Alfas y Omegas

Sentencia.

No debe ser fácil ser el supremo alfa, tomas las decisiones que nadie más está dispuesto a tomar. 

Cargan sobre sus hombros los errores de los clanes que gobiernan y aplican sentencias que pueden resultar duras. 

Desde nuestra salida, hace una hora, de la mansión Luthor. Lena se ha mantenido seria y callada. Presta atención al camino y parece perdida en sus pensamientos. 

Se vistió con pantalón de mezclilla y camisa de vestir color vino, usa botas estilo militar y en la muñeca derecha trae puesto un reloj. 

Ahora que lo pienso es la primera vez que veo a Lena vestida formalmente, la desnudez es muy común entre lobos, pero en el clan Luthor es menos común ver a los miembros vestidos con formalidad.

Ella es guapa y si pensaba que en su espléndida desnudez parecía dominante y segura verla con ropa es otro nivel. 

Transmite seguridad e imponencia, su ceño regularmente siempre está fruncido y su perfil de mandíbula dura y delineada es pecado y tentación.   

Decidió que era mejor conducir que ir en forma de lobo, al igual que ella, lo ví propicio. 

La tensión se siente en aquella cabina y sus dientes crecen conforme se acerca al clan Kent. 

El aroma de las hembras flota en el aire como una bruma de miseria y repulsión, aprieta el volante y suspira, los ojos que antes se veían verdes se han transformado de alguna manera en un rojo fuego. 

Un gruñido amenazante vibra en su pecho y sus hombros se ensanchan con furia contenida. 

El ritmo cardíaco de Lena se ha disparado con estrepitosa alarma, estamos a quince minutos de llegar. 

Me siento pequeña, jamás en mi vida había sentido tal presión por parte de un alfa. 

-Lena…. 

Mi voz es pequeña y aguda, su mirada se desvía hacía mi y sus colmillo sobresalen de forma burda de sus labios 

No dice una sola palabra solo me observa esperando que hable con ella. 

-Tienes que tranquilizarte, puedes asustarlas. 

-Jamás haría eso. 

Ruge, es la primera  vez que me ruge, parece incluso más molesta que antes, bajo la cabeza y espero que diga algo más. En su lugar solo bufa y pisa el acelerador. 

Doblando el arroyo a trescientos metros inicia la reserva del clan Kent, por fin hemos llegado. 

En la entrada hay dos guardias de aspecto relajado, al visibilizarnos se yerguen y se ponen rígidos como tablas. 

La presencia de Lena bien podría sentirse a kilómetros. 

Esta molesta, preocupada y llena de malestar. Murmura con fastidio y desagrado. 

-Lo que faltaba, lidiar con la guardia Kent. 

-Qué tiene de malo su guardia. 

-Son un fastidio, testarudos y poco cooperativos. 

Bueno, en eso tenía razón.

Bajamos de un salto del auto y caminamos hacia ellos, parecen ser lobos jóvenes, su aroma es fuerte y hormonal. 

Parecen nerviosos e intentan reflejar que tienen todo bajo control. 

Su mirada es juzgadora y sería, el clan Kent nunca ha simpatizado del todo bien con el clan Luthor, son los clanes con mayor rivalidad. Sin embargo siempre  se muestran respetuosos, fríos y medianamente distantes.