🎪 Chapter II: Ese hombre de negro

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Las puertas de la mansión de abrieron, y por ellas salió Ciel, con un bastón en su mano, y Sebastian tras él; se dirigieron hacia las escaleras del lado derecho y bajaron por ellas hacia el carruaje que los esperaba debajo.

El mayordomo entregó las maletas a Finny, quien las tomó para subirlas al vehículo.

– Menos mal que hace buen tiempo –sonrió.– Es un día perfecto para ir al circo.

– La función del circo se presenta dentro de una carpa. Da igual el tiempo.

– Brad, Finny, Mey-Rin –los miró.– Bocchan y yo nos quedaremos un tiempo en Londres.

– Bocchan, tenga cuidado –sonrió el chef.

–¡Buen viaje! –sacudió su mano en forma de saludo. 

– Regresen pronto –secó sus lágrimas con un pañuelo.

Tras los tres apareció Tanaka, moviendo los brazos en forma de saludo.

Ciel subió las escaleras del carruaje, pero antes de entrar a él se detuvo.

– Oigan –llamó.

Los tres sonrieron, con pequeños sonrojos. El menor giró, mirándolos.

– Cuiden de la casa mientras no esté.

– ¡Yes, my Lord!

El Conde ingresó al carruaje y tomó asiento; Sebastian subió tras él, cerró la puerta, y el vehículo comenzó a avanzar.

Ciel casó la carta que la Reina le había enviado junto a las entradas del circo.


‹‹Mi querido niño,

¿Te divertiste en estas Navidades? Yo hice un pudín de Navidad con Phipps. Quedó muy bien. A John y Grey les gustó mucho. Tú también puedes venir a probarlo otro día.
Bueno, sobre las entradas que te envié, ¿Sabes que pronto llegará un circo ambulante a Londres? Parece ser una compañía itinerante que viaja por diversos lugares, pero en las ciudades por donde pasan empezaron a ocurrir varios incidentes de niños desaparecidos. La policía lo está investigando a fondo, pero todavía no se sabe nada del paradero de los niños. Por lo visto, los niños siempre desaparecen de repente a mitad de la noche, como si se los llevara el flautista de Hamelín.
La tristeza de perder a un ser querido es algo difícil de soportar. Espero que esos niños puedan volver lo antes posible junto a sus familias.

Victoria››


Ciel dobló la carta, la guardó nuevamente en el sobre y cerró este, para luego guardarlo dentro de su abrigo. Sebastian sonrió.

– ¿A dónde vamos primero?

– Veamos...Primero...

[Circo Arca de Noé]

Tn se encontraba sentada en su cama, con aquel perro negro recostado a su lado, con la cabeza sobre el regazo de ella.

– Hemos regresado a Londres. Es curioso estar aquí después de tanto tiempo, ¿No crees, Rio? –acarició la cabeza del animal.– Tal vez nos encontremos con papá, y esta vez... –metió la mano en el bolsillo de su abrigo y sacó una navaja.– ...cumpliré mi cometido –presionó el "botón" de esta, haciendo salir su afilada cuchilla.

El can ladró.

[Centro de Londres]

– Qué suerte tuvimos de que el señor Randall esté ausente –comentó Ciel.

Suicide Circus 🎪 Ciel PhantomhiveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora