Una vez más podía sentir como algo se movía, quería preguntar que ocurría y de esa forma entender lo que sucedía a su alrededor. Su cabello plateado se esparcía por el suelo, su vestido blanco se arrastraba de igual manera, mientras ella se mantenía detrás de las puertas del estudio tratando de oír algo de lo que pasaba en el interior, su madre llevaba en ese lugar más de una hora encerrada, las sailor no deseaban interferir en los asuntos de su reina, pero ella no podía ocultar su preocupación. Amaba a su madre y temía que algo malo estuviese pasando en el reino. Un nuevo temblor se sintió en el reino, se alejó de la puerta asustada al pensar que ella saldría, pero los minutos pasaban y todo seguía igual.
— ¿Serenity? — Levantó la mirada al oír la voz de una de las guardianas, su cabello era de un color rubio con sus puntas rojizas, sus ojos carmesí y su sonrisa le transmitía paz, su traje dorado brillaba como si fuese de oro puro.
— Galaxia, mi madre...— La rubia observo hacia la puerta. — ¿Por qué estás aquí?
— Princesa Serenity usted...— Las puertas fueron abiertas, su madre la reina Artemisa salía del estudio. En sus manos se encontraba el cristal de plata, al ver a su hija le sonrió levemente. Galaxia hizo una reverencia ante la reina, quien solo sonrió antes de seguir su camino siendo seguida por ambas, la joven princesa observaba el cabello magenta de su madre moverse de un lado al otro mientras caminaba, sus ojos zafiros llenos de lágrimas que amenazaban con caer. Artemisa se giro hacia ella antes de llegar al balcón, dejo en sus manos el cristal de plata dandole un beso suave en la frente.
— El pasado mi hermosa princesa no debe visitarse. Te amo tanto Serenity, recuerda que debes ser bondadosa. — Deseo hablar y preguntar a qué se refería, pero fue tarde, el cuerpo de su madre se hizo polvo ante su incrédula mirada, Galaxia se arrodilló en señal de respeto al ver cómo la reina moría por su propia decisión, dejando el cargo a su única hija.
— madre...¡Madre! — No entendía el porque, no supo que decir más que dejar el dolor llenará su corazón al verla partir. Cerro sus ojos llorando en silencio, era su momento de tomar el trono y seguir su propio legado. Descubrir los misterios que rodeaban su propio hogar.
Abrió los ojos sintiendo como las fuerzas le abandonaban poco a poco, el poder del cristal de plata drenó su propia energía, cómo pudo se arrastró entre los escombros buscando algo en específico, allí en medio de las ruinas de lo que una vez fue un hermoso pilar de mármol se encontraba el cuerpo sin vida de un joven, acaricio su frente alejando los mechones de su cabello negro azulado, su piel sucia por el polvo y las cenizas del incendio que dejó atrás la batalla contra el Negaverso, Serenity sentía que algún día su hija la odiaria, pero en ese momento debía proteger el universo de su cruel destino.
— Orión. — Esperaba tener una respuesta pero nada ocurrió.
— Serenity. — No tuvo que voltear a ver quién era, su energía era fácil de reconocer en cualquier momento. Sintió su mano en su hombro. — No te aferres debes dejarte ir.
— Prométeme que no dejaras vuelva a pasar. — La Sailor se arrodilló a su lado, su cabello negro caía ambos lados de sus hombros cubriendo su rostro, Serenity se dejó caer en sus brazos al sentir como su cuerpo perdía fuerzas. — Prome...telo.
— Solo el destino lo dirá. — La reina sonrió levemente antes de cerrar sus ojos por completo, su respiración se detuvo así como su pulso, con ella el Milenio de Plata había muerto. Sus ojos se centraron en el cuerpo sin vida de Orión, tocó su frente limpiando las cenizas de su marca real. Observo al cielo como aquellas almas salvadas por la reina para obtener una nueva oportunidad eran llevadas como si fuesen una estrella fugaz al lugar donde nacen las nuevas oportunidades, ella era una más, pero su vida transcurría diferente.
— Sus errores constaran caro.
Sus palabras fueron llevadas por el viento, la luz del sol iluminó las ruinas del reino como cada día ocurría, pero esa vez no habia nada más que soledad en un lugar donde siempre existió la vida.
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Está nueva historia no estaba planeada fue algo que nació de la nada, podría decir que me inspiró ver "la mujer maravilla" 😅
Tampoco será algo larga como acostumbro, así que disfruten de ella 😁
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Cenizas
FanfictionEl Milenio de Plata siempre se vio como el inicio de todo, un reino fuerte protegido por la reina Serenity, pero más allá de su legado se escondían muchas cosas. Artemisa diosa de la luna, hija de Selene y Apolo, fue la encargada de proteger los sec...