Capitulo XIV

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Nicole

-Pero ayer Carol me iba a presentar a su novio… –me quedo en silencio y lo miro decepcionada- ¿Sabes lo que le costó a Carol volver a enamorarse? No, no lo sabes. –digo subiendo la voz- Y ahora resulta que su novio la engaño con su mejor amiga. –siento mis lágrimas a punto de desbordarse y la ira crecer dentro de mí.

Cuando Carol sepa toda la verdad habré perdido mi amistad con ella por algo que nunca estuvo a mi alcance. Es como si hubiera estado caminando con una venda en mis ojos sobre mi propio cielo; mientras yo era feliz hacia infeliz a otra. No puedo comparar este sentimiento de dolor e impotencia con nada. La furia que tengo en estos momentos me hace daño; siento que me hundo cada vez más en esta mentira y estoy a punto de tocar el fondo.

Me duele que Christian haya creado todo este problema, ¡Es un estúpido! Y me hace sentir de la misma manera porque no lo quiero perder. Todos estos días que estuvimos juntos fueron sólo un juego para él y sé que tengo cierta culpa en esta situación también, pero por más que quiera sacarlo de mi corazón y colocarlo en otro lado, tal vez un riñón, no puedo.

-Yo nunca quise herir a nadie, las cosas se fueron dando solas. Cuando estoy contigo olvido todo lo que me rodea y hago cosas de las que no me arrepentiré jamás. Entiende que…

-O sea, que yo tengo la culpa de hacerte mentir. –lo interrumpo y me levanto del sofá.

-¡¿Qué?! Claro que no. –se levanta y me toma de los hombros- Hoy iba a contarte todo sobre Carol; te iba a pedir que nos diéramos una oportunidad de nuevo y fuéramos juntos a Australia, pero con todo lo que paso del robo no tuve las fuerzas necesarias para contarte.

-¿Cómo se te ocurre pedirme eso después de todo lo que hiciste? Me siento mal ahora mismo Christian, si tenías novia ¿Por qué te acostaste conmigo? ¿Solo fue un juego para ti todo esto? –nos señalo.

-Actué con el corazón Nicole, cada noche pensaba en todas las consecuencias que me traería esto, pero es lo que mi corazón quería. Estar contigo.

-Esto es un error Christian. –alejo sus manos de mis hombros y camino hacia la puerta- si querías estar conmigo tenías que ser sincero y no sólo conmigo, sino contigo mismo.

-¿Vas a dejar que nuestra historia se acabe aquí? –volteo. Sus ojos están brillando con intensidad, sé que quiere llorar.

-Hace mucho que lo nuestros se acabó. –digo sintiendo mis lágrimas caer por mi mejilla con gran rapidez y salgo de su apartamento.

Tomo el ascensor y me dirijo a mi piso. Al entrar todo está oscuro y en absoluto silencio, siento que cada segundo que pasa es una tortura haciéndome sentir sin oxígeno. ¿Por qué me pasa esto? ¿Por qué regreso Christian para hacer de mi vida una montaña rusa? ¿Por qué lo tengo que amar tanto?

Caigo de rodillas en el suelo; insegura de todo. No tengo el consuelo de alguien en estos momentos, solo Carol podía ayudarme pero si se entera de lo paso lo menos que podría darme seria apoyo. Ni siquiera tengo a Samanta en el apartamento para que me escuche llorar.

Pero, ¿A quién le importa? No puedo hacer de este problema el suyo, yo misma debo salir de él.

Christian se comportó como un verdadero patán y lo peor de todo es que es el hombre por el que daría todo. Pero nuestro amor tiene barreras que el mismo creó. Tal vez mi futuro no está destinado a ser con él.

¿No se supone que la vida es para ser feliz? ¿En qué momento dijeron que era por pequeñas etapas?

Escucho pasos que se van haciendo más cercanos, luego siento la mano de alguien en mi espalda.

-Ya no llores hermanita. –dice mientras me abraza y acaricia mi cabello. Ese es uno de los consejos que las personas suelen darte en momentos fuertes pero, ¿se han puesto en tus zapatos antes de decirlo? Prefiero llorar hasta deshidratarme que guardar toda la tristeza para que me consuma luego. Necesito descargar todo lo que me hace sentir miserable, necesito desahogar todo.

*******

Siento mis parpados hinchados cuando los abro. Miro el lado contrario de mi cama y hay una pequeña mesita con el desayuno junto con una samanta un poco sonriente.

-Te hice el desayuno. –parece tímida. ¿Qué le pasa? Samanta es la mujer más activa que he conocido.

-¿Te sucede algo? –mi voz suena un poco ronca.

-¿Qué? No, no. –hace movimientos con su mano en el aire- ¿Por qué llorabas anoche?

-¿En serio quieres hablar de eso ahorita? –digo sin ánimos aun acostada en la cama.

-Necesito saberlo, no lloras a menudo. –sonríe.

-Ayer estuve con Christian en su apartamento y… -me quedo en silencio recordando todo lo que paso- se acabó.

-¿Por qué?

-Christian es el novio de Carol, ¿puedes creerlo? –Esperaba que la reacción de Samanta fuera gritar e ir furiosa a golpear Christian pero lo que hizo fue apretar los labios y mirar hacia otro lado. No puede ser.- ¿Ya lo sabias?

-Lo siento tanto… -mira sus manos- No te lo dije porque no era la persona correcta para contártelo, eres mi hermana y odio verte sufrir pero si te dec…

-Tranquila. –la interrumpo- Todo lo que tenga que ver con Christian forma parte del pasado. No quiero saber nada sobre él.

-Y…. ¿Se lo dirán a Carol?

Barreras de lo ProhibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora