Cap 32

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Maratón (1/3)

Cinco meses de embarazo

Hace poco Matt se enteró que Joseph es gay, no se como no se dio cuenta antes, pero ahora se podría decir que lo ve de manera diferente, según lo que puedo observar ya no lo ve como una amenaza y eso me pone feliz.

Mis hermanos siguen sin hablarme y mamá tampoco lo hace, extraño mucho la relacion que teníamos antes, le contaba todo y ahora parece que no me quisiera ver ni en pintura, no es algo que me agrade hacer, pero me vi obligada a enviar a alguien a seguirla, ella no es así y es muy raro que deje de hablarme así de la nada. Ashton me llama de vez en vez para saber como estoy pero sus llamadas no duran más de 30 segundos y son como:

- ¿Cómo estas? -

- Bien ¿Y ustedes? -

- Bien también, ¿Cómo están mis sobrinos? -

- Creciendo cada día más -

- Me alegro mucho, te llamo luego tengo cosas que hacer -

Y ese luego es una semana después.

Con respecto a los muñecos que envió Violet hace un mes, Matt se molestó tanto con ella al nivel de no hablarle, hace ya más de 3 semanas que no tenemos ningún tipo de contacto con nuestras familias.

La única que me habla de mi familia es Becca porque mis primos, primas, tías, tíos de parte de la familia de mi padre y mamá no quieren hablarme, según ellos los decepcioné porque pensaron que terminaría mis estudios primero.

Todos a mi alrededor tenían altas expectativas de mi, pero al parecer mi embarazo es una decepción para la familia, no puedo negar que me entristece, pero no estoy aqui para agradarle a todo mundo, los que me apoyan bienvenidos sean y los que no bueno... pues tendré que aprender a vivir sin ellos.

No puedo hacerlos feliz a todos, cada uno tiene su vida y la vive como quiere, yo decidí tener a mis hijos y no me arrepiento de nada con respecto a ellos y a Matt, él nunca me ha dejado sola o me ha hecho sentir mal como todos mis familiares lo han hecho, criticando siempre mi forma de ser y mi cuerpo, así que pueden irse a...

- Entonces dime Kylie, ¿Cómo te vas sintiendo? - pregunta la doctora sacándome de mis pensamientos.

- Bien, no puedo negar que me fastidia un poco el hecho de no poder realizar las mismas actividades que hacia antes, pero... -

- No respecto a tu embarazo sino, ¿Cómo te sentiste después de que tu padre falleciera? - después de todo sabia que estaba con mi psicóloga, pero no pensé que hablaríamos de eso.

- Disculpa, pero... - 

- Sé que me dijiste que no querías hablar de ese tema, pero de todo lo que huyes es lo que en la gran mayoría de los casos - por no decir todos - te afecta más, me contaste muy poco acerca de eso y me encantaría que pudieras superarlo también - asiento y pongo un mechón de mi cabello tras mi oreja.

- ¿Desde donde quiere que le cuente? - no responde y tomo su silencio como desde el inicio - Pues a ver... tuve entendido que la relación de mis padres nunca fue un ejemplo a seguir, pero pensaba que al menos se querían, estaba muy equivocada, comenzando porque mi padre no estuvo el día de mi nacimiento, probablemente con una de sus amantes, cuando él estaba en casa hacia como si yo no existiera, creo que a la única que le dirigía la mirada era a mi mamá, si bien no peleaban en frente mío sabia que lo hacían. Hasta el día de hoy me pregunto que hice para que me odiara tanto - ella anota algo en su agenda y me pide que siga hablando.

- Cuando vi su cuerpo tirado en el sofá sinceramente no sentí nada más que asco, si lloraba o gritaba era porque ese mismo día me secuestraron y me amenazaron nunca me puse a pensar en que a él le hicieron daño igual que a mi, a parte de que no es nada agradable ver un cuerpo tirado en tu casa... la policía dio por cerrado el caso y no descubrieron nada sobre el asesinato, por una parte no quería llamarlos porque sé que algunos casos los dejan en el aire, pero no iba a dejarlo en medio de mi sala - me encojo de hombros y ella sigue anotando en su agenda.

- ¿Dirías que nunca lo quisiste? - me mira fijamente, abro la boca para hablar pero la cierro de inmediato no tengo respuesta a eso.

- No puedo querer a alguien que prácticamente me abandonó y me dejo a mi suerte con mi madre y hermanos, talvez cuando fui muy pequeña lo quise pero eso fue hasta que tuve 6 o 7 años, póngase en mi lugar ¿Usted querría a una persona que le negó demasiadas cosas para poder dárselas a otra familia? - pregunto incomoda, por esta y muchas razones más no quería y no quiero hablar de este tema, con casi todas las personas que he hablado sobre esto, no entienden porque no lo quería a pesar de que les di miles de razones.

- Claro que no - responde seria.

- Creo que ya le conté todo y si le soy honesta no me agrada hablar sobre esto - me muerdo el labio y ella asiente y sigue anotando cosas en su agenda.

- Me sorprende que no hayas botado ninguna lagrima - la miro desconcertada - Es decir todos mis pacientes que tuvieron una perdida al menos se le humedecen los ojos, ellos tampoco quisieron a sus hermanos, madres o padres, pero contaste todo con una facilidad impresionante, al menos para mi - ¿Cuántas veces le tengo que decir que no lo quise?.

<Pues disculpe por no querer a mi padre que se comportó como un hijo de puta conmigo> lo pienso pero no lo digo y en cambio solo tomo mis cosas y me levanto.

- Gracias por todo, regreso la próxima semana - ni siquiera me mira y cierro la puerta.

<Vieja maleducada>

Thiago me espera en la puerta del consultorio y me ayuda a subir al auto, esa charla me hizo reflexionar en que no quiero que mamá termine igual que él.

Llamo a el profesional que está encargado de mamá, no trae ninguna novedad y me alegra, me dice su rutina de siempre en la que solo sale a la calle a trabajar y luego vuelve a la casa de mis hermanos, la casa en donde ella vivía la derrumbaron hace unos días y se está quedando allí. Con Matthew le ofrecimos que se quedara aqui, pero se negó rotundamente diciendo que no quería saber nada de mi.

- ¿Cómo estuvo la cita? - pregunta Matt y lo primero que hago es tirarme a la cama.

- Se podría decir que estuvo normal - respondo y él asiente dirigiendo su mirada a mi por unos segundos y la vuelve a dirigir a su computador, me aburre eso de tenerlo todo el día sentado estudiando, pero es su deber.

Reviso un poco mis redes sociales y sigo aburrida, no me dejaron ninguna tarea esta semana lo cual es un milagro así que no tengo nada que hacer.

- Necesito mi dosis de atención diaria - me cruzo de brazos y él se ríe bendiciendo mis oídos.

- Estoy aqui - se señala a si mismo.

- Si pero no estas donde yo quiero que estés en este momento - me quejo.

- ¿Ah si? - asiento y se levanta de su silla sentándose en la cama.

- Entonces... - sigo cruzada de brazos hasta que siento una patadita en el centro de mi vientre, se me humedecen los ojos de inmediato y Matt me mira con cara de ¿Y esta que?

- ¡Se movieron, los sentí Matt los sentí! - grito emocionada y el pone su mano rápido en mi vientre - No los puedes sentir aun, creo que leí que hasta las 30 semanas pero la doctora Anderson dice que lo más probable es que nazcan entre esas semanas - lo abrazo y sigo llorando de emoción en su pecho.

Siento que su corazón late rápido y me alegra ser yo la que causa esto, así como él también causa el doble en mi.

- Matt yo... te amo -

Tres amores por accidente (El mejor Regalo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora