🎪 Chapter XXII: Misterioso ayudante

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Tras revisar las cosas de todos, regresaron al salón, tomando asiento en los sofás nuevamente.

– No estaba en ningún lugar –dijo Ciel.– Sólo puedo pensar que Sebastian la escondió en otro lugar.

– O sino, el asesino la tiró por la ventana –sugirió Lau.–, como es pequeña se habrá perdido en esta tormenta.

– Iré a buscar afuera –dijo Finnian.

– Yo también –se ofreció May-Rin.

– Si la encuentran, será información para poder capturar al asesino.

– ¡Pero, no hay por qué hacer eso! ¡Quiero resolver esto! No soy inteligente como usted o la señorita Tn, Bocchan, pero puedo buscar la llave si es ayuda a encontrar al asesino, quiero hacerlo.

Él y la pelirrosa se miraron, asintieron y salieron corriendo del salón.

– ¡Oigan, ustedes! –llamó Bladroy. Miró al joven.– Lo siento, con permiso –salió corriendo también. 

Ciel recargó su cabeza en una mano y sonrió.

Tn sonrió, suspiró y se levantó, acercándose a la ventana para observar fuera. El joven se levantó también y se acercó a ella, para mirar también.

– ¿Quién diría que esta simple fiesta se convertiría en una novela de misterios? –sonrió ella.

– Ciertamente...

– ¿A dónde va? –preguntó el escritor.

Ambos jóvenes giraron, mirándolos.

– Debo salir por el trabajo, me falta poco para el teatro. Regreso pronto.

– Espere un momento. Ahora que sabemos quién es el asesino, lo más seguro es movernos en grupo.

Lau acercó su pipa a su boca y fumó.

– Es verdad. Si el asesino sigue aquí, esa es la mejor opción.

– ¿Qué quiere decir?

– ¿Cómo que de qué? Si no está acá, ¿En dónde estaría?

– ¿Se está escondiendo afuera?

– Pero es imposible que entre a un cuarto cerrada desde afuera con esta tormenta –comentó el ojiazul, tras acercarse de nuevo.

– ¿Y si existe una 15va persona que hace posible eso?

– Tonterías. Es imposible que sea eso.

– En este mundo, no existe lo imposible. Y si existe ese imposible y está haciendo de las suyas en esta casa, debe estar muy cerca de nosotros.

Los jóvenes prometidos se acercaron nuevamente a la ventana.

– Digo que no existe un hombre que pueda hacer esas cosas –negó, cruzándose de brazos.

– ¡Bocchan! –llamó Baldroy, entrando corriendo con Finni.– Hemos capturado a un sospechoso.

Todos exclamaron sorpresa.

– ¡Oye, apúrate!

May-Rin entró, escoltando a un hombre de traje negro, empapado y amarrado con una soga.

– ¿De verdad había alguien? ¿Dónde se escondía?

– Tú eres...

– ¿Ciel...? –lo miró.

– Entonces...Él es el asesino.

Lau sonrió y se puso de pie.

– No pensé que la 15va persona viniera por sí sola. Eso sí me sorprendió –se acercó a él y colocó una mano en su hombro.– Y... ¿Quién eres?

Suicide Circus 🎪 Ciel PhantomhiveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora