CAP:1

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Hola soy Isabela, conocida mejor como bella. Mis papas murieron cuando solo tenia 12 años, fue muy duro su perdida pero lo que mas me asustaba esta entre mis brazos, un pequeño bultito de color rosa. Si mis padres dejaron una pequeña he inocente criatura de solo 3 meses de nacida, sola en este mundo. Esta pequeña no tuvo la oportunida de conocer asus padres.
Pero eso ya no importa ella esta con migo y yo sere padre, madre y hermana para esta criatura.
Los "amigos" de papa eran unos hipocritas el dia de su entierro mostraban gran satisfaccion de su muerte pues sabian que la empresa pasaria a manos de ellos, mientras yo lloraba al pie de dos tumbas frias en un dia lluvioso, ellos festejaban en su nueva empresa con los mejores tragos.
El abogado leyo el testamento, pero lo unico que habia eran deudas y mas deudas que pagar, la casa estaba por ser embargada, si me quitaban lo unico que tenia material de ellos en donde viviria.
La empresa como era de esperar, los imbercionistas y socios, alegando que yo era solo una niña y que mi padre nunca tuvo un primogenito baron. No me podia hacer cargo de la misma. Asi que ellos tomaron las riendas de ella, dejandome por fuera y adueñandose de las acciones que eran de mi padre.

7 años despues:

Mami mami, una pequeña motita de cabellos rubios corria por toda la casa en busca de su mama, Isabela acababa de llegar del trabajo aun que estaba mas que cansada y lo unico que queria hacer era dormir, no podia dejar o ignorar a esa pequeña niña que cada vez que ella llegaba salia como rayo corriendo hacia ella pidiendo jugar juntas.
Sin esperar mas cambio su cara de candancio por una alegre y no demoro nada en alsarla en brazos y arroparla junto a ella, -como te fue mami?. Muy bien mi amor, y tu te portaste bien.??. -si la abuela bino y se quedo con migo un rato luego se fue.
Aaaa miy bien, tienes hambre.??. -Siiiii.....
Bien vamos haber que te preparo.
La abuela de la pequeña niña era un señora ya de edad, que vivia al lado se su casa, era una ancina de muy buen corazon. Vivia sola sus hijos nunca iban a visitarla, por eso la pequeña rubia le decia abuela, esa viejecita de nombre Mariel, cuidaba de la niña, cuando isabela no estaba en casa.
Y ella se lo agradecia en el alma. No le gustaba dejar sola a su pequeña pero que podia hacer.
Tenia que trabajar, para darle de comer a su bebe.

ALEJANDRO LOMBARDY:Donde viven las historias. Descúbrelo ahora