Capitulo XXX

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Gracias a todas las personas que comentaron que continuara la historia, ustedes son increibles. Gracias por haberme esperado tanto, y a las nuevas que se unieron igualmente se lo agradezco.

Continuare con la historia, espero que sigan comentando y votando.

Gracias:) xx

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Christian

Salgo de la habitación con ella tomado de la mano y caminamos por el pasillo contrario al que subí. Las paredes de la casa están deterioradas, con grietas y con la pintura cayéndose, pero lo que llama mi atención es una foto casi cayendo de la pared. Me acerco a ella y la observo con cuidado, hay un señor y una señora mayor abrazando a una niña pequeña.

-Son los abuelos de Carol. –dice Nicole- Supongo que aquí era donde vivían; murieron hace 2 años. –asiento lentamente.

Continuamos caminando y nos detenemos cuando escuchamos a dos personas hablando. Saco mi arma y presto atención a la conversación.

-¿Por qué crees que la Señorita Carol haría todo esto? –dice.

-No es de nuestra incumbencia, mejor sigue cuidando los alrededores en vez de estar metiéndote en lo que no te interesa.

Los dos hombres se van hacia un pasillo y volteo a ver a Nicole. Sé que no es el mejor momento de pensar en estas cosas pero se ve tan vulnerable, tan bonita y tan pequeña.

-¿Sabes dónde puede estar Carol? –susurro.

-No, no lo sé. –dice- Deberíamos darnos prisa.

Corremos silenciosamente y me asomo a una ventana que da al frente de la casa, ya los hombres que llegaron conmigo están en posiciones y sé reconocerlos debido a su uniforme diferente. Bajamos unas escaleras que dan al pasillo para ir al jardín. Abro la puerta y miro al chico que está a unos metros de mí.

-Escóndela donde acordamos. –el chico asiente.

-Promete que cuidaras de ti. –dice Nicole tomando mi rostro.

-Hare lo mejor que pueda. –beso su frente.

-No es la respuesta que deseo Christian. –sus ojos se llenan de lágrimas.

-No puedo prometerte eso. –miro por unos segundos su rostro.- Te amo demasiado, ve con él.

Nicole se resiste un poco pero termina yéndose porque sabe que si se está más tiempo aquí podrían cambiar los planes. Escucho unos pasos y miro hacia esa dirección. Es uno de los míos.

-Comienzan a darse cuenta. Debemos buscar a Carol y acabar con esto ahora.

Entramos de nuevo a la casa junto a otros hombres y nos dispersamos de dos en dos por los pasillos. Observo dos puertas, hago una seña para que mi acompañante abra la primera puerta. Nada. En esa habitación no hay nada, solo cajas. Caminamos hacia la segunda y abro lentamente. Es un cuarto solo, a oscuras. Enciendo la luz y no hay más que solo una silla en un rincón.

Mientras salimos de la habitación se escuchan unos disparos, corremos hasta llegar a la sala principal y vuelven a disparar. Los disparos provienen de afuera, así que corremos un poco las cortinas y observamos. Carol está apuntando a un chico y el chico la apunta a ella, mientras otro está muerto en el suelo.

-¿Quién te mando? –dice Carol- ¡RESPONDE!

-¿Por qué haces esto? –habla el chico.

-¡¿Hacer qué?! ¿Estás loco?

Camino hacia la puerta pero un brazo me detiene. Es mi acompañante.

-¿Qué haces? –susurra.

Lo miro y le hablo con mi mirada, solo espero que me haya entendido. Guardo mi arma y abro la puerta. Carol apunta rápidamente hacia mi dirección y subo mis manos mientras comienzo a salir poco a poco. Ríe fuertemente pero es una risa nerviosa.

-¿Viniste a buscar a tu Julieta? –bromea.

-No era necesario que hicieras todo esto, Carol. Lo único que lograste fue que me uniera más a ella.

-Todo hubiera sido diferente si no te hubieras pasado por nuestras vidas.

-Hace mucho había estado en la vida de ella. –digo- Entiende Carol, no quisimos engañarte ni hacerte sufrir de esta manera. Te quise, y aun te quiero pero solo como una amiga e incluso pude quererte como una hermana. –camino poco a poco hacia ella- Eres una chica increíble y muy hermosa, cualquier hombre se fijaría en ti. No dejes que éste mal momento te arruine y te lleve a un final no deseado.

-No sabes cuánto odio siento hacia ti. –me mira con furia- El hombre que quiero para mí; ama a otra ¿y aun así quieres que sea feliz?

-Tal vez no soy el indicado.

-Puede que tampoco lo seas para Nicole.

-No sabes nada de lo que hemos pasado. –digo a pocos metros de ella. Miro hacia los lados disimuladamente y veo que están alerta apuntando hacia Nicole. Supongo que la patrulla policial ya habrá llegado-

-No es necesario. -dice- Solo quiero que sepas que no fuiste el único que fue infiel. –muerde su labio y luego ríe fuerte- ¿Recuerdas a Francisco? Déjame decirte qué buen polvo que fue conmigo. –no contesto nada y cuando estoy realmente cerca de ella se corre hacia atrás.

-¿Qué intentas hacer? –dice alarmada y se apunta la cabeza.

-¡Baja el arma Carol!

-¡Aléjate! Tal vez sea lo mejor que deba hacer... -dice pensativa. Cuando presiento que están a punto de dispararle a Carol, salto hacia ella. Y caemos los dos mientras escucho un disparo. Siento un dolor fuerte, y me siento cansado perdiendo fuerzas.

Carol esta con los ojos abiertos muy asustada. Giro mi cuerpo con dificultad y me acuesto en el suelo.

-¿E-Estas bien? –tartamudea Carol.

Pestañeo seguidamente incapaz de responder y cierro mis ojos lentamente perdiendo la batalla contra mis parpados.

-¡Christian! –escucho a lo lejos a Mauro. Cuando cierro los ojos se me viene a la mente una sola persona. Nicole.

Barreras de lo ProhibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora