Capitulo XV

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Nicole

Abro mis ojos lentamente y miro hacia la ventana de mi habitación, hay un radiante sol fuera esperando a estresar mi día cada vez más. Miro mi reloj > 8:03 a.m. <

¡No puede ser! Me he levantado muy tarde para ir al trabajo, si no me doy prisa puedo perder una reunión muy importante con unos clientes. Tomo una ducha rápida y me visto con una velocidad increíble en el armario. Camino hacia la puerta de mi apartamento colocándome mis zapatos de tacón y arreglando mi cabello.

Salgo del edificio y cruzo la calle, por más que tome un bus o un taxi no llegare a tiempo a la dichosa reunión. Mis días empeoran cada vez más, es como si este fuera el castigo que me merezco. Me siento en la banca de la parada de buses decepcionada, el día está feliz y me hace sentir envidia.

Un auto se estaciona frente a mí y bajan la ventana.

-¿Te llevo? –dice Christian tímido esperando a que mi respuesta sea ignorarlo como lo he hecho todos los días desde que me entere de la verdad. Ya hacia 3 semanas que no le veía y no contestaba sus llamadas, ni mensajes, ni Skype. Desde que descubrí la mentira en la que estaba decidí que lo mejor era alejarme de él, obviamente vivíamos en el mismo edificio pero eso no excusa para mí; cuando salía del trabajo llegaba directo a mi apartamento y me encerraba toda la noche. No puedo mentir diciendo que le he olvidado o que no le quiero, estaría engañándome a mí misma. Siento que cada vez lo quiero más y me hace sentir mala persona por estar haciendo esto, pero no puedo alejarlo de mi corazón.

-No es necesario. –dije fría. Apretó sus labios, apagó el carro y bajó de él.

-No puedes estar esquivándome todo el tiempo Nicole. –se acercó a mi hasta sentarse a mi lado. Su aroma lleno todo el aire llenándome exquisitamente de él- Necesito que hablemos de lo que pasó.

-¿De qué quieres hablar? Todo está muy claro ya. Tu destino es estar con Carol y yo debo seguir buscando el mío. –me levante- ¿No te das cuenta del daño que me hace estar junto a ti? El no poder besarte o abrazarte porque sé que eres prohibido para mí. –dije quebrantándome poco a poco.

-¿Crees que a mí no me afecta todo esto? Piensa en como estoy sintiéndome al saber que no puedo ir a la puerta de tu departamento porque sé que me lanzaras la puerta en la cara. –pasa sus manos por su cabello- o en que no puedo volver a sentir tus caricias por mi estupidez.

-Esto está mal, Christian. –digo sintiendo mis ojos llenarse de lágrimas- Me cuesta tanto sacarte de mi corazón.

-No quiero que lo hagas. –dice tomando mi rostro entre sus manos.

-Pero es lo correcto. –le miro fijamente a los ojos.

-¿Y a quién le importa?                                        

-¡A mí me importa! –digo alejándome de él.

-Dejemos todo esto Nicole, ¡Vámonos lejos de aquí!

-Lo dices muy fácil porque puedes dejar a tu novia y listo. Pero yo no, ella es mi mejor amiga, al menos lo era antes de todo esto. –limpio mis lágrimas.

-No quiero que tiremos nuestro amor lejos ahora que nos hemos encontrado de nuevo. –acaricia mi mejilla.

-Lo siento… -me separé de él y caminé hacia un taxi.

Acerca de Carol… no le hemos dicho nada, al menos no de mi parte. Siento que si le digo arruinare todo; sus sentimientos, su confianza y bueno, ya no le vería jamás. Si hubiera sabido que Christian era su novio jamás me hubiera acercado de nuevo a él.

Ella ha estado mandándome mensajes pero no he podido tomar sus llamadas. Me ha dicho que se acercan nuestras vacaciones, en dos días específicamente, de las que hablamos cuando me contó por primera vez de su maravilloso novio. Me dijo también que ya tenía planeado a donde querría que fuéramos, y analizándolo desde mi punto de vista positivo necesitaba urgentemente alejarme de todo. No tuve que afirmarle de todos modos de que sí iría, pues ya había reservado el hotel. ¿Y a dónde iríamos? No lo sé, quiere que sea una sorpresa.

***

Tomo por ultimo un bikini y lo guardo en mi maleta revisando que no faltase nada. Ya han pasado los dos días, es decir, que hemos tomado vacaciones. En mi trabajo no hay mucho problema, entregamos todo lo que teníamos pendiente y cerramos. Cuando regresemos terminaremos de arreglar el desfile y listo.

Carol aun no me ha dicho a donde iremos pero le he amenazado con decirme si era algo frio o caliente, no podía llevarme toda la ropa del closet por no saber el clima; por lo que me dijo que era caliente.

Agarro un taxi y monto mis dos maletas. Voy camino hacia el aeropuerto pensando en que tendré un mes fuera de New York, donde podre relajarme y la idea me hace sentir de maravilla. ¡Esto es lo que necesitaba!

Al llegar bajo mis maletas con ayuda del taxista y entro por la entrada principal en busca de los asientos de espera donde debe estar esperándome Carol. Paso los pasillos de los vuelos nacionales y me dirijo hacia los internacionales, observo mi alrededor y encuentro a Carol mirando su teléfono con sus extravagantes lentes de sol. Sonrió.

Camino hacia ella y me detengo rápidamente al ver quien se le acerca. No puede ser.

¿Qué hace Christian aquí?

Barreras de lo ProhibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora