CAP: 10

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Que hago doña Mariel, voy a esa entrevista o no, no quiero ser humillada nuevamente, pero si es verdad, yo necesito el trabajo.
-Niña, era una hermosa jovencita y fuerte niña. Se que la vida es dura, y que muchos te humillaran pero no pierdas nada en ir, a demas tu los aplastaras a ellos, todo cambiara algun dia tendras lo que todos quieren tener.
Con esas estrañas, pero fuertes palabras se metio de nuevo a su casa, ella tenia razon, asi la pisotearan si le daban un sueldo, con eso le bastaba el dinero lo era todo para ella en ese momento, si fuera por ella hace mucho tiempo que habria abandonado este mundo tan cruel, pero una hermosa bebe de ojos claros y pelo rubio, la esperaba en la sala de su casa contenta y fuerte, esa pequeña le daba las fuerzas que ella no tenia pra seguir a delante.

Sentada en el balcon de su habitacion, mirando el hermoso cielo y la luna llena, una lagrima rodo por su mejilla, si estuvieran aqui todo seria distinto. Los estraño tanto.

Ese dia no solo lloro en la oscurida y en silencio tambien se quedo dormida en ese pequeño sofa de cuero que le encantaba asu madre para poder ver las estrellas.

Un nuevo dia se presento, los rayos del sol la despertaron, y un no muy buen amanecer la recibió, el dolor de cuello de haber pasado la noche en ese sofa, le cobro factura. Mas la brisa de la noche, un fuerte estornudo se presento. -Mierda no me puedo haber resfriado, por favor no.
Mirando la hora, se levanto y se metio a bañar. Dejo la comida lista a su pequeña le dio un beso de buenos dias, y corrio a vestirse, ya lista y maquillada, corrio a coger el bus.
-Bien, ya estoy aqui, espero que al dueño no le haya ido mal esta mañana, por que por mas rico que sea no voy a soportar mas insultos, uno mas y lo pateare.

La reseccion estaba sola, no habia llegado la empleada, y ya era la hora de entrada a trabajar, ya conociendo el temperamento del dueño, era imposible que los empleados llegaran tarde.
Subio al acensor y marco el piso, pues ya se sabia el camino de memoria.
-Buenos dias, se encuentra el señor, Lombardy. -si, si esta. Tiene cita.
-Supongo que si, pues me llamaron que viniera hoy. -bien puede seguir.

Si ves, es esa mujer otra vez, la otra vez nos ayudo. Pero quien sera, no creo que sea alguna amante del jefe, el no sale dos veces con la misma mujer.
La chica tiene porte y clase talvez sea una amiga o alguna pariente.

Los rumores se estendian por todo el edificio, todos se preguntaban quien era esa hermosa dama, pero nadie sabia que detras de esa belleza y esa sonrisa, habia una chica tan vulnerable como cualquiera.

-Buenos dias señor, me ha mandado a llamar.?. -Bien, llegas puntual, no me gusta la gente impuntual, aun necesitas el trabajo.?. -Si señor. -Bien, el puesto es tuyo, la otra vez me ayudaste con los extrangeros, asi que te la debo. Espero que sea eficiente y que tenga disposicion 24/7, o tiene pareja.??. -No señor, aun que esa pregunta me parece muy fuera de lo comun. -Es solo laboral no se preocupe, bien ya hablado todo, digale a sara que la lleve a recursos humanos para firmar el contrato, y quédese para que ella le de una induccion, y mañana dentra a trabajar a primera hora.
-Si señor, gracias.

Apenas salio de esa oficina queria brincar de felicida pero no podia, seria muy infantil, camino asta la chica indicada, firmo el contrato y resivio la induccion, no era tan duro lo que tenia que hacer, en esos momentos agradecia que su padre la dejara ayudar le en su trabajo, aun que en ese tiempo se lo tomaban los dos como juego, de jefe a empleada. Ella aprendia rapido y asi era como sabia como manejar programas y llevar una agenda estrictamente ordenada.

ALEJANDRO LOMBARDY:Donde viven las historias. Descúbrelo ahora