Narradores y su concepto como personaje

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De primero debemos entender que una cosa es el narrador y otra es el autor: quien escribe, planea y crea la historia es el autor, este tiene las escenas en su cabeza, conoce a los personajes y todo lo otro que incluye ser autor(a) de una historia; quien cuenta esa historia es el narrador. Por esta razón, el narrador es el elemento más básico, y hasta cierto punto más importante, del arte de contar historias

La clasificación más general que existe es en función de la persona verbal usada; siendo así: primera persona (yo), segunda persona (tú) y tercera persona (él/ella), y entre estos existen ciertas subdivisiones que aportan un estilo "diferente" a la historia, disminuyen ciertas debilidades y crean un gran juego, llegando a ser otro personaje de la historia.

El narrador como personaje: antes de nombrarles los diferentes tipos de narradores, quiero escribirles sobre un concepto que, en mi humilde opinión, tiene mucha influencia en la forma de narrar, y como dice el subtítulo, es tratar al narrador como otro personaje más de la historia. Otro personaje que tiene su personalidad, su juicio, sus muletillas, expresiones al hablar y su opinión, por esto es muy importante entender, y reitero, una cosa es el autor y otra el narrador. Al tratar al narrador como personaje, el autor debe esforzarse en que la historia debe ser contada a través de la personalidad de su narrador, con los prejuicios que esto incluya. Luego de ver los tipos de narradores reabordaremos este tema.

Así, tenemos:

Narrador en tercera persona: los verbos están conjugados con los pronombres: «él, ella, eso, ellos, ellas» y siempre es un "ser" externo a la historia.

A. Narrador omnisciente: la forma más fácil de resumirlo es tratarlo como si fuera un dios que todo lo ve y todo lo sabe, que cuenta una historia en un tono neutro, sin personalidad; puede "viajar" por el tiempo y espacio de la historia, contando las cosas que le pasan a varios personajes y no limitándose a los protagonistas o llegar a contar cosas de hace mucho tiempo, cuando los personajes todavía no nacían; así mismo, puede ir más allá del plano físico y contar sobre los pensamientos y sentimientos de los personajes. Las mayores ventajas de este narrador son la libertad de movimiento del punto de acción, mostrando varias perspectivas; un control total por parte del autor sobre la información, decidiendo que mostrarle al lector sin necesidad de que los personajes lo sepan; dota la narración de objetividad, pues al no estar sujeto a una personalidad puede expresarse con lenguaje neutro y sin prejuicios (aunque siempre existen la excepciones a la regla). Por todas estas razones, se puede considerar al narrador omnisciente como el más fácil y cómodo para manejar (fácil de usar, no mejor). También tiene desventajas: no es tan fácil y rápido crear una empatía y proximidad entre lector-personajes, reitero: no es fácil ni rápido, pero bien manejado es muy posible.

B. Narrador observador: muy parecido al anterior con una pequeña e importantísima diferencia: no tiene los poderes omnipresentes, limitándose a contar solo lo que ve, no puede acceder a la cabeza de los personajes por lo que no puede contar sobre sus pensamientos y sentimientos. La mejor analogía sería comparar este narrador con la cámara de una película, solo muestra lo que hay en su cuadro. Por esto su mayor ventaja es la objetividad con la que se cuenta la historia, el lenguaje neutro y sin restricciones de personalidad; y a su vez, su mayor desventaja es la falta de empatía del lector hacia los personajes. Me atrevo hacer una afirmación cuestionable y luego a contradecirme: es el narrador de los escritores novatos; ¿recuerdan cuando empezaron a escribir historias? Lo más probable es que usaran este narrador de forma inconsciente, limitándose a solo contar y contar lo que pasaba, sin tener en cuenta el flujo de la misma o detenerse a mostrar cómo se sentían los personajes, por eso digo que es el narrador de los novatos; pero es un narrador que, si se usa bien, puede dar un ambiente absoluto de objetividad, donde el lector será el único que puede juzgar a los personajes, se hará su propia opinión en base a su criterio y las acciones que vea, lo cual es muy genial como lector.

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