Suicide Circus 🎪 Ciel Phantomhive

🎪 Chapter XX: Asesinato de la puerta cerrada

– Creo que los policías tardarán bastante en llegar –tomó la cortina, mirando hacia afuera.–, miren cómo está esta tormenta –miró a todos.– Lo que trato de decir es que estamos en una especie de isla, por lo tanto el culpable sigue en este lugar –sugirió Lau.

Los murmullos se hicieron presentes en la habitación.

– Pero, si nos damos cuenta de algo, ¿Cualquiera de nosotros puede ser el responsable? –cuestionó Charles.

Todos exclamaron sorpresa.

– ¿Por qué nosotros? Ni de broma –gritó Grimsby, indignado.

– Tiene razón –apoyó Carl.

– Además, creo que varios de nosotros nos conocemos por primera vez –dijo el escritor.

Irene exclamó sorpresa, atrayendo la atención, y habló:

– Por cierto, antes de entrar a esta habitación, la puerta estaba cerrada con llave.

– En eso tiene toda la razón –apoyó May-Rin.

– Entonces pudo haber entrado por la ventana y asegurar la puerta para huir por dónde ingresó.

– Pero hubieran quedado marcas de que entró con esta tormenta –comentó, acercándose a las ventanas.– Y, al parecer, está asegurada –la palmeó.

– Entonces sólo queda decir que escapó por la puerta.

– Eso es imposible, ya que no entregamos la llave a ninguna persona –negó Sebastian. Se acercó al umbral.– En lugar de la llave –se agachó, revisando el pestillo ahora roto.–, pusimos pestillos para que sólo fuera cerrada por dentro. Por la forma en que se rompió al tratar de abrir la puerta –se levantó.–, pensaría que fue cerrada desde dentro. Es decir...

– Un asesinato del cuarto cerrado –dijo Tn.

– Es imposible, ¿Acaso esta es una novela?

Ciel bostezó y habló:

– Es verdad, si publican un asesinato así, tendrán quejas –miró al escritor.–, ¿Verdad, profesor?

Aquel exclamó sorpresa.

– Es verdad, si se usa ese método –llevó una mano a su mentón.

– ¿"Ese"?

– Aguja e hilo. Lo primero es dejar la aguja con el hilo en el pestillo, luego sólo tira el hilo y el pestillo se cierra. Es una novela de asesinato con trucos clásicos, el sospechoso simplemente está buscando asesinarnos. Esa sería la forma más real en que sería realizada.

– Entiendo que con eso se pueda asesinar a puerta cerrada, pero...

– Eso significaría que cualquiera de nosotros podríamos haberlo asesinado.

Todos exclamaron sorpresa.

– Nosotros nunca lo haríamos, de seguro es otra persona –se defendió, abrazando a su novia con un brazo.

– ¡Yo tampoco! Además, tú eres el más sospechoso, tuviste problemas con él en la cena.

– ¡Deja de decir tonterías, viejo! No por eso lo mataría.

– Bueno señores, cálmense y conozcamos la versión de cada uno –sonrió.– El Conde fue asesinado luego de que se fue a la habitación. Y para ser más especifico, desde que el Conde llamó a los sirvientes y llegaron...

– ...Nosotros estuvimos en la habitación de billar.

– Yo también estuve allí.

– Yo también. Y Phelps también. Nadie se movió de ahí.