Teoría

Pésimas maneras de iniciar una historia

1) Hablar del clima: Suena muy pobre. Tiende a ser feo y da muchas veces la sensación de que el autor no tiene mayor cosa para decir. Hay excepciones: que el clima sea muy importante o qué sea un clima excepcional.

2) El protagonista despierta: Es claro, la historia no podía empezar antes. Si el personaje lo es todo, la historia no tendría sentido si él aún no está en escena. Como todo, hay excepciones, pero hay que saber manejar los recursos literarios, y por lo general, suelen fallar en la empleación del mismo. Se ha convertido en un recurso literario ya muy trillado y termina siendo lo más interesante que el escritor puede plasmar.

3) Contarle al lector lo que no sabe, lo que ha pasado. Explicarle lo que ha sucedido anteriormente antes de que se abra el libro. Pretendiendo informar al lector par cuando narre ya esté "bien informadito". Eso es usualmente feo, poco profesional y poco llamativo principalmente en Ciencia Ficción y Fantasía, que curiosamente, es en los géneros que se suele dar. Esto muchas veces pasa porque el escritor quiere dar a conocer el "World Building", o la construcción del mundo, amigos, el W.B. no se explica, se muestra.

Esto se enseña poco a poco, mientras transcurre la historia, al igual todo lo que ha pasado antes del inicio del libro. Independientemente de todo, independiente de la historia, trama, género, hay que dejar pistas, hay que dar muestras y que el lector vaya construyendo el mundo...

4) El viaje que empieza o termina... Esto se ha visto muchas veces, suele pasar en historias de aventuras, fantasía o ciencia ficción. Estos tipos de comienzo, "La costa se aleja mientras aquél hombre mira desde el barco...", "A través de la ventana se ve como se aproxima la estación, regresando de donde alguna vez salió...", suelen ser una trampa de nuestro subconsciente ya que nosotros nos estamos adentrado a un nuevo viaje, estamos iniciando un nuevo recorrido y casi a gritos queremos enseñarles a todos que es así, olvidando que es más que obvio y estas introducciones no aportan nada a la trama o a la historia. Como siempre, hay excepciones, y como en todo, debe ser algp extraordinario para ponerlo.

Estos inicios son muy obvios, y esto genera que no enganchemos al lector, mientras menos se lo espere o sospeche el lector que habrá un inicio de algo, mejor, más fácil y con mayor eficacia podremos atraparlos.

5) Algo que se abre: muy relacionado con el punto anterior, ya que "algo abriendose" sigue el mismo patrón que el de "un viaje empieza". Ya como varias veces se ha dicho, el inicio del libro no es necesariamente el inicio de la historia. La idea de evitar estas cosas es poder empezar con dinamismo, agilidad y poder atrapar al lector.

6) Empezamos con la llegada de una estación, con la salida del sol, o de la luna, o la llegada o partida de aves migratorias, las cuales indican el cambio de estación. Es lo mismo que el punto 4 y 5.

7) Todo empieza un día normal: ¿Por qué? ¿Es que a caso se nos ha olvidado como inicia un día normal? Lluvia, sol, nubes, despejado, pajaros, gallos, etc... ¿A caso esto ya no es innecesario?

¿Por qué no entrar de inmediato en el cambio, en la ruptura de lo normal?

8) Mencionar una manada de nombres iniciando: Este detalle es un arma eficaz para hacerle perder la concentración y orientación a los lectores, quedan sin rumbo, no entienden y no saben qué son todos esos nombres. Hacer esto genera mucho la sensación de tener que memorizar, de tener que aprenderse todo para entender el libro... Y pues esto genera la sensación de leer obligado.

9) Escribir una frase larguísima, con muchas comas, puntos, frases subordinadas, etc.. Este tipo de inicio hace que sea muy probable que el lector se pierda, se enloquezca y no sepa para dónde va o qué diablos lee.

La idea con esto es que busquen la mejor manera de enlazarse con el lector, con frases cortas, directas, con escenas curiosas, extrañas... Algo que sea simple, con palabras comunes, entendibles.

—Balthäzar.