Suicide Circus 🎪 Ciel Phantomhive

🎪 Chapter I: Perro guardián

[Mansión Phantomhive]

Sebastian entró al cuarto de su amo empujando un carrito, dejó este a un lado y se acercó a la ventana, corriendo las cortinas para dejar entrar la luz del sol de la mañana; giró la cabeza, mirando al menor con una sonrisa.

– Bocchan, es hora de levantarse.

Ciel soltó un pequeño quejido y abrió un poco sus azulados ojos, adormilado; se incorporó en la cama y bostezó estirando los brazos. Mientras, el mayordomo colocó el periódico bajo su brazo, sirvió un poco de té en la taza que traía y la tomó, para acercarse a la cama y entregársela. El joven tomó aquella y le dio un sorbo al té.

– ¿Té de Celián?

– En efecto –sonrió.– Hoy preparé uno de Ringtons.

El Conde dejó la taza y tomó el periódico que el mayor le extendió, para comenzar a leer mientras aquel le colocaba una manta sobre los hombros. En el periódico, bajo una de las noticias, se anunciaba un circo que pasaría por Londres. Ciel tomó la taza de nuevo y le dio un sorbo mientras leía.

Tras el té de la mañana, Sebastian se encargó de vestir a su amo y, finalmente, se arrodilló delante de él tras que tomase asiento en un sofá.

– Sobre su programa de hoy...Por la mañana tiene lecciones de baile con la Señora Mayerl –le colocó un calcetín y sacó un ligero.– Después de comer, deberá revisar las propuestas de la rama de juguetes y de repostería de la empresa Funtom –le colocó el liguero y sujetó el calcetín a él.

Le colocó el otro calcetín con su liguero sujetándolo, y se puso de pie, sacando un listón azul.

– Por último –pasó aquel por el cuello de la camisa.–, a partir de las 6 de la tarde tiene una charla con Cedric Brandel, de la compañía de té Brandel –explicó haciendo un moño con aquel.–, invitado por Lau, de la compañía de comercio exterior Kong-Rong –comenzó a caminar.

– ¿"La compañía Brandel"? –se levantó, comenzando a caminar.

– Tienen planeado abrir un salón de té –se acercó a él y le colocó el largo saco azul.–, y parece ser que quieren solicitar productor para ofrecer a los niños –sacó un parche negro, para colocárselo sobre el ojo derecho.

– Si es un conocido de Lau, habrá que tratarlo bien –miró de reojo al de negro.– Recíbelo adecuadamente –sonrió y comenzó a caminar.

– Sí, señor –llevó una mano a su pecho e hizo una pequeña reverencia.

Ambos salieron de aquel cuarto y comenzaron a caminar por el largo pasillo de la mansión, mientras continuaban su conversación.

– La verdad es que no me apetece nada.

– Bocchan, cancelar una charla en mismo día...

– No era eso. Me refería a la clase de baile.

– Ya veo –sonrió.– En el baile de la Reina del mes que viene, ¿Piensa mostrar sus magníficos pasos tambaleantes?

– Sarcástico.

Sebastian se adelantó para acercarse a la puerta del salón de baile y la abrió.

– Entonces, como estaba previsto, su clase de baile de la mañana.

Ciel no dijo nada, solamente ingresó a aquel lugar.

[Mediodía]

– La comida de hoy consta de una ensalada de jamón y pomelo, salmón escalfado, sopa de raíces y un criossant –explicó el mayordomo, tras servir la comida a su amo.