Miedo al destino

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Los días se convirtieron en meses y los meses en años.
Y ellos eran felices, enserio que lo eran, ambos no solo lo parecían, lo demostraban.
Públicamente en las entrevistas cuando Merlin solía interrumpir a Arthur y ambos terminaban sonriendo o como terminaban las oraciones del otro.
Cuando Arthur llegaba de improvisto a su trabajo y Merlin tenía que prestar atención a lo que decía.
Después de todo ser cónyuge del futuro rey no significa que terminaría con su trabajo.
Noches enteras donde ambos se acurrucaban y se dejaban ser.
O tras donde Merlin ayuda al rubio a preparar sus discursos y lo escuchaba.
En ocasiones aconsejando que acción tomar.
Había una pregunta que se repartía en las entrevistas y esa era sobre quién sería el nuevo heredero al trono.

-Bueno, no creo que sea privado el que yo tengo una hermana, una preciosa y lista hermana que puede llegar a ser codiciosa- hubo vararías risas antes de que de nuevo Arthur continuara.
-se que Morgana mantendrá la línea de sangre dentro del linaje- le contestó el rubio al hombre frente a ambos.

-ademas Morgana es muy bonita de seguro que sus hijos tendrán tal perfección- siguió Merlin.

-¿pero a ustedes no les gustaría como tal conocer su descendencia? Tener un hijo sangre de su sangre- Merlin tomo la mano de Arthur, este ya tenía una postura rígida.

-¿me encantaría? Por supuesto que si y no sabemos qué se puede arreglar todavía, por ahora estamos bien así siendo nada más nosotros dos-Merlin respondió tratando de sonar tan contento y cómodo.

-¿no creen que eso es un acto egoísta?- Arthur tomo con más fuerza la mano de Merlin, este soltó un gemido de dolor y frunció el ceño.

-¿acto egoísta? No veo por que eso sería un acto egoísta- respondió de nuevo.

-ustedes son una familia acomodada, Arthur es próximo rey y tú eres un reconocido médico, podrían tener una familia si lo desearán-

-tal vez sea uno de nuestros deseos pero por ahora solo planeamos cumplir metas, metas que no solo nos beneficien a nosotros mismos si no a los de más- por lo general las entrevistas eran incómodas los primeros meses, muchas críticas sobre lo que debían o no debían hacer.
Pronto se dieron cuenta que era algo a lo que no se le tenía que prestar atención.
Por que para el mundo siempre va existir un punto negativo dentro de tu felicidad.

Por lo de más, todo era perfecto.
Todo parecía encajar en su lugar, como piensas echas por el mismo destino.
Y luego pasó.
Primero el notable agotamiento de Merlin.
Arthur lo noto, noto como una luz dentro del hombre al que amaba se iba apagando, pero Merlin siempre decía que era por su trabajo.
Después de todo en ocasiones Merlin tenía que salir en medio de la noche o muy temprano al hospital.
Ahora el se culpaba silenciosamente por no poner más atención.
Ese agotamiento se convirtió en sangrado nasal y después en pérdidas de consciencia.
Cuando Merlin callo entre sus brazos estando en una excursión en otro sitio supo que ya no podía.
Supo que había perdido la oportunidad de ser el caballero montado en un bellísimo caballo blanco y con una brillante armadura, que venía a salvarlo.
Aunque Merlin nunca necesito ser salvando antes ahora ya era tarde.
—-
Se va poner fea la cosa 🥲
A si que de una vez anticipó mis disculpas.