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(Pasado)

El día que se comprometieron pasaron mucha cosas.
Ambos ya llevaba conociéndose cerca de seis años. Merlin estaba por terminar su especialidad y Arthur estaba resolviendo el titulo de heredero al trono, ademas que ya se había recibido en leyes y comercio, ambos no serían conocidos de toda la vida pero si confiaban mutuamente uno del otro.
Llevaban solo un año de relación y aun así se sentía que siempre se pertenecieron.
Arthur disfrutaba cabalgar, le gustaba pedir dos potros finos y salían al atardecer por los extensos campos que el palacio ofrecía.
Arthur era un deportista nato y cualquier cosa que estuviera relacionada con el acondicionamiento físico.
El era bueno en eso y a Merlin le gustaba observar, el pelinegro se interesaba por los libros, las ciencias, física y la química.
No era un cerebrito, era tan normal como se podía ser y a la vez tan extraordinario.
Esa tarde Merlin tenía que estudiar para un examen pero Arthur insistió mucho en salir y cabalgar, Merlin lo noto nervioso.
Pero atribuyó su estado a la próxima que estaba la siguiente reunión de estado.
Cabalgaron un largo rato y cuando ambos estaban recostados en una manta viendo el cielo Arthur maldijo.

-¿que sucede?- interrogó Merlin mientras se levantaban. El rubio buscaba entre sus bolsillos con mucha insistencia.

-creo que he perdido algo muy importante- Merlin lo ayudo a levantarse.

-tal vez lo dejaste en tu mesa de noche o en tu escritorio- trato de tranquilizarlo, acarició su mejilla derecha, el tacto se sintió cálido ante lo frío de la piel, le dio un beso y corrió a la yegua.
-té reto a que no me puedes alcanzar- le grito y salió a todo galope, Arthur no sintió la sonrisa que ya estaba aflorando en su rostro.


-¿por que no se lo dijiste?- Leon le pregunto en el desayuno la mañana siguiente.

-¿ya no te interesa de esa manera?- Elyan, Percival y Gwaine entraron después del castaño, el primero fue quien pregunto, aunque no pudo responder.
-si estás jugando con esto... con el yo me encargaré de partirte la cara, princesa- Gwaine lo amenazo y le arrebato el plato de fruta.

-no es eso... Merlin es... todo lo que alguien puede desear, es solo que perdí el anillo- sus amigos dejaron de lado el vasto desayuno que estaba sobre la mesa.
Gwaine comenzó a reír y después los cuatro amigos estaban más que felices.

-sabes que es una joya de la corona ¿verdad? - le recordó Elyan una vez estuvieron tranquilos, Arthur frunció los labios y asintió.

-no solo es una joya de la corona, es la joya de la corona-le siguió Leon.

-¿y eso que tiene de diferente?- Percival pregunto.

-la joya que tomó Arthur es única en el mundo, descubierta por un antepasado de más de miles de años en una excursión al mar muerto, no hay en el mundo otra igual. Su valor supera las expectativas de cualquier millonario- Leon específico antes de que alguien pudiera interrumpir, estaban disfrutando de verlo sufrir.
Además al castaño le gustaba contar la historia, era fanático de todo ese rollo. - si no la encuentra, no importa que sea el próximo rey, su padre se encargará de quitarle ese derecho y mandará poner una pira en el patio para quemarlo como en los viejos tiempos- el rubio sobo su cabeza.

-¿por que tomar ese riesgo?- le preguntó Elyan.

-Merlin vale ese riesgo, esa joya está echa para el, tan única como nadie más que el- les respondió y se puso en pie.

-ahora tengo que buscarla y llamar a un abogado, necesito dejar algunas cosas en orden- salió del comedor y se perdió entre las puertas de roble.
Sus amigo salieron minutos después dispuestos a buscar el anillo.

El guardia dejó entrar al chico que venía corriendo, llevaba el tiempo a suficiente trabajando ahí para saber de quien se trataba.
Nada más estar dentro Merlin dejo caer sus cosas en el pasto y lo abrazo.

-Mira Julio pase- se alejo lo suficiente y le mostró una hoja de papel que tenía un cien con tinta azul.
La alegría se reflejaba en su rostro.

-muchas felicidades joven- le respondió, después de todo Merlin se había ganado el cariño de varios trabajadores del palacio.
Quienes habían sido testigos del cambio tan radical que su príncipe había tenido Gracias al muchacho.

-traje galletas, están en mi bolso- le dijo mientras corría a la puerta principal.
Corrió primero a buscarlo a su estudio pero no lo encontró ahí, después corrió a su habitación pero tampoco estaba ahí. ¿Tendría acaso que buscar en todo el palacio?
Estaba por correr a los establos cundo lo escuchó, estaba en la biblioteca, escuchó las voces de aquel grupo fiel de amigos.
Abrió la puerta y escuchó todo más claro.

-tal vez lo perdiste cuando cabalgabas- Percival razonó.

-si así fue, no tienes de que preocuparte es única, tú mismo lo as dicho, si alguien intenta venderla sabremos quien la hurto- Leon le consoló.

-¿buscaste en tu cofre de tesoros?- todos parecían ¿asustados? Merlin frunció un poco el ceño y saludó con su mano a los chicos.
-ahi sueles dejar las cosas y después no lo recuerdas- se acercó a él y le sonrió a los otros presentes, le dio un suave beso.
-está cabeza de lechuga te trae muchos problemas- Arthur se relajó y abrazó a Merlin.

-podrías decirme que es y yo podría ayudarte a buscar-

-buscaré en el cofre tal vez ahí esté, no tienes por que perder tu tiempo en reparar mis errores-

-me encanta perder mi tiempo salvado tu trasero-

-jajaja, seguramente es por que te gusta mucho mi trasero- Arthur dijo con ironía y una sonrisa al ver el sonrojo en la cara de Merlin, después de todo su vida como pareja era privada.

-perdón por interrumpir su momento de amor, pero nosotros nos retiramos, cualquier cosa que necesites ya sabes donde estamos- Percival interrumpió el beso que ambos se estaban por dar.

-antes de que se vallan... miren- levantó la hoja mostrándose de pronto orgulloso de su mismo.
-así que por eso era la fiesta-

-¿que fiesta?- Leon se quedó mudo al recordar que tenía que ser sorpresa.

-Lancelot nos hablo de hacer algo para festejar, pero nunca dijo que era por tus notas- Merlin le sonrió con cariño a Percival y camino asta el.

-por cierto ¿donde está? Pensé que estaría con ustedes-

-Arthur dice que Lancelot es más serio que nosotros para tratar con asuntos de estado- se quejó Gwaine y Merlin se echó a reír por la cara de sus colegas.

-nos retiramos y buscaremos lo que perdiste- Elyan dijo y fue el primero en salir.

-!eso es muchachos! ¡Reparen lo que rompió su Rey!- escuchó las carcajadas estruendosas de los caballeros esparcirse por el pasillo.

-Siempre- escuchó a Leon gritar.
Y Merlin se meció entre los brazos de Arthur, feliz, sin entender por que su pareja estaba tan estresado.
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Espero les guste ☺️
Los leo después 🤗

Miedo al destino Donde viven las historias. Descúbrelo ahora