🎪 Chapter XXV: Hasta que las mentiras se vuelvan verdad

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– Y ahora, ya que el profesor se fue a casa, iré a preparar la cena.

– ¡Espera! Delante de él no mencionaste nada ya que Tn y yo estuvimos callados, pero aún no nos has explicado el asesinato de Phelps.

– Ah, era eso. A decir verdad, había un invitado más que no fue llamado. Creo que Lady Tn fue la primera de todos en notarlo –la miró.–, ¿No es así, señorita?

– ¡Ah! No esperaba menos de un demonio –rió.

– ¿Tn? –levantó una ceja.

– Explícalo, por favor, Sebastian.

– Entendido –se acercó a un lado de la mesa.– Ya que fue repentino –levantó el mantel.–, tuve que dejarlo en esta lujosa suite –sacó de debajo de la mesa una caja de madera envuelta con cadenas.

Ciel exclamó sorpresa, poniéndose de pie.

– ¿Aquí está el asesino? –miró al pelinegro.– ¡Muéstrame el interior!

– ¿Está seguro?

– ¡No seas altanero!

– Entonces...

Sebastian abrió el candado, quitó las cadenas y abrió la caja; de ella salió una serpiente que siseó mientras se extendía hasta el Conde, pero Arioch la sujetó antes de que lo picase.

– El verdadero asesino del señor Phelps...

Los lados de la caja cayeron, dejando ver a Snake amarrado con sogas, con una venda en su boca, y con algunas serpientes a su alrededor.

– En verdad existía el 15vo invitado.

– ¡Snake!

Tn se acercó, mirando a aquel peliplata mientras abrazaba el brazo de su prometido.

– Mimi...

– Ha pasado un tiempo, Snake.

– ¿Por qué estás aquí?

– El día después de que Black y Smile se colaron en la tienda de Joker, todos desaparecieron. ¡Definitivamente es tu culpa! Y Mimi los traicionó a todos para irse contigo. Por eso yo...seguí a Smile por el olor de sus ropas. Eso lo dice Wilde.

– ¿Quieres decir que su desaparición fue nuestra culpa?

– ¡Así es! ¡Desde que ustedes llegaron, todos empezaron a actuar raro! –bajó la mirada.– Eso es lo que dice Words –frunció el ceño.– De alguna forma presentía que Joker escondía algo de mí. Pero...a pesar de mi apariencia...ellos me tomaron como su compañero. ¡Eran mi familia! –los miró, molesto.– ¡Ustedes me robaron eso! ¡No los perdonaré! Eso lo dice Wilde.

Ciel bajó un poco la mirada, parecía apenado, pero rápidamente retomó su seriedad y habló:

– El grupo de circo donde estabas secuestraban niños en cada pueblo. Para poder investigar eso, nosotros nos infiltramos en el circo...Excepto Tn. Ella no sabía nada, y cuando supo de mi investigación decidió ayudarme, por eso se vino conmigo.

– ¿Secuestros? –cuestionó abriendo los ojos con sorpresa.– ¡Eso es mentira! ¡No digas tonterías! Oscar dice eso.

– "Tonterías". Puede que sea eso, ya que antes de obtener la evidencia nuestras identidades fueron descubiertas, y su paradero es desconocido.

Tn y Sebastian lo miraron.

– En ese sentido, puede que hayamos robado tu tranquilidad. Pero...nosotros pensábamos en el bien de los niños que pedían ayuda –lo miró.– Por supuesto...también queríamos ayudarte –se acercó a él, le quitó las cuerdas y le extendió una mano.– Snake, ven a mi mansión.

Suicide Circus 🎪 Ciel PhantomhiveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora