hondo. 

El obedece, la mira sintiéndose mejor, saber que no esta solo le es de mucha ayuda ahora. Respira hondo para al fin tranquilizar su respiración, ella lo ve orgullosa, sabe que enserio hace un esfuerzo para poder ser una mejor persona. 

- ¿Ya te sientes mejor? Vayamos a casa, ¿si? Bebamos algo caliente. ¿Mmm?

- Antes, déjame solo hacer una cosa. -abre la puerta- Debo intentarlo siquiera Hye. 

- No, no te preocupes por ello, vendremos luego... JiMin. -insiste pero el baja del auto-

Puedo hacerlo, yo puedo, debo hacerlo. Pensó JiMin.

Baja del auto después de el, se aproxima para llegar a el lo mas pronto posible. Toma su brazo y para cuando esta por insistir en volver a casa, JiMin toca el timbre. 

- Debo hacerlo, estamos aquí, debo superar este trauma Hye Sun, así solamente podré seguir con mi vida en paz. 

Miran a la puerta cuando esta se abre, abraza su brazo manteniéndose firme lado a el, demostrándole que no va a marcharse. Un hombre es quien abre la puerta. Luce viejo y cansado, quizá de la edad de sus padres, pero más agotado. Su mirada se centra en la pareja frente a el.

- ¿En qué puedo ayudarles? 

-tarda un poco para contestar- Buenas tardes, soy... Park JiMin, ella es mi novia Kang Hye Sun. 

- ¿Park JiMin? -se queda pensativo- ¿Te conozco de algún lado muchacho? ¡Oh! -los miró con asombro- ¡Debes ser el novio de mi hija!

- ¿Disculpe?

JiMin y Hye se miran confundidos y asombrados por lo que dice. Se dispone a hablar pero el hombre sonríe con ternura que ambos se sienten mal por el, se están dando cuenta de la situación. 

- ¡Suhee! ¡Mira! ¡Mira quien ha venido! -alza la voz- Entren, entren. Llamare a mi niña.

Se va de la vista de ambos y se dirige a las escaleras. Lo mira, sus ojos nuevamente están rojos a causa de las inmensas ganas de llorar que tiene ahora. Da un paso al frente entrando a la casa antes de que Hye Sun pueda decirle nuevamente que se vayan.