Capitulo XXI

27.8K 1.4K 73
                                    

Christian

-Por dios Christian. –sorbe por su nariz- ¿Sabes lo importante que es el matrimonio? Ni siquiera hemos arreglado las cosas con Carol.

-No quiero seguir más con ella, Nicole. Por eso te estoy proponiendo que te cases conmigo y que comencemos nuestras vidas lejos de aquí. En cualquier lugar que quieras… En cualquier lugar que te haga feliz. –digo bajo.

-No puedo responderte Christian, aun sigues siendo el novio de Carol; no mío.

-Podemos ir ahora mismo y decírselo, así acabamos con todo esto de una buena vez. –me levanto de la cama- ¿No es lo que quieres?

-Claro que es lo que quiero. ¿Acaso crees que pienso sólo en mí?

-No, obviamente no piensas en ti, ese es el problema.

-¿Qué quieres que haga? ¿Qué vayamos y le digamos “Oye, nos casaremos. Espero que tengas una bonita vida desde ahora. Adiós”? –dice subiendo el tono de su voz.

-¿Por qué no miras las cosas desde mi punto de vista?

-Porque tú crees que las cosas son muy fáciles cuando ni se acercan.

-Si no quieres casarte conmigo sólo tendrías que decirlo.

-¿Dudas que te amo?

-Ahora no lo sé.

-Christian, escúchame. –susurra- No responderé ahora, no hasta que aclaremos las cosas con ella y le digamos la verdad.

-¿Cuándo? –paso mis manos por mi cabello.

-No lo sé. –mira sus manos.

-Hoy a la noche se lo diremos. –me coloco el short y la camisa.

-¿Hoy?

-¿No es lo que querías? ¿Ahora no se lo quieres decir? –salgo un poco molesto por la puerta.

Camino hasta la barra de licores y me sirvo un poco de vodka. Es muy temprano para empezar a beber pero ya que, igual es muy temprano para estar discutiendo y nadie lo detiene. Me encamino hacia las afueras del yate y observo como el sol ya se ha posicionado en el mismo lugar de siempre.

Bebo de un solo trago el vodka y escucho unos pasos. Volteo y miro a Nicole caminando hacia mi con sus brazos cruzados.

-¿Aun sigues enojado? –dice bajo.

-¿Aun lo estás tú?

-Nunca dije que estuviera enojada, no confundas mi carácter fuerte con enojo. –sonríe levemente.

-No confundas mi razón con enojo.

-Vale. –rueda los ojos- ¿Se lo diremos hoy?

-Ya lo he decido. –la tomo por la cintura y la pongo de espaldas a mí, abrazándola- No hay vueltas atrás. –suspira hondo.

-Tengo miedo. –coloca su cabeza en mi hombro- Realmente la quiero mucho.

-Y no dudo que ella también lo haga, pero es mejor decirlo ahora antes de que sea más tarde y el dolor sea más fuerte.

-Lo sé. –arruga su nariz- Odio que tengas la razón.

-Yo también te amo.

-Imbécil. –la miro sorprendido- ¿Qué?

-Esa boca señorita Nicole. No sabía que usted decía palabrotas. –sonrío.

-Digo palabrotas cuando me provocas.

-Cuando te provoco… hm…

-Deja de pensar mal Christian. –golpea suave mi hombro y ríe- A veces me preocupa tu estado mental. –sonrío y la beso.

Barreras de lo ProhibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora