Secundario.

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El clan Arias es hermético, apegado a tradiciones antiguas y es más sólido que una roca. 

Fui expulsada de mi clan hace 12 años, los mismo que hoy tiene mi hija. 

Mi padre es un lobo viejo de hueso duro, sistemático hasta las orejas y leal hasta los dientes. 

Un gran amigo de Leonel y Kieran Luthor, tras su fallecimiento y muerte de ambos le es leal completa y totalmente a Lena, respeta su posición como ningún otro. 

Es xenofobo y rechaza cualquier contacto humano, los utiliza a su conveniencia y saca provecho de ellos. Los ve como esclavos y siervos, buenos para el trabajo y para enriquecer nuestra causa. 

Se dice que él es uno de los pocos que conoce la causa de muerte de Kieran, incluso se dice que ella tenía el don de la premonición y confío en él para cuidar de Lex y Lena. 

Pero eso solo queda en mitos y especulaciones. No recuerdo que jamás mostrará algún cuidado especial en ellos además de su fiel lealtad. 

Pero también es cierto que no conozco del todo a mi padre y su forma de operar, se le conoce como la sombra silenciosa y es el mejor estratega de nuestro clan de alianzas. 

El porque pienso en mi padre es tal vez por la complejidad que representa, de cierta manera estoy ligada a su creencia. 

Ahora soy cotejada por la mayor de los Danvers y se que eso a él le agrada, es una alfa de alta estirpe. Pero en esto se involucran lo que él ve como los errores de mi pasado y cómo puede afectarme en la vida. 

No todos los lobos aceptan a crías de otro lobo, los rechazan y excluyen de su núcleo familiar. Lo hace aún más complicado que mi cría sea un híbrido, una mezcla de  humano y lobo.

Un humano que me repudió a mi y a mi hija, terminando en el abandono y la depresión. 

Me  enamoré de un humano a mis 19 años, mi celo había entrado a los 17 y podía salir al mundo humano. Podía controlar ese impulso y necesidad. 

Eso me fue posible con facilidad, me jactaba de mi autocontrol y conforme mi vida avanzaba en el mundo humano me sentía más conectada con ellos. 

Dejaron de parecerme esclavos o seres de los que pudiera aprovecharme. 

Comenzé a formar las afectivos, viajaba demasiado y olvidaba mi vida en la reserva. Conocí la diversidad que abundaba en la sociedad, injusticias que en nuestro mundo no existían como la diferencia de raza o la división del capital. 

Me sorprendió que el ser mujer en su mundo tuviera un valor menor y que la sexualidad y Desnudez estuvieran regidas por términos de sexulizacion o cosificacion. 

Mi pensamiento se enriqueció y me uní a luchas y activistas que pedían cambios por el ambiente, por la equidad, por la raza y por la libre expresión en el amor. 

El mundo humano es terrorífico de muchas maneras pera dentro de él hay belleza cautivadora y cegadora. 

Vivía en un mundo hermético, donde las reglas y la xenofobia se experimentaban de una manera diferente pero igual. 

Nuestro sistema no tenía mayores fallas que las que la naturaleza y la luna nos otorgan.

A diferencia del mundo humano, todos en nuestra especie somos valiosos y representamos una fuerza útil y de respetar, pero los que no son de nuestra especie serán conciderados inferiores. Rechazados, peligrosos, anormales y aberraciones. 

Y aunque ese es el cambio que lentamente se está logrando no es algo fácil estar en esa categoría.

Lo conocí en una protesta por los derechos de los animales, por conservar el hábitat de los lobos y prohibir la caza deliberada de especies en peligro de extinción. 

Alfas y Omegas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora