Barreras de lo Prohibido

Capitulo XXVI

Nicole

Despierto asustada por un fuerte sonido. Miro hacia la puerta y hay un plato con pan. Malditos, han traído comida como si creyeran que estar aquí encerrada me diera hambre. ¿Cómo es posible que me hayan secuestrado durante dos semanas y no les haya visto la cara en todo este tiempo? ¡Ni siquiera sé dónde estoy! Solo se escucha el sonido de algunas aves indicándome cuando comienza el día y me guio por el sonido de los búhos cuando es de noche. Estoy en un cuarto junto a una manta, un colchón en el suelo, una silla y un inodoro en una esquina, parece una cárcel.

Todas las mañanas se escuchan voces detrás de la puerta pero aun nadie se ha dignado a entrar y darme la cara. Todo esto es tan extraño, no recuerdo mucho cómo llegue aquí solo sé que iba a encontrarme con Christian pero cuando llegue no había nadie. Camine con la esperanza que estuviera cerca pero alguien me tapo la boca con un pañuelo húmedo de alguna droga y caí en un sueño profundo.

No sé quién pudo secuestrarme, y la pregunta del millón sería "¿Para qué?" A pesar de que tengo mis sospechas sobre quién podría ser no quiero apresurarme y sacar mis propias cuentas. Podría ser algún delincuente queriendo alguna recompensa, y si es así, soy la reina de la mala suerte.

Escucho que hablan fuera y veo como la pesada puerta es abierta. Entra un hombre vestido todo de negro con un gorro sobre su cabeza que tapa su cara y deja a la vista solo sus ojos café oscuro. Cierran la puerta, coge la silla y se sienta frente a mí.

-Hola Nicole. -dice. No puedo reconocer su voz de ninguna manera pues está utilizando algo para distorsionar su voz. Buena jugada esa.

-¿Qué quieren de mí? -digo fuerte.

-Cálmate blanquita. -ríe- Eres muy bonita para ser tan salvaje, pero te lo dejare pasar.

-¿Quieren dinero? ¿Es eso lo que buscas?

-¿Acaso crees que soy yo quien ha planeado todo esto de secuestrarte? No bebé, hay varias cabezas detrás de esto.

-Dime que no le han hecho nada a Christian. -aprieto mis puños. Tengo mucha ira pero este sujeto me da mucho miedo.

-¿Por qué crees que le hicimos algo a él?

-¿Será porque me escribieron desde su teléfono? -digo sarcásticamente.

-Eres muy inteligente Nicole, espero que ese don tuyo no te lleve a más problemas. En fin, no estoy aquí para aclarar todas las dudas que tienes. -se levanta y camina en el poco espacio alrededor de la habitación- Te has portado muy mal últimamente y eso te ha traído hasta aquí. Me encantaría estar acompañándote y dándote calor pero ya ves, eres muy terca.

-No quiero nada de ti. -mascullo.

-Sabes, hoy me encargaron de ti y me dijeron que podía hacer lo que me venga en gana así que controla tu comportamiento blanquita. -se acerca a la comida- ¿Por qué no has comido? ¿Te quieres morir de hambre? ¿Te quieres morir tan rápido? -ríe.

-Solo quiero irme de aquí. -mis ojos se llenan de lágrimas.

-Es una lástima. Todos queremos muchas cosas y no las tenemos. -se acerca a mí y acaricia mi mejilla- Solo vine a decirte que hoy salimos a otro lugar para que te prepares. -sonríe malévolamente. Se gira, abre la puerta y se retira dejándome sola y con menos esperanzas de salir de esto.

¿Qué he hecho mal para merecer esto? Cuando al fin creo poder ser feliz con Christian me pasa esto. Y lo peor de todo es creer no poder salir de ésta. Quiero saber cómo esta él, quien ha hecho esta estupidez, quien me odia tanto, quiero ser libre, quiero ser feliz.

Me arrodillo sobre el colchón con mi cara entre mis manos mientras descargo mi ira a través de las lágrimas. Me siento tan insegura, ni siquiera he podido dormir bien porque siento que alguien pueda entrar y abusar de mí. Destrozarían mi vida. ¿Qué ganan con tenerme encerrada? ¿Por qué no me matan de una vez si es lo que quieren? Si es que soy un estorbo en su vida. Así ya no gastarían más tiempo en mí. Sé que ellos están planeando algo y es lo que me asusta porque no quiero que las personas más cercanas a mí estén en peligro pero estando aquí no puedo hacer nada para ponerlos a salvo.

Luego de unas horas abren de nuevo la puerta y entran dos tipos. Me toman de los brazos obligándome a levantarme y me apresuran a caminar. Salgo y veo que todo está oscuro, es de noche ya. Bajamos unas escaleras viejas y entramos por un largo pasillo hasta llegar a una puerta trasera.

Salimos y subimos a una camioneta negra, antes de subir miro rápidamente a mi alrededor y observo una fuente y un tractor. Estaba en una especie de granja, con razón el sonido de las aves.

Dentro de la camioneta solo va el chofer y los chicos que me sacaron de la habitación.

-¿A dónde vamos? -pregunto cuando llevamos unos minutos de haber arrancado. Nadie responde, solo miran al frente y de vez en cuando hacia los lados de la ventana. Parecen robots.- Gracias por la respuesta. -digo sarcásticamente.

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Despierto cuando siento que unas manos me suben al hombro de alguien. Comienzo a patalear y gritar.

-¡Cállate! -camina hasta abrir una puerta, me lanza a un mueble y se retira. Me levanto del sofá y camino alrededor de la sala, hay algunas fotos en las paredes pero no conozco a ninguna. ¿Qué mierda es todo esto?

-Al fin te trajeron. -volteo rápidamente.

-Sabía que tenías algo que ver con esto.

-Sí, sí. Fui yo. -rueda los ojos.

-No pensé que serias capaz de tanto Carol.

-¡Ay ya basta! Me tienes cansada de tanto Nicole. -hace gestos con sus manos- Deberías felicitarme por tan genial plan que tuve. -sonríe sínicamente- Quería presentarte a un amigo que me ayudo a hacer todo esto, así nos felicitas a ambos. -chasquea los dedos y aparece un hombre por la misma puerta que entro Carol.

-No puede ser...

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Bueno aqui esta la continuacion, voten y comenten. :) x