FRIENDS • Terminada [Sin Editar].

045

— Haneul —la llamó de nueva cuenta y por fin reaccionó.

—¿Qué quieres Jeon? — trago grueso aguantando sus lágrimas.

—Ya te lo dije, debemos hablar.

—No tengo nada que hablar contigo.

—Claro que sí. Debemos hablar de tu boda, de nosotros.

— Ya no existe un nosotros. Y te voy a pedir que no me vuelvas a llamar.

— Haneul.

— ¿¡Qué!? ¿¡Qué carajo!? ¿¡Qué!? Déjame vivir tranquila. Haz tu puta vida como te plazca, pero déjame.

— Te amo.

—Pues que lastima. Yo ya no siento nada por ti, ni siquiera asco u odio —colgó..

Respiro con dificultad mientras empezaba a llorar, sintiendo una fuerte presión en el vientre.
— Tranquila o le hará daño a los bebés —jadeo cansada sobando su vientre. Sintiendo como su vientre golpeaba se percató que uno de los bebés daba señales de vida y se hacía presente.
— ¿Te molesto oírlo? Lo siento — rió cansada. —prometo que ya no los va a molesta~ar.

Namjoon entro al cuarto de la chica quien se veía algo cansada, se asustó y se acercó casi corriendo a ella, revisándola superficialmente para percatarse que estaba bien, — ¿estás bien amor? — acarició su mejilla y ella asintió. — me dijo Moon que Nancy estuvo aquí, ¿pelearon? ¿Te alteró?

— Hicimos las paces o bueno un intento de ellas. La invite a la boda. Espero no te moleste.

— En lo absoluto, ella no significa ya nada para mí.

— No es necesario que seas tan duro — pauso y suspiro. — ¿Cómo les fue en el juicio?

— Mal mi amor. Dejaron libre a Kai, porque culpan a Jenn de un tipo de atentado que sufrió Kai.

— ¿Lo del ácido?

—¿Tu cómo sabes eso? — ella miró hacia otro lado mientras Namjoon comenzaba a buscar respuestas. — Haneul ¿tuviste algo que ver con eso? 

—...

— ¡Contéstame carajo! 

—Kai me lo dijo el día que discutimos y me culpo.

— ¿Tuviste algo que ver? Mierda, Haneul respóndeme. Culparon a mi hermana por eso. 

— Yo no hice nada, fue alguien más. 

— ¿Quién? —La sacudió por los brazos bruscamente. 

—Me estás lastimando... — este la ignoro —Joonie.

— Entonces dime quien fue. 

—No puedo...—lloró. 

—¿Por qué? ¡Dime!