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(Pasado)

Arthur trato de estar toda la tarde junto a Merlin de disfrutar sus pláticas y sus chistes.
Pero no podía, no solo era la preocupación de la joya.
De repente sintió que no tenía tiempo, que alguien más llegaría y se llevaría a su Merlin, alguien o el tiempo mismo.
Merlin estaba conversando con su hermana Morgana y Gwen, estaba sentado a sus pies mientras el le trataba de arreglarle el cabello negro.
Era lo que ambas chicas estaban haciendo, tal vez un momento de descanso después de todo sabía que habían tenido mucho trabajo.
Morgana era representante de estado, graduada con honores de la universidad de Los Ángeles y Gwen, la inteligente Gwen, quien se había ganado un puesto en la corte y estaba por abrir su propio bufete de abogados.

-entonces salimos y ya no estaba alguien se había llevado el perro del duque- Gwen lo dijo mientras reía por la anécdota y se pasaba su peine por el cabello rizado.

-después se supo que su esposa se lo había llevado como castigo por no comprar las rosas del color que pidió- Morgana también se echó a reír.
Recordó las veces que estuvo al pie de perderlo, por sus tonterías.
Cepillo el pelo negro de Merlin, una ves más y tomo un puñado de liguitas de la mesa, estaba peinando el corto cabello de su novio o intentando hacerlo.
Alguien tocó la puerta y antes de que pudieran decir pase Lancelot entro, le sonrió a su novia y se acercó para dejarle un beso.
Se inclinó solo un poco hacia Arthur en señal de respeto y le tendió un sobre.

-no hay por que preocuparnos Majestad, todo está bien con la familia Clidesps- Arthur había tratado infinitas veces que Lancelot dejara de lado la etiqueta pero este se negaba al menos cuando se trataba de asuntos legales.

-Gracias por la ayuda Lancelot- le respondió, se alejó y dejó la carta sobre la mesa de té.
Lo leería más tarde cuando su mente estuviera más tranquila.

-¿por que no vamos a comer algo?- Gwen pregunto sus brazos estaban envueltos en uno de los de Lancelot.
—-
Cuando salieron, en el patio trasero del palacio había varios mesas y sillas, la fiesta improvisada que Lancelot le había echo a Merlin.

-!sorpresa!- escuchó el grito lleno de júbilo de varias personas.

-no te notas muy sorprendido- le dijo Lancelot, Merlin sonrió y apretó la mano de Arthur.

-digamos que ya lo sabía- le sonrió

-¿Gwaine o Persival?- le preguntó con una sonrisa de lado.

-de echó fue Leon... aún así gracias- se alejo un poco para ir a saludar a la gente.

Eran las nueve con cuarenta minutos y su Merlin seguía platicando con ese tal Matías, un amigo de la facultad.

-creo que estás celoso- Lancelot le pasó una cerveza y este bebió la mitad de la bebida de un solo sorbo.

-no lo creas, lo estoy... míralo se ha olvidado de mi- volvió a beber y escuchó a Persival resoplar desde atrás de su silla.

-pensé que tu ego estaba muy alto como para sentirte intimidado por un simple plebeyo- Gwaine le pasó el brazo por los hombros.

-y lo tiene, créeme e vivido lo suficiente con el como para conocer su ego- Leon respondió en su lugar.
Escuchó la risa colectiva de sus amigos.
Sorbió el último trago de la botella, se levantó y camino con mucha seguridad ante el intruso.
El chico no paraba de reír ante todo lo que dijera Merlin y este parecía encantado por la acción.
¿Por que se reía tanto? ¿Merlin estaba contándole chistes? Tal vez estaba enfermo.

-Merlin- fue un susurro ronco, pero vasto para detener la plática de ambos, el pelinegro lo observo, esos impresionantes ojos que a Arthur le parecía a ver visto cambiar de color.
Y sin mucho que pensar se arrodilló ante el, Merlin se miro sorprendido, sus ojos se agrandaron y abrió su boca.
Por un momento parecía que no había ruido que todos estaban en silencio esperando.

-Merlin... cuando te conocí pensé que eras la persona más odiosa, el tener que soportar tus comentarios sarcásticos y en ocasiones tus berrinches, hicieron de mi vida todo un teatro y ahora llevamos un largo camino recorrido...te veo y solo pudo decirme a mi mismo que tuve mucha suerte... por eso te pregunto ahora... con el corazón entre tus manos...¿te casarías conmigo?- sus palabras fueron dichas en un todo melódico.
Merlin tenía varias lágrimas, pronto se abalanzó a los brazos de su Arthur gritando que si.
Arthur sacó una liguita de su bolsillo y la puso en su dedo.
Ambos se rieron, escuchó algunos aplausos y palabras.

-hay una larga historia de por que tu anillo es una liguita para cabello- Merlin miro la liguita

-creo que es perfecta- escuchó la risa de Arthur y después ambos se dieron un ligero beso.

-Arthur perdió tu anillo de compromiso- dijo un Elyan bastante feliz y definitivamente borracho.

-nos a traído como locos buscándolo, pero simplemente no está- siguió Persival.

-¿lo perdiste?- esa sin duda era la voz del rey, se abrió paso entre la multitud que se había juntado a su alrededor, sus ojos claros relucían una furia que Arthur había visto muy pocas veces.

-en realidad... no lo perdí solo no recuerdo donde lo guarde- pasó saliva y observo a su progenitor.

-lo guardo tan bien que ahora nadie lo encuentra- Gwaine sonrió de lado, parecía disfrutar por todo el escándalo.

-te dijo una sola cosa Arthur- el dedo índice del rey lo hacía ver menos temible, aunque su mirada aún refleja furia.

-¿que pasa con el anillo?- pregunto Merlin, Arthur abrazo más su cintura, quería protegerse de su padre.

-no mucho, claro aparte de que es una de las joya de la corona, descubrimiento de un ancestro y que es una joya única- Leon lo hizo ver aún peor, su padre estuvo enfrente de el al minuto siguiente.
Arthur quiso retroceder un poco, pero Merlin lo mantuvo en su lugar.

-la joya no está perdida... la tengo yo- la mirada de la mayoría se dirigió a Lancelot, este salió de la multitud y regresó unos minutos después, con un estuché pequeño de terciopelo negro y bordes dorados.

-Arthur me encomendó la tarea de guardarla asta que se sintiera listo- definitivamente eso no lo recordaba... bien nunca volvería a probar la reserva personal de Gwaine.
Lancelot le tendió el estuché y Arthur lo abrió, saco el precioso anillo y de nuevo se arrodilló ante Merlin. El anillo encajando perfectamente entre sus manos.

-!Merlin se casa por que está embarazado¡- gritó un muy borracho Elyan, causando la risa de la multitud y el sonrojó de ambos novios.
Merlin no necesito saber que tenía que cuidar esa joya más que su vida.

-tendrían que a ver usado protección- le dijo el moreno, estaba muy serio.
Merlin le dio un beso a Arthur en la mejilla y se echo a reír por los cometarios de sin globo ni hay fiesta que de pronto comenzaron a llenar el ambiente.
Definitivamente no les daría más alcohol en su boda.
...
Espero les guste 🤗
Nos leemos luego 👋
La verdad es que tenia estos borradores y no sabía si publicarlos, pero como me quede sin ideas 😪

Miedo al destino Donde viven las historias. Descúbrelo ahora