Capítulo ✨35✨

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¿Cómo me sentía? Aturdida, esa debería ser la palabra correcta para responder mi propia pregunta, recordar de un solo golpe todo mi pasado me había aturdido, no fue como ese día que desperté mi esencia siendo la princesa Serenity, era diferente, sentí como si hubiese caído al océano en medio de la madrugada desde un avión, el agua fuesen miles de cuchillas frías atravesando mi piel, podría ser esa una forma de definirlo, no tenia idea de como expresar de una forma concreta todo el dolor, la ira y tristeza que sentía. Solo podía recordar ese momento en que mi madre se acerco a nosotras, el día que uso el cristal de plata en ambas aun cuando suplique no lo hiciera, yo trate de oponer resistencia, pero era débil ante ella, el cristal aun no respondía a mí y fue esa razón por la cual acabe siendo manipulada. Cierro mis ojos con fuerza tratando de contener las lagrimas que asomaban en mis ojos, podía notar como Galaxia tenia su mirada fija en mí, recordaba algunos escritos familiares donde hablaban de ella, la Sailor eterna, quien protegió el milenio plata antes de si quiera yo nacer, era mi tía abuela o al menos en ese tiempo lo fue.

Una vez más volvía pero en esta ocasión para ser de ayuda, para poder detener a Casiopea, tenia mucho miedo de perder a las personas que amaba, Seiya, mis amigas, incluso a...de solo pensar que perderíamos a la pequeña Iris o Kousagi mi corazón se rompía, no era idiota, aunque esa niña quisiera ocultar su ser, sabia que era mi hija, reconocía su esencia; era tan parecida a la de Seiya y la mía que era fácil de darse cuenta de su origen. Sacudí la cabeza al ver el panorama que nos rodeaba, una infinita oscuridad que parecía no acabar, levante en alto mi broche haciéndolo brillar, la oscuridad comenzó alejarse. No reconocía el sitio en el que estábamos, pero al parecer Galaxia si, su mirada sorprendida me lo hizo saber.

– ¿Qué es este lugar? – La pregunta de Plut corto el hilo de mis pensamientos, yo también quería saber donde estábamos. Pude notar a Uranus mover su mano fuera de mi luz, me estremecí al ver como la oscuridad parecía subir por sus dedos, pero al tocar la luz de mi broche se apartaba.

– ¿En que pensaban cuando usamos la teletransportación? – Otra pregunta, parecía que nadie quería responder, Seiya se impacientaba al igual que Uranus, ambos podían ser temperamentales de igual forma, la pregunta de Seiya no obtuvo más que un suspiro en respuesta de parte de Galaxia.

– Es la dimensión donde habita Casiopea, podríamos decir que creo este mundo dentro de la estrella donde mi hermana la encerró. – Contuve el aliento por un segundo, no podía llegar a imaginar cuanto poder poseía esa mujer. El rugir de un animal me helo la piel, me sentí observada, una oleada de frio me recorrió, quise voltear al escuchar el grito de Uranus, pero no pude. Seiya tomo mi mano halándome, obligándome a huir con Galaxia y Plut. Mire hacia atrás la jauría de bestias, no tuve tiempo a distinguirlas, una vez más la oscuridad cubrió a mi amiga junto a sus enemigos, solo alcance a mirarla usar su sable. Observé a Seiya, su mirada era fría, en ese momento reconocí a Orión en él.

"Eres como esta flor, delicada y hermosa, ¿Me amarías, aunque soy tu enemigo?"

Un; sí. Esa fue mi respuesta ese día en los jardines de Juno, mi madre y amigas pensaban que iba a Júpiter para estudiar, aprender el arte de la cocina de la mano de la reina Junel, aprender a usar mis manos como un arma de defensa por parte del rey y su hija, pero no era así, aunque mis estudios eran primordial, la mayoría del tiempo pasaba mis días con Orion en los jardines conociéndonos, las costumbres de su planeta así como las costumbres de mi pueblo, fueron sus anécdotas, esa forma de ser divertida, fría y protectora la que me hizo amarlo, en esos mismos jardines le entregue mas que mi corazón, una sola noche basto para ser bendecidos con nuestra pequeña Iris.

Seiya aprieta mi mano, quizás se daba cuenta de lo que pensaba al ver mis ojos llenos de lágrimas, temía no salvar a nadie, no tenia el poder y la misma Galaxia lo había dicho.

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