Capítulo ✨ 28✨

110 17 4
                                    

Pista de hielo

Serena miro a su alrededor buscando a Seiya e Iris, pero no lograba encontrarlos entre la multitud de personas que iban de un lado al otro. Decidió esperar en una de las bancas mientras él regresaba con la niña, se lamentaba no haber ido y preferir quedarse tomando un chocolate caliente, aunque si era sincera estaba cómoda en ese lugar tan concurrido. Le hubiese gustado invitar a sus amigas o Rini, pero lo menos que deseaba era estar con la pelirosa, su presencia le recordaba lo sucedido con Endimion, aunque estaba conciente en que ella no tenía culpa de lo ocurrido con quién era su padre.

- Cabeza de bombón. - Alzó la mirada al escuchar la voz de Haruka, sus amigas le habían dicho que después de mucho intentarlo pudo salir del control de Nefher. Dejo su chocolate a un lado antes de poder abrazarla, Haruka luchaba con mantener fuera a Nefher de su mente lo más que podía y así alertar a su princesa. - Escúchame, por favor princesa.

- Tenía miedo, quería morir después de lo que pasó. - Ella sabía de qué hablaba, Endimion y su nueva aliada le informaron del daño físico y psicológico que le causaron durante las horas que estuvo con ellos.

- Cabeza de bombón...- La envolvió en sus brazos al darse cuenta de los pequeños temblores que sufría la rubia, la sentía tan indefensa y pequeña en sus brazos que no deseaba soltarla aunque de no hacerlo podría perder el tiempo. Bruscamente la alejo de ella, la obligó a sentarse sin apartar sus manos de las suyas, miro sus lágrimas recorrer sus mejillas sonrojadas por el frío. - Es una trampa.

- ¿Dé que hablas? - Retiro las lágrimas con sus dedos, ella misma comenzaba a sentir como su visión se empañaba.

- Endimion vendrá por ti, así como yo vine en este momento. - Llevo su mano derecha a su pecho. - Mi estrella se ha corrompido por ellos y ni tu luz puede alcanzarme ya.

- N-No Haruka...t-tú eres fuerte, puedes salir, te ayudaré a sanar. - Negó, no tenía más tiempo que perder. Entre las manos de la guardiana apareció el talismán de Urano, la espada brillaba al ser entregada a su princesa. - No lo haré.

- Si, debes hacerlo mi amada Koneko. - Beso su frente al sentir como una oleada de poder la golpeaba. La pluma de transformación apareció antes sus ojos, había cambiado de color hasta volverse de un profundo negro. - Huye...- Sus ojos perdieron el brillo después de esa frase, la pluma brillo con fuerza ante la sorpresa de la princesa, el vaso de chocolate cayó al piso, las personas que pasaban se detuvieron al ver la luz. Serena apenas pudo huir de ella antes de que pudiese acabar su transformación.

- Haruka...- La guardiana alzó el rostro mirando con frialdad a quien debía proteger, sus ojos derramaban lágrimas silenciosas en respuesta al dolor de su corazón.

- ¡Tierra, tiembla! - Se abrazo a la espada antes de correr buscando la ayuda de Seiya.

- ¡Detente Uranus! - Seiya se interpuso sosteniendo una espada, el ataque fue desviado por el arma destruyendo un local cercano. Serena miro con sorpresa la capa negra que la cubría, el moreno vestía ante ella de una forma diferente, supuso que era su cambio al ser un guardián de Kinmoku. - No permitiré que lastimes a bombón.

- Orión, - Un nuevo ataque de Uranus contra el moreno lo desequilibro hasta el punto de tomar a Serena en brazos y escapar de ella. - ven príncipe te destruiré como en el pasado acabe con todo el reino.

- ¿Seiya? - No respondió, la dejo oculta entre los vestidores dónde Iris permanecía en silencio. Podía escuchar afuera los pasos de Uranus mientras los buscaba, la espada en brazos de su bombón le indicaba que ella por un momento pudo ser libre pero una vez más fue controlada hasta perderse por completo, Serena se dió cuenta de su mirada. - Ella quiere que yo...

CenizasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora